VALÈNCIA. Acuerdos menores, pero discrepancia en lo esencial: la ampliación norte. Ni las explicaciones del presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, ni la mediación del conseller de Obras Públicas, Arcadi España, sirvieron este martes para salvar la oposición del alcalde de València, Joan Ribó, a la construcción de la nueva terminal de contenedores del Puerto de Valencia si la APV no accede a solicitar una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
El alcalde, tras la reunión convocada a instancias de Arcadi España para reducir la tensión entre la APV y el Ayuntamiento por el impacto de la ampliación en el entorno, manifestó que el Puerto debería someter el proyecto a una nueva evaluación ambiental porque la DIA actual la obtuvo en 2007 con un diseño que diferente del que ahora se llevará a ejecución.
"A nuestro juicio se ha de hacer una nueva DIA, pero ellos –la APV– creen que la que actual sigue vigente", explicó Ribó. El alcalde dijo disponer de un estudio jurídico que aconseja que la tramitación de una nueva declaración de impacto. Así las cosas, y preguntado sobre si su deseo sería que el Puerto dejase en suspenso el proyecto, respondido: "Es evidente que sí. Si pido una nueva DIA, es evidente que eso no se hace en dos días".
Por ese motivo, Ribó no aclararó si votará a favor o en contra de que se continúe con la ampliación cuando tenga que pronunciarse como vocal del consejo de administración de la APV, algo que ocurrirá de forma inminente. De hecho, el consejo de administración de la APV decidirá este viernes si se aprueba la propuesta de selección de la oferta del grupo naviero MSC, la única oferta que se presentó en el concurso para la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores cuya inversión prevista supera los mil millones de euros.
El alcalde de València quiso mantener el suspense y no aclaró el sentido de su voto a la continuación de la tramitación, un punto que definió como "un paso administrativo no definitivo". "Aún no puedo hacer un análisis serio porque aún no he mirado los papeles, pero por lo que se me ha insinuado no es un paso definitivo; debemos estudiarlo bien" se explicó.
Según dijo, esta ambigüedad responde a su deseo de "medir los pasos exactamente" ante la eventualidad de que la APV continúe adelante con la ampliación con el Ayuntamiento de València en contra. "Quiero medir para poder tener las manos libres en una fase posterior para poder tomar las medidas adecuadas y analizar en cada momento con mis secretarios y los técnicos medioambientales qué tenemos que hacer", detalló.
A pesar de que la mediación de la Generalitat no ha servido para sortear las discrepancias del alcalde sobre el proyecto, la mera presencia de Ribó en la reunión de este miércoles ya se vio como un importante paso adelante. Aurelio Martínez explicó personalmente los detalles de la construcción de la nueva terminal de contenedores, como el dragado marino de 350 hectáreas frente a El Saler para ampliar el calado del canal de acceso al Puerto, un aspecto ante el que el alcalde mostró especial preocupación.
La APV, cuyo presidente no compareció para explicar su postura tras el encuentro con la Generalitat y el Ayuntamiento, sostiene que no necesita una nueva DIA porque, a pesar de que el diseño original de los diques de abrigo ha cambiado, no se van a producir nuevos impactos sobre las playas al sur del Puerto. El argumento esencial del Puerto es que la ejecución de esta segunda y definitiva fase consiste en el relleno de los diques que se construyeron en 2012 y se desarrolla aguas adentro, por lo que la evaluación ambiental vigente sigue siendo válida.
No lo ve así el alcalde, que también se lo hizo saber directamente al presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina, sin que este le diera una respuesta "concreta" sobre el asunto.
La necesidad o no de una nueva DIA es el eje sobre el que pivota toda la polémica surgida en torno a la ampliación del Puerto, un debate que ya está abriendo una brecha entre los socios principales del Consell: Compromís y el PSPV.
Al respecto, Joan Ribó recordó que existe una carta de la consellera de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, remitida a la ministra de Transición Ecológica en funciones en la que pide que exija a la APV una nueva DIA porque "hay una modificación sustancial" del proyecto. Sin embargo, el conseller de Obras Públicas rebajó la oficialidad de esa petición y matizó que no es una postura del Consell porque no ha pasado por el pleno, sino una iniciativa de Mollà, quien en la primera y única reunión que ha mantenido con la ministra 'olvidó' reiterar esa petición.
"Formalmente no existe una petición, lo que hay es un escrito que la propia consellera ha hecho llegar a la ministra en funciones", puntualizó España, que manifestó que deberá ser el Ministerio quien, en base a un "criterio técnico", insta de oficio a la APV a someterse de nuevo al examen ambiental.
Al margen de ello, como principales aspectos "positivos" del encuentro, Ribó subrayó que, por un lado, el Puerto de Valencia se ha comprometido a solicitar a Ineco, la consultora del Ministerio de Fomento que está estudiando las posibilidades para construir el futuro acceso norte mediante un túnel subterráneo, que tenga en cuenta la "variable ferroviaria" para ese acceso, no solo la de camiones.
Por otro, el compromiso de la APV de encargar a expertos independientes un estudio sobre el impacto medioambiental de la ampliación y su actividad sobre el entorno y la movilidad, con el compromiso de aplicar las recomendaciones que surjan de ese trabajo.
Según detalló el conseller Arcadi España, normalmente siempre se han hecho estudios de carácter económico o técnico, pero ahora el Puerto va a incorporar también un estudio medioambiental y de movilidad que será independiente de la posible nueva DIA, un asunto "que se está debatiendo y que el próximo ministerio tendrá que decidir".