VALÈNCIA. Banco Popular (POP) vivió la semana pasada su peor semana en bolsa, al dejarse en el parqué un 38% y cerrar en nuevos mínimos históricos (0,413 euros). Las 'Popus' -como se conocen en la jerga bursátil- no encuentran freno en su caída y, lo que es peor, han caído en manos de la 'fauna especulativa'. Pero no solo de los habituales de turno. No. También de los minoristas que se han subido el carro para tratar de ganar dinero especulando sin calibrar el alto riesgo que corren.
Todo ello mientras el 'efecto Saracho' se traduce ya en una pérdida de capitalización de 1.808 millones de euros -lo que vale en el parqué Técnicas Reunidas- desde su toma de posesión el pasado 20 de febrero. Ese día el 'Popu' acabó en 0,844 euros, un 51,06% por encima de los 0,413 euros del cierre de pasado viernes en el que fue la sexta caída consecutiva en una semana para olvidar.
Mientras tanto, el gigante BlackRock ha reducido fuertemente su participación en la entidad, al pasar del 4% hasta el 1,77%, según la última comunicación -por lo menos al cierre de este pasado viernes- a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). BlackRock era el segundo accionista de Popular, por detrás de la Sociedad General Financiera y Fiduciaria, que engloba la Sindicatura de accionistas y cuya participación asciende al 9,873%. Ahora el segundo puesto lo ocupa Caisse Fédérale de Crédit Mutuel, con un 4,061%.
Además. los bajistas AQR Capital y Oceanwood Capital Management han reducido -ligeramente eso sí- sus posiciones en el estreno de este mes hasta el 0,69% y 0,90% respectivamente. Pero aún así sigue contando con siete bajistas -incluyendo esos dos- y con la Sindicatura de Accionistas 'tradeando' a base de bien como contó este diario la semana pasada.
Borja Rubio, responsable de intermediación bursátil en España de Orey Financial, reconoce a este diario que "los rumores de rescate, aunque intentan ser barridos, retumban en la cabeza de los inversores". Si el Banco Popular optara por ampliar capital -una de las tres opciones junto con la fusión antes de evitar el rescate-, el experto se pregunta "¿a quién puede convencer cotizando en mínimos históricos de que respalde una enorme llegada de papel? Es complicado, porque los actuales accionistas no quieren más diluciones de las ya sufridas durante estos años y el tamaño de la posible ampliación".
Caso de concretarse la ampliación, la tercera en los últimos cuatro años, entiende que sería superior a su actual capitalización bursátil (entorno a los 2.100 millones de euros). "De hecho, podría ascender a 6.000 millones de euros para elevar el CET1 del 7,3% al 12%, y el ratio de cobertura de NPA al 51%", advierte.
Bankia y Banco Santander se perfilan como salvadores privados de Banco Popular pero desde Orey Financial "descartamos de momento una operación de fusión con Bankia, a no ser que el banco sea intervenido. Desde el punto de vista de Santander, Popular sería un activo que le daría más cuota a nivel nacional, pero todo dependerá del precio que se pueda pagar en la operación". Rubio tiene claro que "todo lo que sea pagar más de 0,5–0,6 veces su valor en libros, nos parecería elevado. En cualquier caso, si se diera una operación corporativa, no creemos que comportara una prima".
Por último, y en caso de que el 'Popu' fuera intervenido por las autoridades comunitarias, "sería el primer caso importante a nivel europeo desde la integración de la unión bancaria y aún no está claro el funcionamiento del fondo de rescate. En este caso, asistiríamos a un escenario parecido al ocurrido con Bankia, con una fuerte dilución sobre los actuales accionistas y con parte de los bonistas convertidos a accionistas".
Para terminar, el experto de Orey Financial recomienda a todos aquellos que estén dentro del valor "mantener las posiciones, mientras que las posibles entradas que se quieran hacer en el valor deben tener controlado muy bien el riesgo que se quiere asumir, por la elevada volatilidad a la que está sometido".