CASTELLÓN, (EFE). El centro de acogida de marinos Stella Maris del Puerto de Castellón ha iniciado su actividad con la visita de un grupo de voluntarios al Mastro Mitros, un buque de carga de bandera liberiana, para ofrecer sus servicios a su tripulación, en su mayoría de origen filipino.
Con esta primera actuación Stella Maris-Castellón ha arrancado su actividad "altruista y de carácter social" para dotar a la capital castellonense de un punto de asistencia y atención a los marinos que recalan, en las operaciones de carga y descarga, en este recinto portuario, han señalado desde la entidad.
Este nuevo servicio cuenta con el visto bueno del consejo de administración de la Autoridad Portuaria, que en su reunión de este mismo mes aprobó la cesión de un local por un periodo de tres años para esta organización de carácter humanitario, auspiciada desde el Secretariado del Apostolado del Mar de la diócesis castellonense.
Castellón se suma así a la lista de puertos españoles que cuentan con locales y servicios de Stella Maris, como los de Barcelona, Santander, Bilbao, Tarragona, Tenerife o Algeciras.
La creación de este servicio gratuito, que atenderá a los más de 30.000 marinos que anualmente hacen escala en PortCastelló, contará con una dotación económica del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Castellón, que ha dado luz verde de forma unánime a financiar este servicio que "dignificará la vida de esas personas", indican. La tarea primordial del Stella Maris consistirá en la visita a los buques que atraquen en Castellón para dar la bienvenida a las tripulaciones e interesarse por sus necesidades.
Estos voluntarios, en principio unos quince, informarán de los servicios a los que pueden acceder y ofrecerán información turística y la posibilidad de traslados a tierra para poder, a través de las instalaciones de la organización, mantener contacto con sus respectivas familias por internet, pedir asesoramiento laboral o asistir a celebraciones religiosas, ha dicho su coordinador, Albert Arrufat, párroco del Grao y encargado del Apostolado del Mar.
Cada tarde los voluntarios trasladarán a los marinos que lo deseen hasta sus instalaciones para ofrecerles conexión wifi, sala de juegos, ordenadores o un lugar de lectura en un local del Grao de cien metros cuadrados cedido por la Autoridad Portuaria.
También se contempla la posibilidad de realizar actividades deportivas, llevar a cabo excursiones por lugares de interés de Castellón y su provincia, y recibir asesoramiento legal y sindical sobre sus condiciones de trabajo y sobre sus derechos salariales. "Se trata de conseguir un puerto más humano, gracias a la proyección social de esta iniciativa", ha añadido Arrufat.
Stella Maris Castellón también está en trámite de obtener una ayuda de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITFGlobal), con sede en Londres y que aglutina a casi 700 sindicatos de todo el mundo, para subvencionar una furgoneta que facilite la recogida de los marinos y su posterior traslado a los buques mercantes. Los voluntarios de este Centro de Atención a Marinos "brindarán servicio y apoyo a la gente del mar sin importar su raza, credo, lengua o nacionalidad", señalan las mismas fuentes.
Se calcula que anualmente atracan en Castellón unos 1.500 barcos, según datos de la organización, que ofrecerá formación a sus voluntarios, principalmente a las personas ajenas a la actividad mercante y portuaria. Para ello estudia que especialistas de otros centros similares, donde ya funcionan con plena normalidad, se desplacen hasta Castellón para ayudar a la puesta en marcha del servicio.