César Belda, decano del Colegio Notarial de Valencia. VPVALENCIA. El decano de Ilustre Colegio Notarial de Valencia, César Belda, cree que "habría que instar a una rectificación del derecho común" en materia de propiedad horizontal, tal como existe en Cataluña, para facilitar que los notarios puedan levantar acta de una junta de vecinos, algo que sólo es posible si se aprueba por unanimidad.
Belda hizo estas manifestaciones a preguntas de Valencia Plaza después de que este periódico publicara que la Audiencia Provincial de Valencia había emitido una sentencia según la cual una comunidad de vecinos puede negarse a la presencia de un notario en la junta de propietarios solicitada por uno de ellos, que correría con los gastos. Según Belda, basta con que un vecino se niegue para que el notario no pueda entrar.
Se da la circunstancia de que la sentencia se refiere al veto a un notario que se tomó en un edificio de Valencia en cuya comunidad hay presentes dos notarios que apoyaron con su voto la decisión y que el compañero que no pudo acceder a la reunión, celebrada en noviembre de 2012, era Joaquín Borrell, exdecano del Colegio Notarial de Valencia.
"El problema es que estamos en una situación de ausencia de normativa específica y nos tenemos que ir a la genérica", explicó Belda. Así, mientras la Ley de Sociedades de Capital sí prevé la presencia de notario en las juntas generales si la solicita un accionista, en materia de propiedad horizontal no hay una norma equivalente.
Sólo en Cataluña, en el nuevo Código Civil catalán sí se recoge una norma similar a la de sociedades, según la cual cualquier propietario puede pedir la presencia de notario. Según Belda, está funcionando bien, ya que "la presencia del notario podría prevenir que se llegara al conflicto, sobre todo en comunidades que no tienen asesoramiento profesional de un administrador, aclarando un poco lo que se puede y no se puede hacer".
Respecto al papel del notario en relación con los administradores de fincas, Belda aseguró que los administradores "son muy escrupulosos" al redactar sus actas. "El problema surge cuando hay un vecino que piensa que el administrador no está actuando de forma imparcial y ahí la presencia de un notario refuerza la imparcialidad del administrador", añadió.
