VALÈNCIA. (EFE) El Puerto de Valencia se sitúa en tercer puesto en el Mediterráneo en movimiento de contenedores, tras El Pireo y Tanger Med, y su liderazgo se ha visto amenazado por las grandes inversiones realizadas por la naviera asiática COSCO en Grecia y por la apuesta de Marruecos por crear un sistema logístico marítimo.
En los últimos años, se ha producido un aumento de la competencia portuaria en el Mediterráneo motivado por las grandes inversiones en algunos puertos del Mediterráneo, el incremento del comercio en contenedores transportado en mega buques y por la centralización del tráfico en grandes puertos que ofrecen a las navieras una mayor rentabilidad.
Así lo recoge un informe de Cámara Valencia dado a conocer este lunes, que señala que el Puerto de Valencia ha dejado de ser en 2020 el puerto líder del Mediterráneo en cuanto al movimiento de contenedores.
Aun así, constituye una infraestructura logística clave en el transporte marítimo entre Asia y Europa, con importantes beneficios para la economía regional, nacional y europea.
El Puerto de Valencia es de tráfico mixto, con casi la mitad del tráfico de contenedores dedicado a la carga y descarga de mercancías (exportaciones e importaciones), y el 53 % de tránsito.
Ello implica, según el informe, que el impacto económico de la actividad portuaria sobre la región y sobre su área de influencia es mucho mayor que los puertos donde predomina el tráfico de tránsito (como son Algeciras, Tanger Med y El Pireo-Grecia).
Su situación geográfica, situado en el centro este de la costa mediterránea española, y su conexión con el resto de Europa, es una ventaja competitiva frente a su mas directo competidor, El Pireo, cuyas conexiones con el centro de Europa son mucho menos eficientes, indica el estudio.
El índice de conectividad del Puerto de Valencia (tiene conexión con casi mil puertos de todo el mundo) es el más elevado de los puertos de España, y el cuarto de los puertos europeos, lo que supone un factor atractivo tanto para las grandes navieras internacionales como para las empresas españolas que comercian con el exterior.
A medio y largo plazo las políticas de infraestructuras van a ser las protagonistas en las rutas marítimas del Mediterráneo y países como Marruecos van a seguir invirtiendo en sus puertos, y las grandes navieras, añade el informe, seguirán posicionándose en los puertos más atractivos.