VALÈNCIA. La hora del vermut, la exposición efímera e independiente organizada y gestionada por los propios artistas participantes, sin intermediarios y sin ánimo de lucro, se
celebra por tercera vez en la ciudad de Valencia. Será los próximos días 20 y 21 en el Palacio de los Condes de Alpuente, coincidiendo con Abierto Valencia.
"Este proyecto nace de las inquietudes de un grupo de artistas que deciden colaborar siguiendo una misma línea de trabajo, con objeto de dar visibilidad a las últimas propuestas de la pintura contemporánea", explican desde la organización. El carácter efímero de la muestra, pretende generar un marco experimental y de simbiosis que servirá para crear un diálogo entre la obra, el público, los artistas y el propio espacio expositivo.
Desde su nacimiento, este proyecto se ha querido alejar de lo que consideran los "tradicionales programas de exposiciones temporales", y se ha presentado como una iniciativa que recoge lo mejor del arte contemporáneo actual de la escena alternativa de València.
Así, este año se podrá ver una de las últimas exploraciones de Enrico Della Torre, el diálogo entre pintura y fotografía de María Tinaut, las últimas intervenciones urbanas de Luce, la abstracción de los colores de José Luis Cremades, la presencia de la brocha en los lienzos de Nelo Vinuesa, las geometrías de Manu Blázquez, los negros de Álex Marco y también los de Alberto Beltrán, así como el color Victoria Iranzo o Antonio González.
Toda la obra expuesta ha sido realizada por un colectivo de artistas que quieren, a través de su trabajo, poner de manifiesto el valor de los proyectos que funcionan en paralelo a la agenda oficial y darlo a conocer al público. Así, los factores económicos y las propias reglas del mercado se quedan al margen, "favoreciendo nuevos argumentos artísticos que no están influenciados por los mecanismos habituales".
Tras haber pasado por la Escuela Lateral y por el estudio del artista Álex Marco, este año el evento se celebrará en el Palacio de los Condes de Alpuente. "Una de las claves esenciales del proyecto es el espacio donde este se realiza, nos interesan lugares emblemáticos de la ciudad, caidos en deshuso, que tratamos de reactivar mediante el diálogo con las obras de arte. Tanto la ubicación del palacio, como su carácter histórico lo convierten en unmarco inmejorable", explican desde la organización. Y añaden: "la singular arquitectura del patio interior, así como el dinamismo que generan las columnas y los arcos,permiten la articulación de una serie de pinturas de gran formato, generando un discurso expositivo específico en el que tradición, historia y modernidad se dan la mano".
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