EL SENADOR pedro agramunt (PP) INICIA SU SEGUNDO MANDATO

El ‘embajador del caviar’ repite como presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa

Pese a las críticas recibidas y las sospechas sobre su gestión, el senador 'popular' Pedro Agramunt fue reelegido presidente del PACE sin problemas en una votación que no fue más que un trámite y sin que hubiera ningún otro candidato alternativo. Transparencia Internacional ha pedido una investigación sobre la llamada 'diplomacia del caviar'

24/01/2017 - 

VALENCIA.- El senador del Partido Popular Pedro Agramunt fue reelegido el lunes 23 de enero como presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) para un segundo mandato de un año y sin ningún otro candidato que se le opusiera. La votación no pasó de simple trámite pese a las críticas de algunos de los estados miembros (sobre todo Armenia y, en menor medida, España) por su presunta relación con la llamada ‘diplomacia del caviar’, una ofensiva diplomática urdida desde Azerbaiyán para limpiar la imagen del régimen dictatorial de Heydar Aliyev.

Aunque la  reelección de Agramunt se ha producido sin el menor problema y escasa oposición, la sombra de la duda ha oscurecido la reelección del que algunos llaman el ‘Embajador del Caviar’ en relación al citado asunto. Pese a todo, en estos momentos no existe la menor prueba de que el senador popular haya cobrar algún soborno (a diferencia de su antecesor Luca Volonté) o que hay incurrido en alguna actividad ilegal. Él, por su parte, ya calificó de "tontería" estás acusaciones en declaraciones a Valencia Plaza.

Lo más llamativo de la jornada en este órgano dependiente del Consejo de Europa, y no parece que le amargara mucho el día a su presidente, es que a instancias de la representante de Armenia Samvel Farmanyan se abordó el tema de Volonté y se  solicitó la puesta en marcha de una comisión de investigación. 

Por su parte, Agramunt agradeció a los parlamentarios su confianza y, en su discurso hizo una encendida defensa de la diplomacia como herramienta para solucionar los conflictos entre países. Con la polémica como telón de fondo, también aseguró, según fuentes de la institución, que “el mayor desafío a nuestros valores y estándares es la existencia de prisioneros políticos”. Señaló que su intervención había servido para la liberación de “un número considerable de activistas y periodistas en Azerbaiyán” y pidió al régimen de Bakú que libere cuando antes al disidente Ilgar Mammadov, líder del opositor Movimiento Republicano Alternativo.

Según explicó por email a Valencia Plaza Gerald Klaus—miembro del think tank European Stability Iniciative— no se trata únicamente del tema de los sobornos sino que los miembros del PACE debe seguir un código de conducta que implica "llevar a cabo su tarea con responsabilidad, integridad y honestidad" y que solo pueden tomar decisiones "basadas únicamente en el interés público y no pueden estar sujetas a ninguna instrucción que pueda perjudicar la capacidad de los miembros de respetar el código". "Tampoco pueden hacer nada", recordó, "que perjudiquen la imagen de la institución". La  enconada defensa de Agramunt de Azerbaiyán, antes de ocupar el cargo de Presidente, llamó a la atención a más de uno, de ahí las sospechas sobre su actuación.

Dudas sobre Agramunt

Las dudas sobre Agramunt se deben, sobre todo, a su extreña relación con el anterior presidente del PACE, el senador ultracatólico italiano Luca Volonté. Investigador por la fiscalía de Milán (ante la que se negó a declarar), reconoció haber acepado del régimen azerbaiyano hasta 2,4 millones entre 2012-13, aunque siempre ha negado la procedencia ilegítima del dinero. Parte del cual, por cierto, no lo cobró él sino su mujer. El dinero salía de Bakú y vía paraísos fiscales como las  Seychelles, Belice y las Islas Vírgenes —y haciendo escala en Estonia o Letonia— llegaba a Italia.

El término “diplomacia del caviar” fue acuñado en mayo de 2012 por el think tank ESI  en un informe titulado Cómo Azebaiyàn silenció al Consejo de Europa. Según la entidad, Bakú había puesto en marcha una campaña para silenciar a sus críticos en las organizaciones internacionales y ocultar las constantes violaciones de derechos humanos. Este informe siguió otro, publicado el 17 de diciembre de 2016, titulado El pantano europeo, donde ahondaba en las acusaciones. Existe un tercer informe titulado: Retrato de un engaño. Monitorizando Azerbaiyán o por qué Pedro Agramunt debe resignar.

La organización Transparencia internacional se hizo eco de ambos dossiers y, el pasado diciembre, reclamó al secretario general del Consejo de Europa Thorbjørn Jagland que llevara a cabo una exhaustiva investigación sobre los hechos que debería llevar a cabo un comisión creada expresamente para este fin. También se han sumado a la petición de un auditoría los senadores de Podemos —y miembros del PACE— Idoia Villanueva y Xavier Benito. Todas las peticiones han caído, al menos de momento, en saco roto

Las sospechas que recaen sobre Agramunt, y que no han impedido que sea reelegido, se deben a varios factores. El primero, en que hasta la fecha la mayor parte de sus intervenciones han sido favorables al gobierno de Azerbaiyán, mientras otras organizaciones internacionales denunciaban los abusos de los derechos humanos y las irregularidades en las distintas elecciones celebradas desde 2013 y que el senador popular, pese a haber sido observador, no detectó.

Agramunt fue, además, uno de los cinco miembros de la institución, según los citados informes, que participó en la exitosa campaña contra el socialdemócrata alemán Cristoph Strasser, nombrado por la asamblea del parlamento europeo para hacer un informe sobre la situación política de los prisioneros políticos en Azerbaiyán.

Su labor de defensa de la dictadura de Bakú quedó en entredicho, sobre todo, cuando apareció un mail del cerebro del trama, Muslum Mammadov, remitido a Volonté en mayo de 2013 y en el que decía: “Me encontré con Pedro hace dos días en Madrid. Va a escribir una segunda carta a todos los miembros del EEP [Partido Popular Europeo] en el señalará su intención de seguir su línea en el EEP”. De momento, sólo sospechas.

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