VALÈNCIA. En respuesta a los daños ocasionados por la Dana del pasado mes de octubre, la Diputación de Valencia ha aprobado, en sesión plenaria este lunes, la creación de un Fondo Incondicionado de 15 millones de euros destinado a los municipios afectados por el temporal. Este fondo, que pretende garantizar la estabilidad financiera y la capacidad de respuesta de las localidades perjudicadas, se distribuye de forma equitativa entre 100 localidades de la provincia de Valencia, por el que cada una de ellas recibe un total de 150.000 euros.
Un reparto que, según se expone en el documento publicado este jueves en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), tiene como objetivo "ofrecer a todos los municipios, sin importar su tamaño, los recursos necesarios para afrontar los retos de la reconstrucción tras la Dana". Además, se destaca la posibilidad de futuras ayudas según las necesidades que puedan surgir durante la recuperación.
Por comarcas. En la Ribera Alta y la Ribera Baixa, municipios como Alzira, Algemesí, Sueca y Cullera destinarán los fondos a la reparación de caminos rurales, redes de saneamiento y paseos marítimos, que han resultado gravemente dañados por las lluvias. Por su parte, en Tavernes de la Valldigna, se priorizarán las mejoras en los sistemas de drenaje y la recuperación de infraestructuras costeras.
Una de las áreas más afectadas por la Dana ha sido l'Horta Sud. Los municipios metropolitanos de Torrent, Paiporta, Catarroja y Mislata canalizarán el fondo hacia la reparación de vías urbanas y edificios públicos. En localidades como Quart de Poblet y Aldaia, el foco estará en proyectos de gestión hídrica para prevenir futuras inundaciones. Este apoyo financiero resulta clave para las localidades con alta densidad de población, donde las consecuencias del temporal fueron especialmente visibles.
En el interior, las comarcas del Camp de Túria y La Serranía recibirán los fondos para reconstruir infraestructuras rurales y apoyar la actividad turística. Municipios como Llíria, Bétera y Chulilla emplearán la aportación en proyectos clave para restablecer el acceso a zonas de valor turístico y agrícola.
Por su parte, en la Plana de Utiel-Requena, también muy castigada por la Dana, las localidades de Requena y Utiel enfocarán sus esfuerzos en la recuperación de caminos rurales y zonas agrícolas, sectores esenciales para su economía. Sin embargo, en La Vall d'Albaida y La Costera, los municipios de Ontinyent, Xàtiva y Canals se centrarán en la reparación de infraestructuras educativas y deportivas, además de mejorar la conectividad entre núcleos urbanos y rurales.
También se han incluido pedanías de València en estas ayudas, entre las que figuran El Saler, Castellar-Oliveral, El Palmar y Pinedo, que canalizarán los fondos hacia la recuperación de infraestructuras agrícolas y accesos turísticos. Estas áreas periurbanas desempeñan un papel fundamental en la economía local de la capital y requieren una atención especial para garantizar su recuperación.
Los municipios más pequeños, como Dos Aguas, Chera, Gestalgar o Macastre, afrontan desafíos adicionales debido a su limitada capacidad económica y de gestión. En estas localidades rurales, los fondos se emplearán principalmente para restablecer servicios básicos, como el abastecimiento de agua y la mejora de caminos, fundamentales para mantener la conectividad y la calidad de vida de sus habitantes.
Este fondo se enmarca dentro de un enfoque global reflejado en los presupuestos de la Diputación para 2025, aprobados recientemente con el apoyo de los principales partidos políticos en la corporación provincial: PP, Ens Uneix, PSPV y Vox. Estas cuentas, que ascienden a más de 580 millones de euros, priorizan las inversiones en emergencias, sostenibilidad y servicios sociales.
De hecho, el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, destacó que este esfuerzo presupuestario "es un ejemplo de cómo las instituciones pueden actuar con unidad ante catástrofes naturales". En ese sentido, la misión inmediata del fondo radica en garantizar la operatividad de los servicios públicos esenciales, desde el abastecimiento de agua potable hasta la reapertura de caminos rurales y carreteras locales.
Por otro lado, las administraciones locales han iniciado planes para la reconstrucción de infraestructuras dañadas, como puentes y sistemas de alcantarillado. El temporal del pasado 29 de octubre no solo ha dejado tras de sí daños materiales, sino que también ha evidenciado la necesidad de reforzar las estrategias de prevención y adaptación al cambio climático.