El presidente de la Generalitat arranca el compromiso del pago del FLA pero no pasa de las buenas palabras respecto a la financiación
VALENCIA. El jefe del Consell, Ximo Puig, se reunió este lunes por primera vez desde que llegó al Palau de la Generalitat con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Un encuentro celebrado en La Moncloa que llegaba después de varios aldabonazos por parte del líder valenciano, que venía reclamando la cita -tres cartas mediante- prácticamente desde que llegara al poder a finales del mes de junio. FOTOGALERÍA
De hecho, el máximo responsable autonómico había elevado la presión en las últimas semanas. A los dardos habituales dirigidos a Madrid de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se sumó la amenaza de la vía judicial por parte del Gobierno valenciano para reclamar la reforma del sistema de financiación que margina a la Comunitat.
Pese a estos antecedentes, la reunión fue de guante blanco. O al menos así lo transmitió el presidente valenciano, que salió "moderadamente satisfecho" del encuentro. En el haber del jefe del Consell, arrancar el compromiso por parte de Rajoy de que los 1.380 millones de euros sobrantes del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) pactados con el Gobierno central para la Comunitat llegarán antes de que termine el año. Dinero -prestado eso sí- para contener el déficit al menos temporalmente.
Al margen de este pequeño triunfo, pocos hechos y buenas palabras. Al menos de momento. Ximo Puig expuso en la rueda de prensa posterior al encuentro los siete puntos principales que había puesto sobre la mesa ante el presidente del Gobierno. Según sus propias palabras, el objetivo consistía en "trasladar el problema valenciano" y "romper la invisibilidad de la Comunitat" en La Moncloa. Un mensaje directo pero que Puig, que calificó el encuentro de "productivo", se preocupó de transmitir en tono constructivo: "Esto se arregla fomentando la igualdad entre los españoles", señaló.
En la propia introducción, el líder valenciano dejó entrever las propias dudas que se albergaban sobre la efectividad del encuentro. "Me hubiera gustado que esta reunión hubiera sido antes del verano y no en plena convocatoria electoral", subrayó. Un mensaje que evidencia la eficacia limitada de la cita: a falta de mes y medio para los comicios y con un presidente que quizás no continúe en La Moncloa en 2016.Aún así, respecto a la concreción de las peticiones, Puig emplazó a la reunión de distintos departamentos ministeriales y el Consell para avanzar en las distintas cuestiones. "Estas semanas previas a las elecciones no tienen porque ser el tiempo de la basura", recalcó Puig.
¿Y cuales fueron las reivindicaciones del jefe del Consell? No podrá decir Rajoy que le sorprendieran, puesto que el presidente de la Generalitat dividió sus exigencias en siete apartados con las que el Gobierno valenciano viene 'machacando' prácticamente desde el mes de junio.
Así, además de la citada habilitación del FLA pendiente y la reforma del sistema de financiacón, Puig reiteró su petición de un "mecanismo transitorio" para cumplir la Lofca. Es decir, el pago de 1.300 millones de euros que el Gobierno valenciano ya ha presupuestado -y de los que no dispone- para 2016 y que se engloban dentro del marco de lo que debería recibir la Comunitat con el futuro sistema de financiación. Sobre esto, Puig admitió que no había llegado a ningún "acuerdo verbal" con Rajoy.
En esta línea de agravios valencianos, el jefe del Consell también puso sobre la mesa la necesidad de "empezar a hablar de compensación de la deuda histórica", que se cifra en torno a 13.000 millones de euros. Además, Puig también se encargó de recordarle a Rajoy el "problema de inversiones estatales" que sufre la Comunitat, que ha recibido partidas muy por debajo del peso de la PIB valenciano en los últimos años.Por otro lado, respecto a otros asuntos, el presidente de la Generalitat arrancó el compromiso de Rajoy para "tratar de que sea posible" sacar adelante el proyecto del Barco de la Esperanza para la acogida de 1.200 refugiados sirios en la Comunitat. Además, reclamó al presidente del Gobierno el contrato programa sobre transporte metropolitano para Valencia ciudad que poseen otros grandes capitales españolas así como un pacto de Estado contra la violencia de género.
En cuanto a abrir una posible vía judicial para reclamar la financiación tal y como se había señalado desde el Consell en los últimos meses, Puig dió prioridad a la "vía del diálogo" abierta este lunes, si bien recalcó que "nunca va a descartarse".
Pese a la moderación de Puig en la rueda de prensa, del encuentro se extrajeron pocos compromisos concretos al margen de las buenas palabras e intenciones. Así lo consideró su socio de gobierno, Compromís, quien a través de su síndic en Les Corts, Fran Ferri, emitió un comunicado crítico con el encuentro, que calificó de "muy decepcionante".
"Queda claro que para Rajoy y el PP los valencianos somos ciudadanos de segunda", recalcó el portavoz, al considerar que Rajoy no se había comprometido "a nada concreto en materia de financiación".
Así, Ferri criticó que Rajoy hubiera utilizado la reunión "para hablar sobre Cataluña, pensando en clave de campaña electoral del PP, en lugar de comprometerse a solucionar el gran problema de los valencianos, el trato injusto de la financiación y las inversiones del Estado a nuestro territorio".
El presidente asegura salir "moderadamente satisfecho" tras exponer a Rajoy "el problema valenciano"
Tras evitarle en sus dos recientes visitas a la Comunitat, Rajoy tendrá que pronunciarse ante el presidente de la Generalitat sobre el futuro del sistema de financiación autonómica