El productor valenciano Carlos López lidera un equipo completamente valenciano para crear Eixida, un cortometraje que exhibe la ansiedad en los mayores a través de los ojos de Olivia, una mujer que sale a la calle en plena “odisea mental”
VALÈNCIA. “Quiero salir de aquí, pero no puedo”, es probablemente uno de los pensamientos más recurrentes en un momento pico de ansiedad. El “aquí” puede referirse a muchas cosas: al lugar en el que se encuentra la persona, el momento, o a veces incluso a la propia mente. Eixida busca ese escape del momento horror, en el que parece que la vida pende solo de un hilo. En unos siete minutos y medio se cuenta un relato estremecedor: Olivia busca la manera de salir a hacer un recado simple sin morir ahogada en el intento, en la calle cientos de peligros aguardan. A la historia le da vida Inma Sancho (L’Alquería Blanca, Tarde para la ira, Visitante) quien cuenta la historia del infierno mental de la protagonista, que se ve sumido una espiral de ansiedad constante a causa de su agorafobia
Para la ansiedad no hay una edad determinada, en cualquier momento una persona la puede sufrir por situaciones adversas. Hasta los que no se lo esperaban tuvieron que enfrentarse al "monstruo mental" durante el confinamiento. Este fue el caso del director del documental en tono de ficción, Llorenç G Estellés, quien en mitad de la pandemia tuvo un pico grave, que le inspiró a crear este guión. Él mismo fue quien contactó con la actriz Inma Sancho, a quien se imaginaba en el papel de Olivia. Cuando Sancho recibió el guión no se sintió del todo identificada, ya que su ansiedad se expresaba, en ese momento, de otra manera, pero sí que supo ver el tema subyacente a todo: “Yo soy un personaje público, y el tema del exterior lo llevo diferente, sin embargo cuando conocí a Llorenç pude ver que la ansiedad que vive un chaval de 30 estaba transformada, dentro del guión, en la historia vital de una mujer de 60”.
Sobrepasando ese límite el corto revisiona por completo el tema de la salud mental en la tercera edad, momento en el que no se valora que pueda existir un tipo de ansiedad, ya que el concepto se asocia más con los jóvenes: “Al llevar este tema a una persona mayor el corto te hace que contemples el mundo de otra manera. Te hace replantearte hasta el espacio de la ciudad que te rodea, como sucede en este caso concreto”, comenta Sancho, “la ciudad no siempre recibe a todo el mundo con las puertas abiertas, a veces es como una yincana infinita que no siempre está adaptada para los mayores”. Todo ello se expresa, principalmente, a través del trabajo de sonido. Para Sancho el reto real estuvo en aprender a respirar como una persona en pánico, llegando incluso a doblar varias escenas sobre el metraje original: "Al final la respiración es lo que más te conecta con la verdad, en el caso de Eixida era clave que fuera muy acorde con la imagen y el momento".
El cortometraje cuenta con un tinte totalmente valenciano, no solo está grabado enteramente en Emili Baró sino que además cuenta con un equipo 100% local. Desde la dirección de fotografía, a cargo de María Bustos, hasta la edición a manos de Iván Moreno pasando por un equipo de más de cincuenta valencianos que sacaron a flote el proyecto. La financiación corrió también a mano de los ciudadanos, ya que se hizo a través de una plataforma de crowfunding, en suma a lo aportado por el productor Carlos López: "Es un proyecto en el que merece la pena invertir, estamos muy felices con la acogida que tuvo, tanto en el día del estreno como durante el proceso de realización. Merece la pena por la calidad de la historia y por el cariño que se ha puesto en el corto".
Además del equipo humano se encuentra el escenario, todos los comercios que aparecen en el cortometraje no pidieron nada a cambio tras el rodaje: "Agradecemos la implicación que tuvieron todos aquellos que colaboraron con el documental. No hay dinero para las subvenciones y los equipos de trabajo están muy petados, cualquier detalle de este tipo se agradece mucho". Al final tanto por cercanía como por implicación en el proyecto el equipo acaba conformando una "familia", por tópico que suene, en la que cuando todo encaja el proceso de posproducción es tan solo un trámite más, ya que el resto del trabajo ya está hecho. Finalmente, y contemplando el resultado, López reflexiona sobre la materia humana del guión: "Tras ver el cortometraje una psicóloga nos agradeció el trabajo bien hecho. Da gusto ver que hemos podido plasmar fielmente lo que buscábamos".
La cinta, dirigida por Javi Polo (The Mistery of Pink Flamingos), parte de una idea original de Juanjo Moscardó y está protagonizada por los dos científicos de València que durante años tomaron el pelo a la comunidad pseudocientífica
El director y guionista valenciano Iván Fernández de Córdoba presenta Quieto Billy, un cortometraje rodado enteramente en València y que está ahora proyectándose por festivales con posibilidad a ser preseleccionado para los Goya. El cortometraje podrá verse proyectado en el festival ACICOM de València del 10 al 19 de octubre y el próximo 28 de octubre en los Cines Lys, en la sección oficial de la XVI Edición de Cortocomenius