El periplo administrativo que le queda al PAI de Benimaclet

VALÈNCIA. El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de València, Juan Giner, daba a conocer a los vecinos este lunes la nueva propuesta de Metrovacesa para el futuro PAI de Benimaclet. Un diseño que ha buscado aunar las sensibilidades de los vecinos con las propuestas del arquitecto José María Ezquiaga, contratado por el consistorio en la pasada legislatura para diseñar un nuevo programa. De esta forma, el planeamiento presentado por la compañía dibuja un nuevo esquema que, como novedades, incluye más de 700 viviendas VPO, un gran pulmón verde y acota el grueso de la edificabilidad en los extremos del sector. 

Sin embargo, esto solo es el principio de un largo camino administrativo en el que habrá cambios y que culminará con el diseño definitivo de esta área de la ciudad, de 269.775 metros cuadrados de superficie. De hecho, existen varios suelos, con un uso definido urbanísticamente, pero no delimitados y que se concretarán precisamente durante el trámite que le queda pendiente. Por tanto, aún queda tiempo para que las grúas entren a trabajar sobre el terreno. Y no será algo inminente.

Lo que ahora se ha presentado es el nuevo plan de la promotora para Benimaclet, pero que sufrirá modificaciones a lo largo de las etapas administrativas que todavía debe superar. Y no son pocas. Una de ellas será la exposición pública para que agentes implicados hagan sus alegaciones. Por el momento, la Asociación Vecinal de Benimaclet ha aplaudido algunos de los cambios introducidos, como que las edificaciones estén "en los extremos", aunque reivindica "una rebaja ostensible de la edificabilidad". 

Y es que la actual propuesta para Benimaclet proyecta mantienen las 1.345 viviendas proyectadas sobre este enclave, que linda con la Ronde Norte de València. De ellas, el 30%, es decir, unas 400 unidades, serán VPO a las que se sumarán otras 350 de dos parcelas para dotaciones públicas que el Ayuntamiento ha decidido reservar para uso residencial. Otra modificación sustancial es que se ha concentrado la edificación residencial más grande y el grueso del terciario en los extremos, por lo que los inmuebles frente a las rotondas de la Avenida de Cataluña y la Avenida de Alfahuir serán los de mayor altura, entre 20 y 25 plantas. El resto de edificios de la franja central tendrá 8 pisos.

Además, se ha reducido en más de 15.000 metros cuadrados la superficie de uso privativo, lo que permitirá más espacios públicos y zonas verdes, que aumentan en más de 20.000 metros cuadrados respecto al planeamiento inicial. También se proponen nuevos equipamientos a lo largo de todo el área, con un mercado de proximidad, instalaciones deportivas, dotaciones educativas y diferentes espacios multifuncionales, que se complementan con la recuperación de las alquerías de Casa Tello y Casa Bolea. 

¿En qué punto está el proyecto? 

En este momento, el proyecto está en la Conselleria de Medio Ambiente para su evaluación ambiental, tras superar algunos escollos. Pero antes de llegar a este punto cabe recordar el punto de partida que se inició hace unos meses con la decisión del Ayuntamiento de iniciar su tramitación. Fue después de que en mayo del año pasado, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) fallara a favor de Metrovacesa en su recurso contencioso-administrativo contra la decisión del consistorio del gobierno de Joan Ribó de inadmitir su proyecto en el PAI de Benimaclet. Una decisión judicial que obligaba al consistorio municipal a tramitar la propuesta de la compañía. 

No obstante, había que tener en cuenta las ideas de Ezquiaga, que se había adjudicado un contrato público, durante el gobierno de Compromís y PSPV por valor de 230.000 euros, para definir el programa en Benimaclet y dar una solución a este 'trozo' pendiente de desarrollar del' cap i casal'. Por tanto, al ser un encargo público debía quedar plasmado en la nueva alternativa de la promotora.

Lo cierto es que el equipo de Urbanismo y el experto estuvieron trabajando para sumar ambas propuestas y que fueran incorporadas por la promotora para modificar su plan inicial, vigente desde 2003. Así también lo acordó en septiembre la Comisión de Urbanismo, que aprobó, con los votos de PP, PSPV y VOX y la abstención de Compromís, seguir con la tramitación del PAI. En ese momento se acordó dar traslado a la mercantil de los estudios y análisis que sobre el desarrollo del sector había realizado el experto en arquitectura.

Desde entonces y hasta enero de este año, Metrovacesa ha estado trabajando en el nuevo diseño, presentado este lunes a los vecinos. Una nueva iniciativa que, efectivamente, incorpora retoques planteados por el experto y los vecinos y que hace unas semanas el concejal Juan Giner elevó a la Conselleria de Medio Ambiente para su evaluación ambiental estratégica. Y es en este departamento donde está en este momento y permanecerá unos meses. Como pronto, podría estar resuelto a mediados de este año para seguir aún su camino administrativo.

¿Qué queda pendiente?

Una vez se conozca la evaluación ambiental estratégica, el siguiente paso será atender las consideraciones de Medio Ambiente, en caso de existir, para que sean subsanadas por Metrovacesa y adaptar así el proyecto. Entonces se emitirá un informe ambiental para la redacción de una nueva versión preliminar, que saldrá a exposición pública para recoger las alegaciones de las diferentes asociaciones vecinales y actores implicados, como las administraciones públicas. En esta fase, Movilidad, Urbanismo y otros departamentos afectados por el desarrollo deberán hacer sus preceptivos informes.

Después de esta etapa de alegaciones e informes, la promotora deberá redactar su propuesta final, tras los posibles cambios pertinentes. Este programa se elevará al Pleno del Ayuntamiento de València para su aprobación definitiva. Los plazos son inciertos, ya que dependerá de la evaluación de Medio Ambiente y cómo se vayan superando etapas. No obstante, el periplo burocrático será largo y, como mínimo, el PAI de Benimaclet definitivo no verá la luz antes de un año y medio.

Por tanto, el diseño presentado en este momento no es la fotografía definitiva de cómo quedará este enclave valenciano. Sufrirá cambios, aunque cierto es que las bases ya han quedado establecidas y lo que ha quedado claro es que el sector contará con 1.345 viviendas nuevas, zonas comerciales, dotaciones públicas y grandes espacios verdes con el objetivo de sacar nueva oferta al mercado, generar actividad y culminar este barrio de la ciudad.