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organizado por valencia plaza y el club cámara valencia

Las empresas y pymes ante los retos de una internacionalización sostenible

10/11/2021 - 

VALÈNCIA. La sostenibilidad se alza como una herramienta clara para la internacionalización y, sobre todo, como un vector de competitividad para aquellas empresas que quieran introducirse o mejorar su posición en los mercados exteriores. Lo es por las directrices marcadas en la agenda 2030 pero también por la propia demanda de la sociedad, que ve en la sostenibilidad el único camino a seguir. Un marco que hace que las empresas que quieran ser competitivas en el futuro deben incorporar los criterios de sostenibilidad. 

Con todo, las estrategias de negocio ligadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel internacional han de interiorizar la economía circular, los negocios inclusivos, la transición ecológica, las energías renovables o el comercio justo. No mirar hacia esos nuevos principios será no mirar hacia el futuro y, aunque encierra nuevos retos para las empresas, también conlleva grandes oportunidades. 

Así se puso de manifiesto en el desayuno organizado por el Club Cámara Valencia y Valencia Plaza sobre la internacionalización sostenible, en el que se analizaron los retos y desafíos que plantea esa senda pero, sobre todo, se subrayó la importancia de la internacionalización ligada a la sostenibilidad. Un encuentro en el que participaron Vicente Folgado, vicepresidente Cámara Valencia; Isabel Castillo, directora Club de Empresas Responsables y Sostenibles; Nancy Daiss, CR Manager International SanLucar Fruit; José Vicente Herrero, director General Productos Velarte; Mónica Pastor, Intl. Customer Service Manager Istobal; Mónica Peris, gerente de Cabycal; Antonio Gamón, General Manager de Plásticos Gamón y Pedro Coca, presidente de la Fundación Étnor y Propeller Club Cámara. 

Precisamente, esos desafíos con los que se encuentran las pymes centraron la intervención del vicepresidente de Cámara Valencia, Vicente Folgado: "la internacionalización de las pymes es un desafío muy importante por dos razones. La primera por la homologación que se requiere y la segunda por hacerlo en la línea de la sostenibilidad. Es un reto necesario pero complicado pues a veces hay una práctica desleal de empresas de otros países que desmoraliza”.

Unas palabras a las que Isabel Castillo, directora Club de Empresas Responsables y Sostenibles, puso el contrapunto señalando la oportunidad que representa ese reto de la internacionalización sostenible: “Las pymes tenemos que creernos que es una oportunidad y podemos estar en la altura”. Como bien señaló Castillo, es fundamental aprovechar esa oportunidad para poner en valor lo que las empresas hacen bien (en materia medioambiental, social…) “y ponerlo en relevancia a los socios internacionales”.

Como se puso de manifiesto durante el desayuno, la sostenibilidad está marcando el camino de las organizaciones por el creciente interés de los inversionistas por estos aspectos, la legislación tanto en el contexto nacional como en el europeo, la reputación corporativa y las tendencias sociales que están empujando a mercados con un acento en la sostenibilidad. Al respecto, Isabel Castillo recordó que desde 2018 existe la obligatoriedad de presentar un informe de sostenibilidad anual de la empresa y anunció que se está aprobado una nueva normativa con la que se pretende incrementar la sostenibilidad de la cadena de valor. “Con esa nueva normativa se quiere que las empresas reporten lo que hacen en sus cadenas de suministro, por lo que es importante adelantarse a esa normativa e identificar los problemas”, concretó Isabel Castillo. 

Al hilo, Nancy Daiss, CR Manager International de SanLucar Fruit, explicó que SanLucar Fruit elaboraron en 2010 un informe incluyendo criterios sostenibles y un año más tarde “nos dimos cuenta de que eran necesarios los indicadores para saber en qué punto se encontraba la empresa y hacia donde quería dirigirse”. Un análisis que comenzó desde la sede central para luego extenderse a las demás filiales. 

En el caso de Velarte, la compañía publicó su primera memoria de sostenibilidad en 2021 como muestra de su compromiso con la sociedad, el desarrollo y el medio ambiente. "Desde hace cuarenta años Velarte ha mostrado su compromiso con todo su entorno (sociedad, clientes, compradores, proveedores e inversores) porque está en nuestro ADN”, ha detallado José Vicente Herrero, director General Productos Velarte. Una manera de entender la empresa que Mónica Peris, gerente de Cabycal, también subrayó: "en nuestro ADN está el ser sostenibles pero necesitamos de más ayudas para ser competitivos porque es una gran inversión y, si no se pone en valor ese esfuerzo, puede hacer que una empresa sea menos competitiva”. 

Una mirada a largo plazo 

Al respecto, Pedro Coca, presidente de la Fundación Étnor y Propeller Club Cámara, comentó que “hay que asimilar que la sostenibilidad cuesta dinero y que, a corto plazo, no es rentable si se compite con una empresa que no tiene esa misma visión, pero la ética, como la sostenibilidad, es a largo plazo y redunda en la sociedad y en el planeta”. Además, apuntó hacia la sostenibilidad moral pues “las empresas deben satisfacer las necesidades de la sociedad y en esa satisfacción tenemos que apelar a la sociedad para que tenga la responsabilidad de rechazar aquellas empresas que no se preocupan por los ODS”. 

