VALÈNCIA (EP). El Bono Cultural Joven suma en la Comunitat Valenciana, hasta el pasado marzo, un total de 108.850 operaciones por una cuantía de 3.931.997,6 euros, mientras que en el conjunto del país las operaciones se elevaron a 911.267-supone un aumento del 24,82% respecto al total acumulado el mes anterior-y el importe total de compras en los establecimientos adheridos se situó en 32.907.584 euros, cifra un 18,56% superior que el registrado en marzo.
La totalidad de estas operaciones revierte de manera directa en el sector cultural, a través de las entidades culturales que participan en el programa.
Por provincias, Valencia contabilizó 60.713 operaciones por 2.226.533,3 euros, Alicante 36.990 operaciones por 1.358.515,7 euros y Castellón 11.147 operaciones por 346.948,6 euros.
En cuanto al número de beneficiarios del Bono Cultural, la Comunitat Valenciana tiene un total de 31.696, con el 59,83% de solicitudes aceptadas: 17.651 en Valencia (64,3% de solicitudes aceptadas), 10.694 en Alicante (54,81%) y 3.351 en Castellón (55,68%).
Durante abril, los beneficiarios a nivel estatal realizaron 181.195 usos con el Bono Cultural Joven. El valor de las operaciones ascendió a 5.152.077 euros en dicho mes. Las operaciones registradas hasta el 30 de abril se distribuyen entre artes en vivo, con un 58,5% del gasto; bienes culturales en soporte físico, que representan el 30,1% del total; y productos en soporte digital, con un 11,4%.
Desde su puesta en marcha, el Ministerio de Cultura y Deporte está recogiendo y analizando los datos de uso del Bono Cultural Joven, que permitirán conocer hábitos e intereses culturales de la juventud en España.
En cuanto a la distribución por el tamaño de los núcleos de población, las localidades de menos de 50.000 habitantes acumulan el grueso de las operaciones, un total de 371.340; frente a las 210.772 en ciudades de más de 50.000 habitantes; y las 319.424 en capitales de provincia.
A 18 de mayo, se contabilizaban 2.934 empresas adheridas (algunas con múltiples establecimientos de venta en el territorio español), un 1% más que en marzo. Esto se traduce en más de 3.000 puntos de venta, físicos y online, disponibles (consulta aquí el mapa), a las que se suman otras 69 solicitudes actualmente en tramitación. El plazo de adhesión de empresas permanece abierto.
A partir de la concesión de la ayuda, los jóvenes disponen de un año para utilizar los 400 euros en productos o servicios culturales. El Bono Cultural Joven funciona con una tarjeta de prepago que emite Correos y que el beneficiario puede tener de forma virtual en su móvil o recibir de forma física en su domicilio.
Con esa tarjeta puede disfrutar de experiencias y productos culturales, que se dividen en tres tramos para favorecer la diversificación de la inversión, con la siguiente distribución: 100 euros para productos físicos, por ejemplo, libros, prensa o discos; 100 euros para productos digitales, como prensa digital, podcast o videojuegos en línea, 200 euros para artes escénicas: teatro, ópera, cine, danza, museos o espectáculos taurinos.
El objetivo del Ministerio de Cultura y Deporte con esta iniciativa pionera tiene un doble sentido: por un lado, muestra el interés de un amplio espectro de la población joven española por la cultura, que esta iniciativa ayuda a fidelizar como público y consumidor cultural de cara al futuro; y, por otro lado, ofrece un respaldo adicional al sector cultural para recuperarse de la crisis, con una inversión superior estimada próxima a los 112 millones de euros.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 20 de marzo, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Real Decreto que regula el Bono Cultural Joven para 2023.
La ayuda de 400 euros está dirigida a los 500.000 jóvenes que cumplen 18 años durante este año y que podrán destinar a la adquisición y el disfrute de productos, servicios y actividades culturales.
Por segundo año consecutivo, el Gobierno impulsa una iniciativa pública que pretende fomentar el acceso universal y diversificado de las personas jóvenes a la cultura, generar y afianzar hábitos de consumo de productos cultural, crear nuevos públicos, estimular la demanda y fortalecer y consolidar la revitalización del sector cultural en España.