VALÈNCIA. Los tropiezos en À Punt continúan. El nonato Consell Audiovisual de la Comunitat Valenciana podría complicar todavía más la formalización de un contrato de alta dirección a la nueva presidenta en funciones de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), Mar Iglesias.
Hace apenas dos semanas, Enrique Soriano renunció a la Presidencia de la cadena, tal y como había comunicado al jefe del Consell, Ximo Puig, en agosto de 2019. Un cargo que dejó tras cuatro años al frente de la nueva radiotelevisión valenciana y asumió el pasado 8 de enero la hasta entonces representante en el Consell del Audiovisual en el Consejo Rector de À Punt, Mar Iglesias, de forma transitoria hasta que el PSPV proponga un nuevo candidato para el puesto que reciba el apoyo de Compromís y Unides Podem.
Como ya informó este diario, Iglesias percibiría dietas por cada reunión a la que asistiera, como ya hacen todos los vocales del Consejo Rector. Esto es porque para cobrar el salario equivalente al de un secretario autonómico como tenía Soriano sería imprescindible que Presidencia de la Generalitat autorizara un contrato de alta dirección.
Sin embargo, fuentes del Palau trasladaban ya la semana pasada a este diario que existían serias dudas legales de que pudieran realmente validar un contrato de alta dirección en su caso, ya que no fue elegida por Les Corts Valencianes y actualmente ocupa el cargo de forma interina. Una circunstancia que, en caso de no resolverse, podría acabar con la propia Iglesias renunciando al puesto para volver a ejercer como vocal del órgano de dirección. Decisión que, según fuentes del Gobierno valenciano y del Consejo Rector de À Punt, habría planteado ella misma la semana pasada.
Ahora bien, a la espera del informe jurídico que dirima si Presidencia podrá hacerle o no un contrato de alta dirección, existen otras cuestiones que podrían dificultar que esto se produzca: el nombramiento de Iglesias lleva caducado desde el 2 noviembre de 2019. Una designación que no se renovó porque la actual presidenta ocupaba el puesto de representación del Consell Audiovisual, órgano todavía por constituir a pesar de que cada año cuenta con partida presupuestaria para ponerse en marcha.
Así, conviene recordar que en noviembre de hace un año, los nombramientos de cuatro de los nueve consejeros de À Punt caducaron. Fue el caso del vocal propuesto por el PSPV, Marc Pallarés; el elevado por el PPCV, Vicente Cutanda; el de Compromís, Rafa Xambó; y Mar Iglesias. Una renovación -o en su defecto revalidación, ya que la normativa no impedía volver a presentar a los mismos candidatos- a la que obliga la ley de creación del ente. La norma especificaba en su artículo 14.6 que el Consejo Rector debía "renovar parcialmente cada tres años, cinco y cuatro consejeros o consejeras, simultaneándose esta última renovación con la de la Presidencia". Teniendo en cuenta que el órgano se compuso en octubre de 2016, en mayo de 2019 se realizó un sorteo para elegir a qué cuatro consejeros cambiar y resultaron electos Pallarés, Cutanda, Xambó e Iglesias.
En aquel momento, el PSPV y el PPCV mantuvieron a sus representantes en el Consejo Rector. En aquel trámite, Compromís sustituyó a Xambó por Rosa Yagüe. Sin embargo, Iglesias no pudo revalidar su nombramiento porque ocupa el puesto que le corresponde al Consell Audiovisual, que en mayo cumplirá tres años sin haberse constituido.
Desde entonces, un año y tres meses después, se encuentra en funciones sin que el Gobierno valenciano haya hecho nada por conformar el organismo que, entre otras cuestiones, tiene competencias para "intervenir en el proceso de adjudicación de licencias" de radio y de TDT y debe "abrir una convocatoria pública y seleccionar a un máximo de tres candidatos o candidatas" a la Presidencia de la CVMC. Es decir, que es el órgano al que corresponde dar el primer paso para nombrar un presidente o presidenta de la cadena, a diferencia de ahora, que son los grupos del Botànic -el PSPV en particular- quien busca un candidato. El inconveniente de la interinidad para formalizar el contrato de alta dirección se agranda.