ALMA LIBRE

El Amazonas pasa por València y a su paso nos deleita con el Açaí

| 08/09/2023 | 4 min, 52 seg

“Alma Libre” es el embajador de la baya del Açaí  en el Mediterráneo, y aunque ya hizo furor hace casi una década cuando Carlos Ballaminut y Camila Barrios introdujeron la baya milagrosa (antioxidante, anticancerígena, digestiva, hipocolesterolemiante, energética, tonificante) hoy sigue siendo un restaurante vegano deleitoso, que ha crecido en diversidad y delicias y merece ser renombrado otra vez.  Su lema “True Soul” mantiene vivo un espíritu trendy gastronómico y hasta licencioso.

Exactamente junto a las Torres de Serrano y los Jardines del Turia, en la calle de Roteros, se encuentra el nuevo restaurante Alma Libre que en su momento abrió en un pequeño espacio en la Calle del Reposo 3 con la única pretensión de dar a conocer esta baya exótica —originaria de las profundidades de la selva tropical—, que había conquistando los corazones y las papilas gustativas de medio mundo, no solo debido a sus propiedades nutricionales excepcionales sino a su sabor único que se vuelve lujurioso y misterioso.

Y es que algo enigmático tiene este frutillo que permanece, aunque otras bayas pseudo milagrosas hicieron su apogeo, el auge les duró menos que su aparición.

Alma Libre se ha establecido con su baya en Valencia, Madrid y Barcelona con sus concurridos restaurantes y  con un cosa que me flipa de este endemoniado frutillo trans, la versatilidad en la cocina para elaborar igual helados, postres dulces o salsas saladas y picantes.


Hay un punto donde la selva tropical, el Mediterráneo y New York se encuentran en los fogones de Alma Libre, que ahora trasciende su merecida fama por el fruto amazónico y se rinde a la comida healthy green, y es su deliciosa carta. Soy una de esas forofas veganas, exigentes, que le cuesta repetir restaurante a menos que me sorprenda y me mate la curiosidad por una receta que no consigo descifrar en el paladar, y me pasa aquí, con los icónicos hot dogs  al estilo neoyorkino, all vegan of course.

La mezcla de los sorbetes  exóticos y los perritos con las salsas indescifrables me recuerdan a los clásicos Gray's Papaya en Central Park con la diferencia que las frankfurt valencianas están hechas a base de proteínas vegetales como tofu y seitan y se llevan un plus en ecológicas y saludables, y lo mejor, nadie nota la diferencia, eso sí, acompañadas de las bravas muy mediterráneas y la salsa picante de Açaí que me vuelve loca.

La última vez pedí un perrito BERLIN, que en la carta pone “el más rico del mundo”, muy clásico, con la cebollita crujiente, tomate rallado y una veganesa de albahaca, que ¡dios¡ Cómo le meterán la albahaca, sabe a huerta fresca. Pero la curiosidad mató al gato, se me fueron los ojos con el plato que llevaba la camarera a la mesa de al lado y no pude resistir preguntarle ¿que se está comiendo el hombre de al lado? Se trataba del perrito DF, aun no lo he probado, lo tengo pendiente grabado en el encefalograma, y es que todo lo que lleve pico de gallo y aguacate smached con nachos de maíz me sabe a abuelos. También tienen el perrito Munich, vamos que un poco más y la carta parece la sede de la ONU.


El brunch se extiende hasta las 14:00 “almuerzo obligado del fin de semana”, y de nuevo empieza la función con la variedad,  diferentes hummus al que le vas agregando extras de toppings. Bowls que resultan una comida completa,  con cereal en grano, proteína y verduras.

La oferta es tan amplia y exquisita que te asalta la indecisión. Te recomiendo el bowl Teide, con arroz rojo, garbanzos especiados, tofu marroquí, aguacate, lombarda y ensalada verde, como no con la vinagreta Açaí, es que de verdad en vez de perejil de toda salsa es Açaí de toda salsa, pero ¡qué gusto da!

Pasemos al plato fuerte, las burguers veganas. No tienen comparación. Totalmente caseras e ingeniosas, divertidas, superrrr saciantes y nutritivas. Tengo un amigo  sibarita que no se cuida un duro y cuando quedamos para hacer una comida casual, me dice llévame a comer la burguer de tempeh y arroz rojo del restaurante lechugas —como llama él a mis opciones verdes—. Tienes que probarla, va acompañada de las bravas mencionadas, un pan blandito y crujiente y sus salsas embrujadas que te hacen adicto.


La happy hour es de 17:00 h. a 19:00 h,  cuando da el bajón de glucosa. Allí te rindes a sus limonadas caseras, las bebidas detox, la cerveza artesana Alma Libre  y la repostería sin gluten.

Todos los productos los puedes adquirir en la tienda online y también pedir la comida a domicilio.

EL restaurante es más que un sitio para comer, es un proyecto que ofrece iniciativas sostenibles, como el plan camaay. Desde Alma Libre crearon  una guardería en Manchock Oku (Camerún), que brinda servicios humanitarios y de apoyo a niños vulnerables de madres adolescentes.

Colabora con la asociación reforesta, para la recuperación de la vegetación en España.

Apoyan y patrocinan el deporte femenino, eligieron a 5 deportistas, Claudia Zornoza (jugadora de fútbol profesional del Real Madrid), Berta Pujadas (jugadora de fútbol profesional del Valencia CF), María Salvo (Biker profesional y copilota de Rally), Julia Figueroa (Judoka profesional) y Sarai Gascón (Nadadora paralímpica).

Además promueven eventos interesantes, intercambio de ropa que ya no utilices, practicas de yoga, conciertos, etc. Visitalos en www.almalibreacaihouse.com

En realidad todo el emprendimiento parece rezar “True Soul”

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