VALÈNCIA. (EP) La inflación provocada primero por la pandemia y posteriormente por la guerra en Ucrania ha desencadenado un incremento medio del 33% en los costes de las obras, en muchos casos inasumibles para las empresas. Tanto es así que hasta septiembre de este año solo en la Comunitat Valenciana se han quedado 209 licitaciones desiertas por valor de 92,3 millones de euros. A nivel nacional, la cifra asciende a 1.455 actuaciones sin ejecutar por valor de 653 millones de euros.
Esta cifra representa en torno al 8% del total de proyectos que se ejecutan cada año, a los que las empresas no se presentan por la falta de actualización de precios por parte de las administraciones públicas y que se encuentran por debajo de los actuales precios de mercado.
Así lo ha dado a conocer la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), a partir de los datos que les facilitan sus asociados, que cifran en 448.000 euros el presupuesto medio de obra que se ha quedado desierta este año, afectando principalmente a pequeños y medianos proyectos.
En concreto, pese a los decretos aprobados por el Gobierno para que se revisen los precios, el 95% de los obras queda fuera de esta medida. Además, según la patronal, la Administración General del Estado ha planteado llevar al Tribunal Constitucional a las comunidades autónomas que han propuesto mejorar o extender el sistema de revisión de precios.
La organización ha apuntado que el principal problema de contar con concursos a los que no se presenta ninguna empresa es que se paraliza la senda programada para el cumplimiento de los objetivos europeos, que es necesario cumplir para poder seguir accediendo a la financiación y acometiendo proyectos.
Sumando los datos del último año, entre octubre de 2021 y enero de 2022, los contratos desiertos ascienden ya a 1.939, con un presupuesto de 882 millones de euros, a lo que se añaden las obras que se están pensando en abandonar por no poder hacer frente al alza de precios.
En concreto, la comunidad autónoma más afectada es Cataluña, donde el número de obras desiertas ha sido de 378, representando un volumen económico por encima de los 130 millones. Por número de licitaciones desiertas, le siguen Castilla-La Mancha (226 obras valoradas en 101 millones), Comunitat Valenciana (209 licitaciones por 92,3 millones), y País Vasco (168 licitaciones desiertas con un agujero de más de 62 millones).
Algunas de las obras a las que no se ha presentado ninguna empresa han vuelto a licitarse con casi el doble del presupuesto y, esta vez, sí han tenido empresas interesadas, como el caso del Hospital Universitario de Cabueñes, que salió primero por 36 millones de euros y posteriormente por 65 millones.
En Castilla-La Mancha, la rehabilitación del antiguo hospital del Carmen, de 28 millones de euros, ha quedado desierta, como también lo ha hecho la plataforma intermodal de Puerto Seco en Castilla y León, de 13 millones de euros, entre otras muchas obras en toda
España.
Pese a que en este contexto de incertidumbre es difícil hacer previsiones, la CNC no espera que los precios de los materiales vayan a moderarse en los próximos meses, como sugiere el índice de precios industriales. Algunos materiales han experimentado caídas pero siguen por encima de los anteriores a la pandemia y otros caen y vuelven a subir dada la elevada volatilidad.
Por todo ello, la patronal ha urgido al Gobierno a que actualice las medidas incluidas en el decreto de revisión de precios para que se pueden incumplir más obras, más materiales y menos condiciones con el objetivo de solucionar el problema, ya que cada licitación desierta es empleo que no se está creando.