El PSPV tiende la mano al Bloc para analizar la problemática de Divalterra

VALENCIA. El conflicto entre PSPV y Compromís, concretamente Bloc, sobre la empresa pública Divalterra, antigua Imelsa, amenaza con complicar el acuerdo de gobierno en la Diputación de Valencia. Tal y como informó este diario, la temperatura se elevó este martes unos cuantos grados con el consabido cese del cogerente de la entidad, el socialista Víctor Sahuquillo, y el rechazo por parte de Compromís a cualquier otra línea de actuación que implique cambiar el acuerdo alcanzado al inicio de mandato hace año y medio. 

Así, desde Compromís se negaron incluso a que la actual única gerente, Agustina Brines, que forma parte de esa fuerza política, fuera capacitada para que su firma adquiriera mayor peso dentro de Divalterra. Es decir, si hasta ahora podía autorizar gastos hasta 18.000 euros, pasar a poder dar luz verde a pagos de hasta 140.000 euros. La coalición, quien pese a todo mantiene el control de Divalterra puesto suya es la ahora única gerente, justificó su negativa en la ruptura del pacto por parte de los socialistas, que pusieron sobre la mesa la posibilidad de designar a un consejero delegado para sustituir al cogerente socialista. 

Al menos de momento, Compromís permanece enrocado en que el presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, se ajuste al pacto y nombre un nuevo cogerente para continuar con el modelo establecido de "consenso" y "corresponsabilidad", recalcan fuentes de la formación naranja.

Ahora bien, tal y como el propio Rodríguez ha anunciado públicamente, su intención de cara al futuro es un adelgazamiento de Divalterra empezando por reasignar a los más de 550 brigadistas al Consorcio Provincial de Bomberos. Una maniobra que tampoco convence a Compromís. Así, este paso hacia el desmantelamiento de la empresa pública, además de permitir que el socio de gobierno tenga el control de Divalterra, ha causado un fuerte malestar en la cúpula del PSPV, desde donde se considera que Rodríguez no ha gestionado correctamente los problemas en el ente público.

Llueve sobre mojado. El presidente de la Diputación de Valencia dio un puñetazo sobre la mesa en febrero de este año para sustituir al gerente de Divalterra, José Ramón Tiller, quien había sido recomendado para el puesto por José Manuel Orengo y Alfred Boix, dos 'pesos pesados' del PSPV. Una maniobra que molestó en Blanquerías y también en Presidencia de la Generalitat y que ahora se ha vuelto contra el propio Rodríguez.

Con esta antesala, fuentes de Compromís en la cúpula de la Diputación de Valencia ya apuntaron este martes a Valencia Plaza que si Rodríguez insistía en cambiar la fórmula de cogerencias en Divalterra debería renegociarse desde los partidos el acuerdo en la corporación provincial especialmente en lo referido a la empresa pública.

Sobre este particular, fuentes de la dirección del PSPV admitieron a este diario que han existido contactos informales con Compromís, especialmente con miembros del Bloc, para tender la mano de cara a analizar la problemática acontecida y buscar soluciones. En este sentido, las fuentes socialistas consultadas son partidarias de mantener la fórmula de la cogerencia pactada con Compromís y disienten del vaciado de competencias impulsado ahora después de los esfuerzos realizados para revitalizar la empresa pública.