Metrovacesa rediseña su plan en Benimaclet: 1.300 viviendas, pero menos alturas y más zonas públicas

VALÈNCIA. Metrovacesa rediseña su concepto para el futuro PAI de Benimaclet. La compañía ha incluido propuestas del plan elaborado por el arquitecto José María Ezquiaga, por lo que que, aunque mantiene las 1.300 viviendas que proyectó en su día en los terrenos que lindan con la Ronda Nord, ha acabado finalmente reduciendo las alturas de los edificios y la superficie de uso privativo, aumentando así los espacios públicos, según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras del proyecto. Sin embargo, aun queda un largo periplo administrativo antes del visto bueno definitivo. En este momento, la iniciativa está en manos de la Generalitat para su evaluación ambiental.

La voluntad de la compañía con estas modificaciones ha sido conseguir superar los trámites administrativos pendientes y lograr el mayor apoyo social a un desarrollo que en los últimos años había suscitado cierto rechazo social por parte de asociaciones vecinales de la zona y generado notorias y públicas discrepancias entre Compromís y PSPV, socios en el anterior gobierno municipal. Un recelo que mantuvo paralizada la actuación durante años y llevó a la compañía a judicializar el bloqueo. Finalmente, los tribunales le dieron la razón y mantuvieron su condición de agente urbanizador, obligando al consistorio municipal, ya bajo el poder del PP, a tramitar su programa, pero teniendo en consideración las ideas de Ezquiaga. Y así ha sido.

La compañía, propietaria del 40% del suelo, se alió con pequeños propietarios en una Agrupación de Interés Urbanístico y juntos suman el 51% de la superficie total del PAI. Su propuesta contemplaba la construcción de 1.345 viviendas sobre el Sector 4-PRR "Benimaclet" del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una superficie de 269.775 metros cuadrados. De ese total, el planeamiento de la empresa pasaba por destinar a usos públicos el 82% del suelo (equivalente a 220.217 metros cuadrados) y el 18% restante (49.478 metros cuadrados) a uso terciario y residencial. De estos últimos, el 10% se cede al Ayuntamiento de València. 

El planteamiento que ahora ha presentado la promotora al consistorio valenciano mantiene la edificabilidad y esas 1.300 viviendas proyectadas desde el principio, pero rebaja la altura de las torres que tendrán un máximo de 8 alturas, como planteaba el arquitecto en su ordenación. Eso sí, los edificios de los extremos del PAI sí serán algo más altos, de hasta 20 alturas. No obstante, el grueso del desarrollo mantendrá la rebaja de los inmuebles dejando más visible el paisaje de València como pedían los vecinos, según detallan las mismas fuentes.

Asimismo, la compañía ha atendido el boceto del experto al disminuir la superficie de uso privativo y aumentar de forma significativa los espacios públicos. Esto se ha conseguido eliminando algunos servicios y prestaciones como jardines, piscinas o pistas de pádel que en un inicio se habían dibujado acompañando a las promociones, de forma que al suprimirlas se ha ganado espacio para equipamiento y dotaciones públicas. También se han concebido párkings en altura, lo que ha permitido liberar terreno en superficie.

De hecho, Ezquiaga proponía ampliar las zonas verdes del barrio que pasarían de los 47.000 metros cuadrados que proyectó Metrovacesa a 95.000 a costa de eliminar los espacios ajardinados de uso privativo que proyectaba la promotora, una concepción que, por tanto, se ha recogido en el nuevo planeamiento. Otra adaptación de Metrovacesa ha sido la integración del barrio con la huerta, con la recuperación de caminos históricos, acequias protegidas y alquerías.

Y es que la inclusión de la ordenación del arquitecto era clave para seguir adelante con el proceso. Cierto es que los tribunales obligaron al Ayuntamiento a tramitar el plan de la promotora, pera esta decisión solo suponía que, por derecho, se debía de iniciar el proceso administrativo del proyecto. Sin embargo, había que tener en cuenta la alternativa del experto, Premio Nacional y Europeo de Arquitectura, quien se había adjudicado un contrato público por 230.000 euros del anterior equipo de gobierno, con el PSPV al frente de Urbanismo, para dar una solución a este 'trozo' pendiente de desarrollar del' cap i casal'. Por tanto, al ser un encargo público debía tenerse en cuenta. 

Inicio de la tramitación ambiental

De hecho, antes del pronunciamiento del juez, el nuevo equipo de gobierno municipal llevaba meses trabajando con él para sumar ambas propuestas. Metrovacesa ha cumplido, por lo que la actual ordenación presentada al Ayuntamiento modifica el Plan vigente desde 2003, de forma que incorpora las ideas e iniciativas planteadas en los distintos procesos participativos que se han realizado durante estos años en el barrio de Benimaclet. 

Tras este paso, se inicia el camino administrativo que arrancó en septiembre, con la aprobación en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento, con los votos de PP, PSPV y VOX y la abstención de Compromís, de seguir con la tramitación del PAI. En ese momento se acordó dar traslado a la mercantil de los estudios y análisis que sobre el desarrollo del sector había realizado el experto en arquitectura, contratado por el consistorio, para que sus consideraciones fueran tenidas en cuenta en su propuesta.

Por tanto, desde entonces, se estaba a la espera de recibir el nuevo diseño de la compañía para elevarlo a la Generalitat Valenciana para su evaluación ambiental estratégica. Un trámite que se llevó a cabo esta semana tras un encuentro del concejal de Urbanismo, Juan Giner, con el director general de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental, Miguel Ángel Iborra, en donde se le entregó la nueva documentación de la promotora nacional.

Una vez se conozca la evaluación ambiental estratégica, el siguiente paso será atender las consideraciones de Medio Ambiente para que sean subsanadas y adaptar así el proyecto. Superada esta fase, saldrá a exposición pública para el trámite de alegaciones. "Durante el procedimiento de tramitación y aprobación del PAI se valorarán y estudiarán las propuestas y sugerencias de las diferentes asociaciones vecinales y actores implicados", señalan desde el consistorio. Finalmente, y ya con la versión final, tras los posibles cambios pertinentes, el programa se elevará a pleno para su aprobación definitiva.

Lo cierto es que una de las prioridades de la corporación local es atender el problema de la vivienda en la ciudad, dada la actual emergencia habitacional por la escalada de precios en el mercado. Precisamente una de sus medidas para responder a este reto es sacar adelante proyectos parados como este PAI o el del Grao, que suman conjuntamente una oferta de obra nueva cercana a las 4.000 viviendas. 

Su intención es hacerlo de forma ágil para revertir la parálisis que sufre la vivienda de nueva planta en València. Un frenazo que ha constatado la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV, cuyo último informe advierte de que la ciudad solo tenía a cierre de 2023 un total de 185 pisos disponibles a la venta, mínimo histórico desde que se tiene registros. Ahora el futuro de Benimaclet se encarrila e inicia un camino burocrático con el fin de ver la luz tras más de seis años en el limbo.