VALÈNCIA. El PSPV-PSOE que lidera Diana Morant agota un curso político especialmente intenso desde el punto de vista orgánico: el adiós de Ximo Puig, el amago de primarias, la celebración de un congreso extraordinario con la designación de la nueva secretaria general y su ejecutiva y, para terminar, las primeras escaramuzas con algunos de los que firmaron la paz con la también ministra, han agitado el partido estos últimos meses.
La tregua le ha durado poco a la nueva secretaria general del PSPV-PSOE. Algo que, para los conocedores de la idiosincrasia del partido del puño y la rosa, no resulta demasiado sorprendente. El primer pulso público se ha vivido en las últimas semanas a raíz del intento del secretario general provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, de renovar su ejecutiva, incluyendo en esa maniobra el relevo del responsable de Organización y mano derecha de Morant, Vicent Mascarell.
Más allá de que el plan pudiera estar justificado por la incompatibilidad que existía en varios cargos por haber sido designados también como miembros de la dirección autonómica (los estatutos socialistas no permiten esa duplicidad), lo cierto es que el movimiento también desprendía cierto aroma orgánico y, más concretamente, precongresual.
Pese a que Morant llegó a un acuerdo en febrero con Bielsa para que no se presentara a las primarias a cambio de integrarse como vicesecretario general en su ejecutiva, la desconfianza parece seguir presidiendo la relación entre ambos. Desde el entorno de la líder aseguran que la también ministra no había iniciado ningún plan ni acción contra el dirigente provincial; por su parte, los cercanos a Bielsa defienden que sus modificaciones de la ejecutiva no son un ataque a Morant ni nada que se le parezca.
Estos antecedentes, probablemente, ya carecen de importancia. La realidad es que, tras estas desavenencias, el entorno de secretaria general ya ha adoptado una posición, sino de ataque, sí al menos de guardia alta. En la otra orilla, los afines a Bielsa ya velan armas y buscan respaldos de cara a un futuro congreso provincial en el que se pretenda una hipotética sustitución del líder.
Con este escenario, una figura ha comenzado a emerger como posible alternativa al secretario general provincial de Valencia. El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, durante años parte del núcleo duro de Bielsa, vuela solo desde hace unos meses y es señalado por muchos como un sucesor factible. Es más, desde el PSPV-PSOE que lidera Morant no han tenido problema en darle alas esta semana con su protesta esta semana junto a 200 vecinos de su municipio frente al Palau de la Generalitat por "los recortes en los centros de Salud de El Raval y de El Faro en los meses de verano", una época en la que Cullera cuadruplica su población.
El movimiento orgánico no es nuevo, es más, lleva gestándose desde hace meses. De hecho, Mayor fue incluso una opción que llegó a plantearse en 2022 para el liderazgo provincial en algunos sectores socialistas que desconfiaban de Bielsa. No obstante, en aquel momento el alcalde de Cullera estaba plenamente integrado en su equipo, por lo que no existieron opciones de articular esa alternativa.
Sin embargo, la distancia entre ambos comenzó a hacerse palpable a principios de este año. Mayor, que mantiene buena relación con Morant de la etapa en la que coincidieron en el ámbito municipalista cuando la ahora ministra y líder del PSPV fue concejal y luego alcaldesa de Gandia, no terminaba de apoyar la estrategia de Bielsa de postularse frente a la dirigente que, además de estar avalada por Pedro Sánchez, contaba con el plus de ser una cara reconocible para el electorado al formar parte del Gobierno de España. Un desacuerdo que, internamente, llegó a manifestarse provocando una quiebra dentro del grupo de Bielsa.
Finalmente, tras el acuerdo sellado entre Morant y los dos líderes provinciales que habían mostrado aspiraciones al cargo, Alejandro Soler (Alicante) y Bielsa (Valencia), se llegó al congreso extraordinario con cierta tranquilidad. Morant propuso precisamente a Jordi Mayor como presidente del cónclave, un puesto honorífico que buscaba, al menos así lo defendían en el entorno de la nueva secretaria general, generar la imagen de integración al ser un dirigente históricamente adscrito al sector de Bielsa, si bien esta designación causó más bien malestar en esta corriente. Es más, la distancia entre ambos, lejos de recortarse se ha agrandado desde aquel momento.
Distintos dirigentes que apoyaron a Morant desde los momentos previos al congreso ya vienen mostrando internamente su apoyo para que Mayor dé el paso de presentarse en un futuro cónclave provincial y, desde el propio entorno de la secretaria general, tampoco niegan que esta opción pueda ser una realidad a medio plazo, especialmente tras el encontronazo acaecido con Bielsa en las últimas semanas. Resulta evidente que una hipotética candidatura de Mayor pondría en serias dificultades al actual líder provincial, dado que contaría probablemente con una parte importante de los que respaldaron a Morant y quizá también podría 'pescar' en el propio sector de Bielsa.
No obstante, este plan tampoco resulta especialmente atractivo para otros sectores que apoyaron a la ministra como líder del PSPV, dado que consideran que la opción de Mayor sería continuista al formar parte durante años de la órbita de Bielsa y serviría para, además, recuperar a estructuras del antiguo 'alartismo'.