MADRID (EP). La desolación y el abatimiento se han apoderado esta noche de la sede nacional del PP, después de que el partido que dirige Pablo Casado haya logrado 65 escaños, el peor resultado de su historia. Con el 95% escrutado, los 'populares' logran el 16,69% de apoyo y se quedan muy lejos del 33,02 que cosechó Mariano Rajoy en las generales de junio de 2016, lo que ha provocado que durante toda la noche la sede del partido pareciera un funeral.
Aunque en filas del PP eran conscientes de que iban a perder escaños, no esperaban esta debacle electoral. Se habían aferrado al voto oculto que tradicionalmente tiene la formación y el alto porcentaje de indecisos, superior al 30%. Además, los 'populares' confiaban en que su campaña de apelación al voto útil al PP como única fuerza con posibilidad de echar a Pedro Sánchez de Moncloa surtiera efecto.
En el PP han reconocido esta noche que el resultado "no es bueno" y han puesto el acento en que "el efecto Vox es devastador" porque ha recibido miles de votos que no han podido reflejarse en escaños. "Muchos miles de votos de Vox no se han optimizado ni cristalizado en escaños", han resumido fuentes internas del partido.
Además, estas fuentes consideran que Ciudadanos (Cs) -que sube de 32 a 57 escaños-- ha sido "refugio" en el centro-derecha de una parte de votantes que han temido a lo que Vox ofrecía y significaba. A su entender, el partido de Albert Rivera ha sido el "beneficiario" de esa "preocupación" que despertaba la formación de Santiago Abascal.
En cualquier caso, las mismas fuentes consideran que el PP ha realizado una campaña "excelente" y que Pablo Casado es un "político de raza" y de "cualidades extraordinarias", descartando de plano su posible dimisión. "El Partido Popular tiene un líder indiscutible con el que está todo el partido", añaden las fuentes consultadas.
Pablo Casado --que ha llegado alrededor de las 19.00 horas a la sede del partido para seguir el escrutinio - se enfrentaba por primera vez a unas elecciones generales, ya que tomó las riendas del partido en julio del año pasado tras imponerse a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Entonces, ya dijo que su objetivo era superar el 17% que daban entonces las encuestas al PP.
Sin embargo, Casado no ha logrado mejorar ese porcentaje de apoyo, ya que este domingo ha obtenido el 16,69% de los votos y se ha dejado en el camino casi cuatro millones de votos. El PP toca suelo y cae a valores de apoyo inferiores a los de su refundación en los noventa.
En concreto, Fraga obtuvo en las generales de junio de 1986 el 25,9% y 105 escaños. Y cuatro años antes, en 1982 Alianza Popular consiguió un 26,3% y 107 escaños. Con el debut de José María Aznar al frente del PP en octubre de 1989, el partido alcanzó el 25,7% y 107 diputados.
Con los datos de esta noche, el PP se sitúa ahora muy lejos de sus mejores resultados históricos, que obtuvo entre los años 1996 y 2011, cuando sus votantes sumaban en torno a diez millones de personas. Su mejor cota sigue siendo la de 2011, cuando Mariano Rajoy consiguió 10,8 millones de apoyos y 186 diputados.
A diferencia de la euforia que se ha vivido en la sede del PP, el hundimiento del PP ha provocado que los militantes y simpatizantes no acudieran a la sede de la calle Génova, dado que no había nada que celebrar. En esta ocasión, no ha sido necesario cortar el tráfico.
Sin embargo, desde primera hora de esta tarde los operarios han estado trabajando para preparar el tradicional balcón de 'Génova 13', desde el que se ha visto a Mariano Rajoy y José María Aznar celebrar las victorias electorales del Partido Popular en el pasado.
En la sede del PP se ha vivido un ambiente gélido desde el primer momento, ya que los datos de los sondeos de GAD3 e IMPOP Insights concedían al PP alrededor de 70 escaños. La dirección del partido optó por el hermetismo con la esperanza de mejorar esos resultados, pero al final se ha confirmado su derrota histórica y la pérdida de cuatro millones de votos.