El IVAM da carpetazo a su subsede

VALÈNCIA. Continúan las malas noticias para el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Fue en noviembre de 2020 cuando la Generalitat Valenciana, entonces gobernada por el Botànic, anunció el impulso de una nueva sede para el museo ubicada en una de las naves del Parc Central, un espacio que buscaba cumplir un doble objetivo: por un lado, ampliar el espacio expositivo del centro y, por otro, dar un lugar específico a la creación y práctica más contemporánea. Su inauguración se fijó entonces para el año 2023, aunque su apertura nunca llegó. Más allá de la cesión del inmueble por parte del Ayuntamiento a la Generalitat, el proyecto apenas avanzó a nivel administrativo, un espacio para el que la entonces directora del museo, Nuria Enguita, desarrolló un programa artístico que nunca se pudo desplegar. 

El cambio de gobierno autonómico, primero con Vicente Barrera (Vox) y ahora con José Antonio Rovira (Partido Popular) al frente de la Conselleria de Cultura, confirmó que la puesta en marcha de la nueva sede dejaba de ser una prioridad y, de hecho, las bases del concurso para elegir al nuevo director del IVAM lo dejaban claro, pues ya no pedían un proyecto para el espacio. De hecho, ni la mencionaban. Tras meses de indefinición, la Generalitat ha confirmado lo esperado: el proyecto quedará definitivamente en un cajón. Así pues, será este mismo viernes cuando, a petición de la Gerencia del IVAM, el Ayuntamiento de València apruebe en Junta de Gobierno Local la renuncia a la concesión del inmueble.

Con este movimiento se entierra definitivamente el proyecto de sede en el Parc Central, una decisión que es también relevante por los motivos que esgrimen desde el centro cultural. Según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, el museo considera “inviable” continuar con la concesión “tras una evaluación de los objetivos estratégicos, de las circunstancias actuales y de la disponibilidad presupuestaria”. Este movimiento, pues, resulta significativo no solo por lo que respecta al futuro inmediato de este espacio sino al deseo de ampliación que, durante años, ha coleado en distintas formas en el museo, un gran proyecto que, atendiendo a la justificación que da el IVAM para la renuncia a la concesión, queda lejos de resolverse.

Este movimiento concreta una de las grandes dudas que giraban en torno a un IVAM que todavía tiene pendiente la elección de su nuevo director, tras casi un año sin ‘capitán’, una transición que está siendo más que complicada tanto en el terreno de la gestión como en el ámbito artístico. Esta última cuestión se resolverá  -parcialmente- este mismo viernes. Será este viernes cuando, tras semanas de retraso, se presente la programación del 2025, que sumará una exposición en torno a Soledad Sevilla o recuperará algunos de los proyectos suspendidos en 2024, como la exposición de Senga Nengudi y Maren Hassinger, que debía haberse abierto el público en este otoño, así como la entrega del Premio Julio González a Simone Fattal. La presentación, sin embargo, será de apenas un semestre “con objeto de respetar a la nueva dirección que ya presentará el resto de la programación”, comunicó Cultura hace semanas, a pesar de que la programación del 2025 ha sido aprobada por el Consejo Rector. 

El carpetazo a la sede del Parc Central, además, se suma a la clausura de su sede el Alcoy -que comparte con la Fundación Mediterráneo y el Ayuntamiento de la localidad- tras un fallo en el sistema de climatización del edificio, que obligó en junio a retirar las obras de arte de Josep Renau allí expuestas para evitar daños "hasta que se garanticen las condiciones ambientales adecuadas de la sala, ante la falta de soluciones por parte del Ayuntamiento de Alcoy, que es el encargado del mantenimiento de esta sala”, expresaron desde la Generalitat. Medio año después, el espacio sigue sin exposiciones.