El escrutinio general de las Juntas Electorales de Zona no será un trámite en Ontinyent y Llíria

VALÈNCIA. Las elecciones municipales del pasado domingo 28 de mayo dictaminaron el reparto de concejales y dejaron, en lo que a distribución de actas de ediles en plenos, todo sentenciado. O casi todo. Si ese día -o incluso esa noche- tuvo lugar el escrutinio provisional con el recuento de votos, este viernes se llevará a cabo el denominado escrutinio general.

El artículo 103 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio,  del Régimen Electoral General afirma, literalmente, que "el escrutinio general se realiza el quinto día siguiente al de la votación, por la Junta Electoral que corresponda, según lo establecido en las disposiciones especiales de esta Ley. Es un acto único y tiene carácter público".

Ese quinto día será mañana viernes 2 de junio. La Junta Electoral que corresponda la constituye el juzgado al que le competa de cada partido judicial. La preside el juez titular y la secretaría su letrado judicial. Como vocales actúan personas propuestas por los principales partidos siempre vinculadas al ámbito jurídico. Su reunión comenzará a las diez de la mañana.

Su función consiste en atender reclamaciones y en revisar, si procediera, actas de mesas. Las quejas suelen tener más que ver con papeletas invalidadas, y la revisión está relacionada con protestas sobre el escrutinio. 

El precedente de Massalfassar

En 2019, por ejemplo, la validez de una papeleta recurrida cambió la distribución de fuerzas en Massalfassar al otorgarle un concejal a Demòcrates Valencians. Fue el único de esta formación en la provincia y el que desnivelaría, un año después, una moción de censura que dio la alcaldía al PP. Esta formación, tras un recurso posterior, también ganó un edil en Bonrepós.

Para este viernes emergen, a priori, dos asuntos. Uno afecta a la Junta Electoral del partido judicial de Llíria y está relacionado con el municipio de Gestalgar, en la Serranía. PP y PSPV han empatado a 207 votos. La web oficial del Ministerio para este periplo electoral ha dado la vara de mando a la formación popular, lo que significaría la caída del primer edil, el socialista Raúl Pandos.

No obstante, el dictamen definitivo lo emitirá, o echará a suertes, la Junta Electoral de Zona de Llíria, a la que se halla adscrita Gestalgar. En esa reunión determinará si unas papeletas introducidas en la urna con diferentes alteraciones son válidas, tal como reclama el PSPV. De decidir que sigue adelante el empate a 207, será la caída de una moneda la que decantará la alcaldía a cara o cruz.

El diputado de Ontinyent

El otro dilema, con cariz más mediático, se dilucidará en el partido judicial de Ontinyent. Lo que está en juego consiste en el diputado comarcal y, por ende, ni más ni menos que el gobierno de la Diputación. Las direcciones provinciales de PP y PSPV (con 13 y 12 escaños obtenidos el domingo, respectivamente) estarán muy pendientes de lo que ocurra. Este viernes se producirá una revisión de las actas de los diferentes municipios del partido judicial y, posiblemente, se desarrollará un recuento y repaso de lo que trasladaron.

Si no se producen variaciones, el diputado comarcal recaerá en Ens Uneix, el partido comarcalista que preside el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez. No obstante, dada la igualdad, cualquier fleco o detalle que haya pasado desapercibido en el recuento del domingo y se detecte este viernes puede inclinar la balanza hacia el PP. Esto supondría que lograría su decimocuarto escaño en la provincia y que, junto a los dos de Vox por el partido judicial de València, podría alcanzar la mayoría absoluta. 

Por tanto, si en el resto de partidos judiciales el escrutinio general se vislumbra, a priori, como un mero trámite, en los de Llíria y Ontinyent tendrá una especial transcendencia.