CASTELLÓN. Hace poco les hablaba de la paciencia que había que tener con el oro, puesto que todavía no existía inflación en la economía y, por lo tanto, las subidas que pueda tener el 'metal de los Dioses' siempre estará limitada al amplio rango en el que viene moviéndose desde la primavera del 2013 sobre los 1.360 dólares y que ya ha sido cinco veces ya testeada. Este nivel de precios va a ser muy difícil de romper al alza sin que la inflación llame insistentemente a la puerta.
No obstante, ya estamos viendo cambios significativos en el comportamiento del oro y que se basan en la pérdida de la correlación inversa entre el precio del oro y el valor del dólar estadounidense. Evento que siempre antecede a los grandes rallies del oro en momentos inflacionarios. Por lo tanto, habrá que seguir esperando a que el precio del petróleo deje de bajar anunciando una nueva recesión para que con ello, el incremento en los precios sea más notable que ahora, pero ello no ha quitado que los inversores inteligentes hayan comenzado a comprar oro en previsión al futuro escenario inflacionario.
De hecho, el pasado 1 noviembre se conoció que la demanda de oro en el tercer trimestre de este año subió en 6,2 toneladas hasta las 964,3 respecto el mismo trimestre del año anterior y donde el 22% de ese incremento fue provocado por compras de bancos centrales, el 28% por demanda de inversión en lingotes y monedas frente a otras fuentes de demanda tradicional que apenas se incrementaron como la tecnología (1% de incremento) o la joyería con un incremento del 8%.
En este gráfico de casi año y medio podemos ver el típico comportamiento inverso entre el precio del oro (línea continua de color rosa) y el valor del dólar estadounidense (línea continua de color azul) medido con el Index Dollar como cesta del dólar estadounidense contra las siguientes siete divisas más importantes.
Como podemos ver siempre que el valor del dólar estadounidense subía el precio del oro bajaba y viceversa. Este tipo de comportamiento es habitual en las materias primas y con mucha frecuencia en los metales preciosos en la medida que son valoradas en dólares estadounidenses, pero momentos como los que estamos viviendo en los últimos meses, con el dólar estadounidense y el precio del oro subiendo ambos nos indica que todo está preparado para arrancar la marcha.
Así que toca seguir esperando la ruptura del rango de cinco años de duración, pero comprar oro a precios actuales siempre será mejor que hacerlo a 1.400 dólares. Por eso, mientras esperamos que esto ocurra vamos comprando poco a poco oro físico de manera conjunta como si fuese nuestro plan de pensiones.
Eduardo Bolinches es director de Bolsacash