VALÈNCIA (EP). La firma Diaphanum ha señalado este jueves que de cara a la segunda mitad de 2024 su apuesta se centra en bonos gubernamentales con duraciones intermedias (entre dos y tres años y medio) y títulos corporativos en grado de inversión, en tanto que opta por mantenerse neutral en Bolsa, aunque mostrando un sesgo más favorable a Estados Unidos frente a Europa.
La entidad, que cuenta con 3.000 millones de euros en activos bajo gestión, ha enmarcado esa postura de acuerdo a que su escenario principal pasa por bajadas de tipos de interés, una flexibilización monetaria que arrancaría el Banco Central Europeo (BCE) la próxima semana, ante una inflación a la baja controlada y un crecimiento económico débil.
Pese a ese crecimiento débil, desde Diaphanum han matizado que no hay "peligro de entrar en recesión", pues hay indicadores que se mantendrán robustos tales como el desempleo en niveles mínimos o una confianza del consumidor y empresarios crecientes, algo observable en Europa.
Asimismo, volviendo a la estrategia inversora, desde la firma han detallado que en el ámbito bursátil ven con buenos ojos los emergentes y los valores tecnológicos por su constante crecimiento, así como las socimis, penalizadas hasta ahora por las bajas valoraciones, y el sector salud, segmento en el que esperan una fuerte demanda por el envejecimiento de la población y las oportunidades en el ámbito de la biotecnología.
En cuanto a la tesorería, en el escenario propuesto han mostrado su preferencia por tener unas posiciones relativamente altas en carteras más conservadoras y algo menos en las más agresivas, mientras que continuarían con el dólar prácticamente cubierto, salvo emergentes y oro, en todos los perfiles.
A propósito de los bancos centrales, el BCE cerraría el año con los tipos de interés en niveles del 3,25% mediante tres recortes de cuarto de punto y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos concluiría el ejercicio con los tipos al 4,5-4,75% a través de dos bajadas de las tasas.
Diaphanum también ha especificado proyecciones en los supuestos de escenarios negativos (los bancos centrales optan por no bajar los tipos ante una inflación todavía no controlada) y optimistas (una inflación controlada y un crecimiento robusto).
La entidad ha concretado que, en el escenario pesimista, las decisiones que plantearía la entidad estarían encaminadas a aumentar peso de la tesorería, en tanto que las rentabilidades de los bonos a corto plazo se tensionarían por la influencia de los tipos de los bancos centrales.
Asimismo, reducirían el peso de los activos de riesgo, esto es, bonos corporativos y renta variable, y apostarían por un incremento de los activos alternativos y de retorno absoluto.
En el caso del escenario optimista, el "menos plausible", la firma apostaría por aumentar el riesgo en las carteras, con una disminución del peso de la tesorería, ya que existirían alternativas más rentables, y la reducción de la duración de los bonos.
Por otro lado, la entidad apostaría por el descenso de la calidad crediticia de los bonos corporativos, lo que se traduciría en una preferencia por comprar 'high yield' (deuda de más riesgo) y un aumento de posiciones en acciones bursátiles por las perspectivas de un mejor desempeño de la actividad económica y de los resultados empresariales.
Ligado a esto, disminuiría la apuesta por activos alternativos y de retorno absoluto, donde se produciría una menor aversión al riesgo.