VALÈNCIA. El Centre del Carme deja atrás su año dedicado al diseño y diversifica sus apuestas en la agenda expositiva para 2023. La fotografía, el cómic y las reflexiones sobre el mundo digital y el futuro serán los grandes ejes de la programación, que presentaron ayer el secretario autonómico Ximo López y el gerente del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont. Para López, este año se completa la “desacralización” del espacio, que antes de que llegara el gerente “no tenía una línea clara ni una coherencia”. De paso, recordó el salto vertiginoso de su presupuesto, que solo este año aumenta un 10% respecto al año pasado para llegar a los 7 millones de euros, pero que desde 2015, cuando tenía una asignación de 1,5 millones, casi se quintuplica la cifra. Cultura ha mimado al Centre del Carme, y eso también explica su despliegue social y su capacidad de aumentar programación y visitantes.
Pero volviendo a la programación expositiva. La realidad, en este caso, se impone a la ficción. Fotoperiodistas como Eva Máñez, o Germán Caballero, tendrán su espacio para mostrar su trabajo, muy ligado a la realidad valenciana. La primera lo hará con Paterna, la memoria del horror, que recoge los testimonio de las mujeres que buscan a sus familiares en las fosas comunes de la localidad, símbolo de la Memoria Histórica a nivel nacional (Sala Contraforts, de abril a junio). El segundo hará lo propio con València viva i combativa, una recopilación de su mirada a los movimientos sociales de la ciudad (Sala Contraforts, de julio a agosto).
También recoge esta agenda dos propuestas producidas por el Consorci en Las Cigarreras, de Alicante, y que ahora se podrán ver en València. Destaca la retrospectiva de Cristina de Middle (Sala Carlos Pérez, de marzo a junio), Premio Nacional de Fotografía y presidenta de la agencia Magnum, que hoy mismo recibe la Medalla de Bellas Artes de San Carlos. En La línea pródiga, se hace un repaso de su carrera planteándose las grandes cuestiones de su trabajo, a partir de la credibilidad y la verdad. Miguel Trillo, por su parte, presenta Asia Town (Sala 2, de marzo a junio), que retrata a jóvenes en centros comerciales, parques o festivales de manga para recoger la estética kawai y otras tendencias de moda asiática.
Completan esta línea de trabajo Ricardo Cases, que dedica una exposición al ficus del Parterre (Sala 1, de marzo a junio) y Raúl Belinchón, con un proyecto desarrollado en la cárcel de Picassent (Sala 2, de junio a septiembre).
Trajectòries ocupará dos de los tres huecos que han configurado en la Sala Ferreres-Goerlich y empieza así su nueva tanda de grandes retrospectivas. Lo hará con Paloma Navarrés y Dualidades del ser (de julio a octubre), en el que la artista concreta su preocupación por los límites difusos de la contemporaneidad. La propuesta de Llorenç Barber (de noviembre a febrero), como ya se desveló en la presentación del IVAM, se está coordinando entre los dos centros y supondrá el homenaje definitivo a uno de los artistas más singulares de la cultura valenciana. Abrirá, en todo caso, la programación expositiva una nueva entrega de la colección de Art Contemporani de la Generalitat Valenciana.
Felipe Pantone será uno de los grandes nombres de la programación. La Sala Carlos Pérez acogerá de octubre a enero de 2024 la primera gran retrospectiva del artista en València, tras recorrer algunas de las grandes galería y ferias del mundo. Pantone, que empezó en el mundo del grafiti y que ha sido uno de los precursores pioneros del arte digital, repasará su obra en una muestra co-producida por la Kunsthal de Rotterdam. José María Yturralde, Premio Nacional de Artes Plásticas, no dudo en tachar a Pantone como el heredero de la la abstracción geométrica valenciana. Acompaña a esta exposición una propuesta como es Biennal 2064: una exposición sobre los oráculos en la era de la inteligencia artificial (Sala Dormitori, de mayo a julio), en el que se aborda los efectos de la irrupción de la tecnología en la producción cultural.
