VALÈNCIA. Hace más de tres meses, el Consejo Rector de la Corporación Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) solicitó a los grupos parlamentarios que integran el Botanic -PSPV, Compromís y Unides Podem- que nombrase a Mar Iglesias presidenta del ente para superar la situación de interinidad en la que se encuentra desde que su predecesor, Enrique Soriano, abandonara el cargo y ella tomara las riendas de À Punt.
Una petición que los grupos del tripartito no tienen prisa en resolver. Socialistas, valencianistas y morados admiten a este diario que no se han reunido desde entonces para hablar de esta cuestión, si bien sí que lo han hecho por otros motivos. Pero tampoco parece que lo vayan a hacer o, si esto ocurre, que se vaya a resolver de forma satisfactoria para Iglesias.
No en vano, la petición que remitió la CVMC al Parlamento valenciano no cayó del todo bien a algunos miembros del Botànic. Especialmente al PSPV, grupo que recuerda que la radiotelevisión valenciana es independiente y Les Corts también lo son para nombrar a quien vean oportuno para el puesto "y no por petición" para resolver 'ad hoc' una situación de interinidad.
Pero, ¿cuál es realmente el problema con el nombramiento de Iglesias? Desde que la actual presidenta en funciones asumió el cargo tras la salida de Soriano, esta sigue percibiendo dietas por cada reunión a la que asiste como ya hacía cuando era vocal y vicepresidenta del Consejo Rector, pero no un sueldo que le permita dedicarse en exclusividad al puesto.
Para cobrar el salario equivalente al de un secretario autonómico como tenía Soriano es imprescindible que cuente con un contrato de alta dirección -algo que Abogacía de la Generalitat ya advirtió a Presidencia que no podía hacer en su caso porque al ser presidenta en funciones no podía acometerse- o, en su defecto, ser elegida por el Parlamento valenciano como presidenta para ser nombrada como tal como en su día se hizo con Soriano y superar la barrera de los dos tercios.
Cuando se planteó tal dilema, Iglesias llegó a plantear un ultimátum al Consell, tal y como reconocen fuentes consultadas por este diario, para que le formalizaran el contrato de alta dirección y así percibir un salario. De no ser así, dejaría la Presidencia en funciones de la cadena.
Así, cabe recordar que Mar Iglesias asumió la Presidencia con la intención de solicitar una excedencia en la Universidad de Alicante -donde trabaja- para poder dedicarse en exclusiva al puesto que desde hace ya más de cuatro meses ocupa. De hecho, fuentes de la Corporació trasladaron a este diario que no contemplaba dedicarse a su nueva responsabilidad a tiempo parcial.
Al no obtener respuesta favorable del Consell, ni de Abogacía, la CVMC dirigió sus ruegos a los grupos parlamentarios de Les Corts. Pero la petición, de momento, sigue sin atenderse. Mientras Compromís -grupo parlamentario que la propuso para formar parte del órgano en 2016 en sustitución del Consell Audiovisual, órgano aún por formar- considera que se encuentra en una situación de desventaja por no ver resuelta su interinidad, fuentes socialistas insisten en que el Parlamento es independiente, les corresponde a ellos proponer candidato y, además, en cuanto nombren al Consell del Audiovisual, Iglesias quedaría fuera del Consejo Rector y no tendría sentido nombrar a alguien que tarde o temprano acabará fuera de À Punt.
Precisamente, el nombramiento de Iglesias lleva caducado desde el 2 noviembre de 2019. Entonces, los nombramientos de cuatro de los nueve consejeros de À Punt caducaron. Fue el caso del vocal propuesto por el PSPV, Marc Pallarés; el elevado por el PPCV, Vicente Cutanda; el de Compromís, Rafa Xambó; y Mar Iglesias. Una renovación -o en su defecto revalidación, ya que la normativa no impedía volver a presentar a los mismos candidatos- a la que obliga la ley de creación del ente.
La norma especificaba en su artículo 14.6 que el Consejo Rector debía "renovar parcialmente cada tres años, cinco y cuatro consejeros o consejeras, simultaneándose esta última renovación con la de la Presidencia". Teniendo en cuenta que el órgano se compuso en octubre de 2016, en mayo de 2019 se realizó un sorteo para elegir a qué cuatro consejeros cambiar y resultaron electos Pallarés, Cutanda, Xambó e Iglesias.
El órgano, sin embargo, sigue sin constituir y tampoco parece que haya prisa en formarlo. En el PSPV, explican, esperarán a que Presidencia de la Generalitat designe a los dos candidatos que le corresponde, ya que estos nombramientos condicionarán el resto, los cinco miembros que tiene que nombrar la Cámara, para, entre otras cosas, cumplir con la obligada paridad. Pero también admiten que esta cuestión no es prioritaria, con la pandemia actual, para Ximo Puig, por lo que la designación podría demorarse. Una vez constituido, el presidente del Consell Audiovisual pasaría a formar parte del Consejo Rector e Iglesias debería abandonar la CVMC.
Entre otras funciones, el órgano tiene competencias para "intervenir en el proceso de adjudicación de licencias" de radio y de TDT y debe "abrir una convocatoria pública y seleccionar a un máximo de tres candidatos o candidatas" a la Presidencia de la CVMC. Es decir, que es el órgano al que corresponde dar el primer paso para nombrar un presidente o presidenta de la cadena, a diferencia de ahora, que son los grupos del Botànic -el PSPV en particular- quien busca un candidato.