VALÈNCIA. Este viernes tendrá lugar el Congreso del PP de València ciudad tras más de siete años de sequía de una cita de estas características en la formación popular. La portavoz en el Cap i Casal, María José Català, se convertirá oficialmente en presidenta del partido dado que ha sido la única candidata que se ha presentado al proceso, una consecuencia del consenso que ha venido suscitando su figura en los últimos meses como dirigente más indicada de cara a recuperar la capital para la formación de la gaviota.
Tal y como informó Valencia Plaza, uno de los cambios que se ha introducido en las ponencias que deben aprobarse en el cónclave, está relacionado con el método de elección de los hasta ahora llamados presidentes de distrito, que ahora pasan a denominarse coordinadores generales de distrito.
Así, hasta ahora esos responsables del partido en los barrios se elegían mediante votación directa de todos los afiliados de la agrupación concreta. No obstante, según se ha introducido en el nuevo reglamento, esos serán designados a través del Comité Ejecutivo: es decir, una reducción de la participación que otorga más poder a la presidenta local, puesto que tendrá un férreo control en estos nombramientos.
Sin embargo, a esta maniobra le quedaba un fleco por recortar. En los estatutos aprobados en 2012 de cara al último congreso provincial figuraban diversas pautas que debían seguirse en València capital. Entre ellas, la reflejada en el artículo 61: "Las Asambleas de Distrito están formadas por todos los afiliados pertenecientes a dicho distrito y elegirán, en lista cerrada, al Presidente y a los 22 vocales de la Junta de Distrito".
Así pues, la reforma realizada en el reglamento del PP local liderado a partir de ahora por Català impulsa -salvo que alguna enmienda la modifique- un nuevo método de designación que choca con los estatutos provinciales.
No obstante, parece que esto no supondrá un problema. Fuentes próximas al futuro presidente -también es candidato único- del PP provincial de Valencia, Vicente Mompó, aseguran que la intención es eliminar buena parte de las referencias -o incluso todas- a cómo debe organizarse el partido en la capital. Un gesto de confianza hacia Català cuya nueva normativa solo estará en el limbo unas pocas semanas hasta que se aprueben en el congreso provincial próximo 25 de julio los documentos rediseñados.
En esta línea, estas mismas fuentes apuntan a que la dirección de Mompó no se opondrá tampoco al impulso que pretende dar Català a una nuevas estructura de Nuevas Generaciones en València ciudad, algo que en el pasado generó tensiones entre la dirección local controlada por Rita Barberá y la provincial capitaneada por Alfonso Rus.
Ahora bien, desde el entorno de Mompó no están tan de acuerdo en que València ciudad deba tener un peso excesivamente elevado en los puestos más importantes de la futura dirección provincial más allá de los lógicos equilibrios entre las distintas familias populares. En este sentido, y pese a que Català ha venido reivindicando la importancia de que el PP de la capital cuente con representantes en áreas clave de la provincia, en la órbita del futuro presidente se aboga más por entregar el protagonismo a apuestas más personales de Mompó que, en muchos casos, podrían proceder de municipios de un tamaño modesto.