El centro quiere ser (más) comercial

VALÈNCIA. El centro comercial más relevante de València no está en el extrarradio, ni en una de las entradas a la ciudad: son los comercios del centro. Ir a comprar allí no es una moda; se podría decir que es una constante histórica. València es una ciudad en la que el epicentro físico ha sido, sobre todo y ante todo, un punto de encuentro. Ya en el plano del padre Tosca, alzado en 1704, se puede contemplar como la única fuente pública de la ciudad se hallaba en la plaza del Mercado, lo que convertía a este espacio en el ágora, el lugar de reunión de la ciudad, rodeado de establecimientos de todo signo y condición.

Los comercios valencianos son una red, un tejido complejo y rico que se ha distinguido siempre por su variedad. Así lo constataron en su día Enrique Ibáñez y Gumersindo Fernández, autores del libro Comercios históricos de Valencia. En este trabajo consignaban como en 1900 algunas profesiones hoy perdidas eran muy populares, como la del vendedor y fabricante de instrumentos de cubertería y herramientas de empleo doméstico, con hasta ocho comercios en toda la ciudad; igualmente, contabilizaron 16 pescaderías, 18 fruterías…

En la actualidad se estima que son más de 1.800 comercios los que están distribuidos en los seis barrios del centro histórico (La Seu, La Xerea, El Carme, El Pilar, El Mercat, y San Francesc), a los que hay que unir los 260 puestos del Mercado Central. En total, pues, más de 2.000 establecimientos de muy diferente cariz que conforman la mayor concentración de locales comerciales en cascos históricos de Europa.

Esta singularidad es una idea que incentivan desde la Asociación de Comerciantes de Centro Histórico de València, una entidad que aglutina a 330  de estos comercios y que ha puesto en marcha una nueva campaña con la que, según explica su gerente, Julia Martínez, intentarán  “captar nuevos públicos” y “nuevos asociados”. El leit motiv está claro: el mejor plan, el mejor centro comercial, es el centro.

El Ayuntamiento quiere protegerlos

En la presentación la nueva campaña los miembros de la asociación contaron con la presencia del Concejal de Comercio Carlos Galiana y el director general de Comercio Ignacio Costa. El apoyo no era sólo simbólico. Desde el consistorio mismo están apostando por este tipo de establecimiento como una seña de identidad de la ciudad, y así lo explicó el concejal.

“Desde la concejalía de Comercio”, indicó, “estamos trabajando para potenciar el comercio tradicional de la ciudad. Para ello vamos a hacer un estudio para proteger urbanísticamente los comercios tradicionales, no solo sus fachadas sino también el interior”. “La idea”, detalló, “es que a través del catálogo de edificios protegidos se preserven la estructura interior, la decoración modernista y art decó y los elementos singulares como mostradores y escaparates de estos establecimientos tan tradicionales de València”, comentó.

Tradición, sí, porque si algo distingue a los locales del centro histórico es precisamente su adjetivo, histórico, que hace de ellos imán, polo de atracción. Y es que, como apunta Martínez, “el corazón comercial de la ciudad siempre ha estado en este área; ya no de la ciudad, sino del área metropolitana”.

La asociación ha apostado por una campaña en la que sobre todo pretenden poner en valor las numerosas virtudes de la zona: los monumentos, la diversidad de locales (“aquí puedes encontrar todo lo que hay en cualquier centro comercial y todo lo que no hay”, apunta Martínez)… Una oferta muy destacable que unida a la inmensa capacidad de propuestas de ocio y entorno , convierten a comprar en el corazón de València en, como dice la campaña, ‘un planazo monumental en el corazón de València’.

Sellos de calidad

Al mismo tiempo, junto a la campaña, que se hará patente en autobuses y marquesinas por toda la ciudad, se ha presentado el nuevo y ampliado plano turístico-comercial donde se ha actualizado la información sobre las calles peatonalizadas. En este mapa se clasifican los lugares Imperdibles, (museos, monumentos, teatros…) o se sigue destacando con un sello especial a las tiendas Artesanas DCA, sello que es otorgado por la Generalitat tras inspeccionar el establecimiento. Igualmente se tiene en cuenta a las que venden producto made in Spain para lo que se ha creado otro sello específico que también será visible en los comercios. E incluso aquellos lugares dónde se come la auténtica paella, avalados, por la distinción de la Asociación Wikipaella, así como los establecimientos implicados en la costumbre valenciana del esmorzaret, que tendrán su distintivo. 

Con el objetivo de potenciar la sinergia entre los distintos establecimientos, la asociación ha trabajado en los últimos años de cara a dotarles de mayores servicios, haciendo que las supuestas ventajas que suelen tener los centros comerciales no lo sean. Así, por ejemplo, la asociación ha pactado ya con numerosos parkings de la zona horas de aparcamiento gratis a partir de un determinado gasto en los establecimientos asociados. 

Acciones conjuntas, eventos, campañas divulgativas del arte y la cultura de la ciudad en los manteles de papel de algunos establecimientos hosteleros, la idea es que el ciudadano medio, no sólo el turista, sea consciente de la riqueza de servicios que puede encontrar y, también, de que cuando se compra en el centro, en la práctica y en el fondo, se está siguiendo una costumbre centenaria.