VALÈNCIA. Pedro Sánchez forjó su retorno a la política y su meteórico ascenso a presidente del Gobierno de España una mañana lluviosa de sábado de noviembre de 2016 en Xirivella. El alcalde de este municipio de l’ Horta Sud, Michel Montaner, se empeñó en acoger aquel acto histórico para el socialismo y sobre sus efectos escribió el libro ‘El espíritu de Xirivella’.
Montaner creció como político en paralelo al máximo mandatario nacional. En 2019 reforzó su alcaldía y en esta legislatura ha sido diputado autonómico. Hasta este 28 de mayo. El PP de la pujante Paqui Bartual le ha empatado a nueve concejales y con los dos de Vox -formación que mejora ostensiblemente resultados- podría gobernar con mayoría absoluta. El espíritu de Xirivella vinculado al socialismo se difuminaría.
La igualdad en este municipio de l’ Horta Sud refleja lo ocurrido en el conjunto de la provincia. El PSPV pierde la principal ciudad, Torrent, pese al carisma de su alcalde, Jesús Ros, que gana pero no dirigirá este municipio de casi 90.000 habitantes si PP, con nueve ediles, y Vox, con cuatro, suman fuerzas.
Amparo Folgado será posiblemente la alcaldesa más importante del Partido Popular en la provincia de Valencia, únicamente por detrás de María José Catalá, con quien compartió consistorio en Torrent y a las que no une precisamente una gran amistad.
La formación popular conserva Alfafar y Benaguasil y logra importantes triunfos en Utiel, L' Olleria, Carlet, Tavernes de la Valldigna, Meliana, Albaida, Algemesí, Puçol, Vilamarxant, La Pobla de Vallbona, Bétera, Buñol, Chiva o Carcaixent. En general, avanza de manera notable en la mayor parte de municipios. Otro ejemplo significativo en esa línea se produce en Xàtiva.
En cambio, vuelve a quedarse con la miel en los labios en Llíria, con su secretaria general provincial, Reme Mazzolari, como la más votada aunque perdiendo la vara de mando en el tramo final del recuento de sufragios. Un ‘deja vu’ de 2019.
En las tres restantes ciudades con más de 50.000 pobladores tras Torrent: Gandia, Paterna y Sagunt, el PSPV ha sido el más votado y asegura sus alcaldías. El caso más llamativo se sitúa en Paterna, donde Juan Antonio Sagredo logra una holgada y monumental mayoría absoluta que supera la que ya tenía y le convierte en el principal barón local socialista en la provincia. José Manuel Prieto, en Gandia, con 12 concejales, y Darío Moreno, en Sagunt, igualmente con 12, rozan esa mayoría absoluta.
El secretario general del PSPV en la provincia y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, no ha faltado a la cita con sus victorias arrolladoras. Sin estridencias, se ha limitado, que no es poco, a revalidar sus 14 concejales sobre 21. El partido que secretaría Ximo Puig retiene la mayor parte del conocido como ´cinturón rojo´, con importantes triunfos también en Silla, Aldaia, Quart de Poblet o Picanya, que compensa los bajones significativos en Albal, Moncada o Benetússer.
Del mismo modo los contrapesa el auge de Lorena Silvent en Catarroja o de Maribel Albalat en Paiporta. Jordi Mayor, el primer edil de Cullera, rubrica otra mayoría inapelable mientras Rafa García, en Burjassot, con 12 concejales sobre 21, mantiene la tradición sempiterna de ejecutivo socialista.
En esta localidad, precisamente, el PP impuso a un candidato, José María Caballero, que se ha estrellado al quedarse en unos insignificantes cuatro concejales. Esa línea de designaciones ha ofrecido un balance de fracaso en la mayoría de los casos, empezando por la citada Burjassot y siguiendo por la antes mencionada Gandia, donde la reputada figura en el ámbito regional de Juan Carlos Moragues no ha podido trasladar con éxito su prestigio a escala local, u Oliva.
En Sueca, también con Carolina Torres decidida desde Valencia, el PP se ha quedado anclado en tres concejales; como en Quart de Poblet, donde se ha limitado a cinco de 21; o en Picassent, en seis de 21. Incluso en Paterna, donde la mejora de resultados de Sara Palma resulta un ascenso pírrico que mantiene al PP en las penumbras municipales.
La única de las imposiciones que le salvaría la constituye la de José Luis Palacios en Alzira. Y no porque haya mejorado resultados, sino porque el hundimiento de Compromís le puede permitir gobernar siempre que pacte con Ucin -el partido formado por ex del PP que se marcharon precisamente por esa imposición- una circunstancia que está por ver.
Esa caída de la coalición compromisaria a escala local supone otro de los hechos más relevantes de la jornada electoral. En Alzira, su gran bastión, ha perdido tres concejales; en Tavernes de la Valldigna se ha estrellado al pasar de los 10 ediles de 2015 a los tres de estos comicios, a los que llegaba con la alcaldía bajo el brazo.
En Sueca, otra de sus poblaciones fetiche, no ha sido el más votado, algo que logró en 2019, y baja a siete concejales. Ha sufrido una debacle importante en Meliana. Y en esa línea de descenso siguen Paiporta, Carcaixent, Carlet, Oliva, donde Compromís ha pasado de ser determinante a convertirse en comparsa. Vox, por su parte, ha sido el más votado en Náquera.
Mientras, los partidos locales continúan su evolución al alza. Ese ascenso lo ejemplifica Projecte Oliva, liderado por Yolanda Pastor, que no solamente ha vuelto a ganar, sino que esta vez podrá gobernar al conseguir diez concejales sobre 21. Tendrá las opciones de pactar con Ucin o con el PP.
La marca independiente Ucin también entra con fuerza en Alzira y Loriguilla, donde reclutó a la actual alcaldesa, Montse Cervera. En Alberic, Tono Carratalá repite su mayoría absoluta, con Ciutadans per Alberic, de nueve sobre 17. En San Antonio de Benagéber, Enrique Santafosta, de Aisab, gana de nuevo, y Ucin entra.
Ciudadanos salva VIlamarxant, con el tirón de su alcalde, Xavier Jorge, que logra los dos nuevos munícipes que por el aumento de censo suma esta población de Camp de Túria. Del mismo modo conserva las alcaldías de Cofrentes, Caudete de las Fuentes y Llanera de Ranes. Serán sus islotes de poder en un océano teñido de colores que no son el naranja.
Con cambios significativos y resistencias simbólicas, la provincia de Valencia ha vivido un 28 de mayo frenético, al que proseguirán tres semanas de negociación para determinar los pactos que configurarán muchos ayuntamientos. Si las elecciones de 2019 supusieron continuidad; las de 2023 traen una variación relevante. Se presenta un nuevo escenario.