Como muchos ingenieros, acabó trabajando en el sector financiero, primero como consultor y luego con su propia firma dedicada a private equity y situaciones especiales
VALÈNCIA.-Eduardo Navarro Zamora (València, 1974) decidió estudiar ingeniería industrial «porque era de ciencias y se trataba de una carrera generalista que ofrecía mucha flexibilidad aunque no lo tenía muy claro», reconoce a Plaza. Y todavía menos que iba a terminar trabajando en el sector financiero, pese a que, como señala, «curiosamente muchos que estudiábamos ingeniería industrial acabamos en el sector financiero porque te enseñan mucha analítica durante la carrera».
Apasionado del running y del gimnasio, que le permiten desconectar de su ajetreado ritmo diario de trabajo, acabó en el sector del capital riesgo tras empezar en el mundo de la consultoría. «El 80% de mi tiempo lo dedicaba a convencer a la gente de lo que debería hacer; aconsejaba continuamente. Veía los toros desde la barrera y al final salté al ruedo». Un sector donde los números están a la orden del día pero «al final hay que distinguir la estrategia con los números, con los que no hay que obsesionarse porque si tienes una empresa con un buen equipo y una buena gestión al final acabará dando sus frutos».
Con casi dos décadas de experiencia en inversión, creación y gestión de empresas bajo un relevante enfoque emprendedor, Navarro tiene un dilatado historial de éxitos en compañías del mercado mediano, principalmente en España y también en Europa y en Estados Unidos. Asimismo, es fundador y presidente ejecutivo de Sherpa Capital, un fondo de inversión con más de 300 millones bajo gestión con dos estrategias de inversión: situaciones especiales y capital privado (private equity), cuya misión es contribuir al crecimiento y expansión de las compañías en las que invierte con un importante enfoque transformador.
* Lea el artículo completo en el número de diciembre de la revista Plaza