VALÈNCIA. Desde ayer, en València ya se respira algo de Premios Goya. Un ambiente que durará más de un año, ya que la ciudad será subsede de la ceremonia de entrega de premios (junto a Málaga, la sede principal, y Madrid) el próximo 6 de marzo y además acogerá la gala plenamente el año siguiente como colofón al Año Berlanga. el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, junto con miembros de su equipo, visitaron durante la jornada de ayer las instalaciones del Palau de les Arts para empezar las tareas de producción de esta gala, y desvelaron un dato algo más concreto: aquí se repartirán dos galardones (no se han especificado cuáles), un peso muy relativo pero que ha servido para constituir una comisión organizadora de la gala que se reunió por primera vez en el Ayuntamiento aprovechando la visita de la Academia.
La comisión la forman catorce personas representando a todas las instituciones que se volcarán en la organización de las galas. Presidida por la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, la completan, entre otros, por parte de la Generalitat, el Director general de Turismo, Herick Manuel Campos, de la Diputación, el alcalde del Ayuntamiento de Cullera, Jordi Mayor, y de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el presidente Mariano Barroso, la directora de Patrocinios y Premios Goya, Ana Núñez y Sol Carnicero.
La ceremonia del próximo marzo, que era la que previsiblemente se celebraría en València aunque finalmente se hará desde Málaga, no será (ni mucho menos) una gala al uso: tres escenarios con una restricción importante de público y dirigido y presentado por Antonio Banderas y María Casado. Una celebración que, según la propia Academia, "será austera".
A partir del 6 de marzo, la cuenta atrás se vuelve a poner en 12 meses. Un año en el que València tiene varios retos por delante: la primera, el lugar de celebración. Con Feria Valencia y el CaixaForum (aún en obras) sobre la mesa, el tiempo dirá si el edificio ubicado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias cumple las condiciones para que se haga (es la voluntad del Ayuntamiento) o finalmente se traslada a un lugar mucho más logístico. Cabe recordar que, en tiempos prepandémicos, la gala suele tener un aforo de unas 3.500 personas.
La segunda será un reto totalmente ajeno a lo institucional pero que determinará claramente la gala de 2022, y es en qué medida afectará a esa gala el parón de producciones que está habiendo a causa del coronavirus. Las nominaciones de este año estarán marcadas por los pocos films que se pudieron hacer antes del Estado de Alarma. Las consecuencias de este atípico 2020 se reflejarán en la gala que acogerá València. Aunque todo esto no quita ni pizca de la ilusión de un proyecto por el que se trabaja mucho. Quedan 2 días para el Año Berlanga, el año en el que València quiere ser la capital del cine.