La ilustración también es otro de los grandes ejes, y la gran noticia es la amplia retrospectiva a Miguel Calatayud, que ocupará la Sala Carlos Pérez de junio a septiembre. Calatayud es uno de los grandes nombres del cómic y la gráfica valenciana, responsable de parte del imaginario ilustrado de las últimas décadas. También habrá noveno arte en Vinyetes migrants (Sala Contraforts, de marzo a abril), que recoge el compromiso de este formato con una de las mayores crisis humanitarias a las que se enfrenta el mundo contemporáneo. Completa este eje la exposición dedicada a Marina Puche— a raíz de las Fallas de València, donde firma el monumento municipal—. El Centre del Carme repasará su carrera (Sala Zero, de febrero a mayo), con sus personajes siendo ninots, dibujos, bocetos, murales y recortables.
Entre las monografías que también pasarán por el Centre del Carme, con retrospectivas o proyectos, se encuentran Patricia Gómez y MºJesús González con 20 kilómetros (Sala Zero, de octubre a diciembre), en el que trasladan la memoria del psiquiátrico de Bétera; Pepe Miralles, que se pregunta en Postproducción (Sala Dormitori, de julio a octubre) “¿cómo podemos seguir aprendiendo de las obras de arte que son altamente significativas en la evolución del pensamiento formal y estético?”, sin dejar atrás su trabajo militante sobre la memoria del VIH y el sida; Carmen F. Singler, que tendrá en la Sala Dormitori su primera gran retrospectiva en València bajo el título Lo resplandeciente (de octubre a enero); Juan Olivares, que reflexiona sobre el proceso pictórico a través del elemento de la paleta (Sala 1, de junio a septiembre); y la investigación de Jesús Díaz de Vivar y Stefano Morana del Médico, La vida secreta de las micro-algas, que ocupará el Claustro Gótico desde noviembre hasta mayo de 2024.
El Centre del Carme también acogerá exposiciones temporales de otros organismos, como los Premios Mardel (Sala Dormitori, de marzo a abril), la Biennal de València (Sala Contraforts, de noviembre a diciembre), o Babalunga y Kamalongos (Sala Zero, de diciembre a enero de 2024), en el contexto de la feria Baba Kamo. La Fundació Horta Sud celebrará 50 años de militancia y lo celebrará con un repaso a las victorias de los movimientos sociales (Salas 1 y 2, de noviembre a enero de 2024).
Completan la programación una nueva convocatoria de Cultura Online, que sacará una nueva convocatoria para recoger otras 100 propuestas artísticas que se dispondrán de manera digital y también en la Sala Zero en verano. El colectivo Nucbeade, por su parte, presenta A Cinquito, con derecho a tocar (Espai D, de marzo a junio), una pieza audiovisual que reflexiona sobre la violencia contra los cuerpos por razones de género, raza y capacidad.
2023, el año de las obras en el Centre del Carme
Como ya confirmó José Luis Pérez Pont, a las obras de arte les acompañarán los materiales de construcción y rehabilitación. En los próximos meses confluirán varias actuaciones sobre el recinto que, además, van para largo. Por una parte, se ha desatascado las obras de la futura cafetería y la salida del Centre; por otra, se están acometiendo obras de emergencia en el claustro gótico de aislamiento, refuerzo y saneamineto en zonas de cubiertas y del reloj.
Por otra, tal y como avanzó Culturplaza, se ha proyectado una intervención de 3,8 millones de euros para habilitar lo que queda del primer piso del claustro renacentista y los espacios de Artes y Oficias. Primero se licitará el proyecto y, posteriormente, las obras, que se estiman empiecen a finales de 2023. Los espacios no tienen por qué ser precisamente expositivos, y de hecho se decidirá la finalidad de los mismos desde la Conselleria y junto a Pérez Pont. Sobre esa decisión fue preguntado el gerente, que respondió que “aún no se había llegado a esa fase”, evitando así proyectar nada concreto, si bien en un encuentro con medios la semana pasada apuntó a un posible salón de actos o auditorio. Por su parte, Ximo López avisó de que ni siquiera se sabe cuánto de los 4.000 metros cuadrados que quedan por habilitar se podrán utilizar realmente: “en las obras pueden aparecer sorpresas”.