José Vicente Herrero apuntó que la covid ha puesto en valor la sostenibilidad moral, aquella en la que se pone en cuestión trabajar con países que no trabajan alineados con los derechos humanos o las políticas medioambientales. Como recordó Herrero, el 80% de los españoles mantendrá un consumo responsable con el medio ambiente tras la pandemia, lo que implica que “la sociedad premia a aquellas empresas que lo están haciendo bien”. 

Esa oportunidad la puso en valor también Antonio Gamón, General Manager de Plásticos Gamón, al apuntar que “las pymes se pueden adaptar mejor a ese cambio porque es un elemento de diferenciación y los mercados ahora piden eso” y concluyó que “ojalá hayan más oportunidades como estas para la internacionalización”.

Para Istobal el reto fue reducir el uso de productos químicos y maximizar el uso del agua. Así lo explicó Mónica Pastor, Intl. Customer Service Manager de Istobal, que detalló que Istobal “ha reducido un 28% el consuno de plástico, un 2% de los embalajes y un 8% del gas natural en la cadena de pintura en polvo”. Un esfuerzo realizado por la empresa en aras de “contribuir con el medioambiente”. 

En este punto salió la problemática del greenwall; empresas que comunican acciones en materias de sostenibilidad pero luego no las ponen en práctica. “Las empresas deben comunicar las acciones que van a llevar a cabo en materia de sostenibilidad y ponerlas en práctica”, sostuvo José Vicente Herrero.

El coste es no ser sostenible 

Isabel Castillo, directora Club de Empresas Responsables y Sostenibles, recomendó a las empresas hacer un diagnóstico en materia de sostenibilidad para ver en qué punto están y fijar unos objetivos. Y apuntó que aunque “la sostenibilidad puede suponer un coste pero mucho más coste es no incorporarla a la estrategia de una empresa”. En este sentido, subrayó que es fundamental saber qué ocurre en la cadena de distribución y cómo se quiere posicionar a la marca o la empresa. 

Sus palabras sirvieron para poner la mirada en el consumidor, al que hay que educar para que mire hacia esas empresas que están trabajando en línea con los ODS. Así lo puso de manifiesto Antonio Gamón, General Manager de Plásticos Gamón, quien remarcó que “el consumidor debe apostar por la sostenibilidad y para ello es necesario concienciar a la población”. Mónica Peris expresó su conformidad y recordó que "todos tenemos que ir en la misma dirección y esa cultura empieza en los más pequeños". Afirmación a la que Antonio Gamón sumó a los más mayores pues “hay que involucrar en la vía de la sostenibilidad a todas las personas y dar a conocer las buenas prácticas que se están realizando en esa línea”. 

Una postura similar a la de Pedro Coca, quien recalcó que “tenemos que pedir al ciudadano que se implique porque las empresas forman parte de la sociedad y hay que transmitirlo a la ciudadanía para que valore la sostenibilidad y apueste por las empresas que trabajan con el objetivo de proteger el futuro del planeta”.

El compromiso es también de los proveedores

Fue precisamente Folgado quien miró hacia los proveedores pues “a veces ese esfuerzo que se realiza en pro de la sostenibilidad se tira al traste porque un proveedor no lo hace bien o deja de cumplir con su compromiso de la noche a la mañana”. Por ello apela a la importancia de “controlar la cadena de suministros para que toda la cadena esté en sintonía a esos objetivos de la empresa alineados con los ODS”.

Al respecto, Nancy Daiss, CR Manager International de SanLucar Fruit, puso de ejemplo su empresa, que al introducirse en un país tuvieron problemas porque los estándares de sostenibilidad eran diferentes, especialmente en cuanto a la ética y la moral se refieren. A su entender, la solución radica en la educación y en tener una mirada a largo plazo: “Hay que hacer relaciones a largo plazo con los proveedores, con colaboraciones y alianzas alineadas a los objetivos sostenibles que la empresa se haya macado". 

Una conciencia de la sociedad que José Vicente Herrero corroboró con datos: El 50% de los jóvenes entre 25 y 35 años no tienen carné de conducir y el 92% de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral ponen en valor que las empresas sean ‘green antes de tener un buen salario. “Estos datos corroboran que las nuevas generaciones tienen una conciencia mayor hacia el futuro del planeta que las anteriores”, sentenció Herrero.

Además de esa conciencia es importante que la sociedad sepa si una empresa está haciendo bien su trabajo o no en términos de sostenibilidad por lo que es necesaria una homologación de las certificaciones. Ante la falta de esa regulación, Mónica Peris expresó que en Cabycal “tenemos unos estándares y los proveedores deben estar dentro de esos parámetros de sostenibilidad si quieren trabajar con nosotros —y subrayó—nosotros hacemos de tractor al proveedor para seguir con esa cadena; les exigimos al igual que nos exigen a nosotros”. 

Un ejercicio complicado pues como apuntó Nancy los certificados son diferentes en cada país y a veces es complicado controlar toda la cadena de producción. Pero, como sentenció Vicente Folgado: "El camino de la sostenibilidad es complicado pero necesario".  

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