El juez procesa a Benavent, el exdirector financiero y un empresario por un contrato ilegal en Llutxent

VALÈNCIA. (EP). El juez del Juzgado de Instrucción número 9 de València ha concluido la investigación y ha acordado el procesamiento del exgerente de la antigua Imelsa y autodenominado 'yonki del dinero', Marcos Benavent; el ex director financiero José Enrique Montblanch, una mercantil y un empresario por un delito de estafa en concurso con otro de falsedad en documento privado y de malversación de fondos públicos en relación con un contrato presuntamente irregular para el alumbrado público de la localidad de Llutxent, por el que un empresario cobró sin haber hecho los trabajos.

Así consta en un auto de incoación de procedimiento abreviado del juzgado, facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en el que esta instancia judicial decreta la nulidad del auto de apertura de juicio oral dictado el pasado mes de julio contra tres de ellos ya que, conforme a una reciente resolución de la Audiencia de Valencia, debe añadirse como cuarto encausado al ex director financiero, sobre el que se había acordado el sobreseimiento libre pero que vuelve a estar incluido tras el recurso de Fiscalía y la actual Divalterra.

La Audiencia revocó ese auto por entender que el ex director financiero "presentaba sospechas de haber podido participar en los hechos denunciados desde su posición de director económico financiero de Imelsa, luego Divalterra, al haber podido omitir los procedimientos de control propios de su cargo respecto de los presuntos trabajos, proyectos, las facturas" por parte del empresario y su mercantil y los pagarés entregados que previamente había autorizado Benavent, "pudiendo desprenderse de manera indiciaria su connivencia con el mismo" para presumiblemente obtener alguna ventaja de forma ilegítima.

El juzgado concluyó que en este caso había un proyecto de renovación del alumbrado en Llutxent, por un presupuesto de 60.445 euros en el que actuó como intermediario un primo del empresario, ya fallecido, y que se acompañaron unas facturas para recibir los fondos tras su aprobación.

En este caso sucedió el cobro de las facturas previa presentación en Imelsa en enero de 2013, que se abonó mediante tres pagarés cuyo pago autorizó Benavent aunque con posterioridad se comprobó la inexistencia de ningún soporte documental del proyecto, de los supuestos trabajos facturados. El empresario reconoció que se había recibido el dinero sin contraprestación alguna y garantizó la deuda de forma personal y se comprometió a devolverla.

Testificales posteriores pusieron en evidencia que el entonces director financiero debería de haber realizado alguna comprobación y seguimiento de la operación, sin que eso ocurriera, por este motivo se incluye finalmente como procesado.