El PSPV planea invitar a Compromís a que ceda una plaza a Podemos en el Consell si quiere entrar en el Ejecutivo

VALENCIA. "El resultado de las elecciones generales no tiene por qué alterar la estructura del Consell". Estas palabras fueron pronunciadas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una entrevista publicada por Valencia Plaza el pasado 19 de septiembre.

Es evidente que las cosas podrían cambiar, teniendo en cuenta además que los partidos políticos se enfrentan a unos comicios nacionales el próximo 20 de diciembre que podrían forzar unas alianzas estatales iguales o distintas de las que existen en las diferentes comunidades autónomas. 

Sin embargo, esas manifestaciones del líder socialista indican que la hoja de ruta del Ejecutivo, a priori, no debe ser modificada: de hecho, en aquella misma entrevista dejó entrever que ninguno de sus consellers viajaría en la lista al Congreso.

No obstante, lo que ocurra tras el 20D es imprevisible. Desde distintas fuentes del tripartito ya se apunta a que, según el resultado de las elecciones generales, podría producirse la entrada en el gobierno de Podemos, partido liderado por Antonio Montiel en la Comunitat Valenciana, que declinó por orden de Madrid la posibilidad de formar parte del Ejecutivo, pese a las reiteradas invitaciones realizadas especialmente por Compromís.

Fuentes socialistas miran ahora con cierta desconfianza una eventual maniobra para que la formación morada se incorpore al Consell. Si bien la entrada de Montiel en el Ejecutivo podría suponer el antídoto para evitar algunas de las posiciones adoptadas por Podemos que sobresaltan a los dirigentes del PSPV, no todos las tienen consigo que la gobernabilidad vaya a ser más sencilla con el partido de Pablo Iglesias incrustado en el Gobierno valenciano. 

Dificultades de encaje

Otro de los problemas, sin duda, será cómo realizar el encaje de una nueva incorporación en el Consell si finalmente se produce esta exigencia tras el 20D. Fuentes socialistas plantean que, de producirse esta situación, se invitaría a Compromís a que cediera uno de sus puestos a Podemos en la que sería la primera remodelación del Gobierno valenciano. Dirigentes del PSPV subrayan que estas formaciones han decidido concurrir en alianza a las elecciones generales por lo que no sería "descabellado" que compartieran los puestos adjudicados a Compromís en el pacto.

Una posición que indica que en la formación socialista no están dispuestos a poner en bandeja la entrada de la formación morada, dado que rechazó la invitación realizada en la negociación de junio de este año. La situación es compleja, porque la pretensión del PSPV obligaría a Compromís a idear la entrada de Podemos en alguno de sus departamentos, una circunstancia que debería coincidir con una baja ya fuera voluntaria o forzada.

Lógicamente, esta tesis es rechazada por la coalición, si bien la solución planteada entre sus filas tampoco sería sencilla, puesto que implicaría la creación de al menos una nueva conselleria, aunque fuera desprendiendo competencias ya existentes en una área.

En este punto, los socialistas tampoco estarían conformes, dado que si impulsara una cartera para la entrada de Podemos también debería nacer otra que fuera controlada por los socialistas. De esta manera, el PSPV liderado por Puig no quedaría en inferioridad en el pleno del Consell -ahora son cinco y cinco con la ventaja del voto de calidad del presidente- frente al tándem Compromís-Podemos. En síntesis, tras las elecciones del 20 de diciembre apunta a mantenerse la tensión preelectoral que ya se vive en el Gobierno valenciano.