MADRID, (EP). El sector de la moda ha perdido 6.000 millones de euros en los últimos diez años, según el informe '15 años de moda en España', elaborado por la consultora Kantar Worldpanel.
Según este estudio, estos resultados se deben a que los españoles gastaron un total de 437 euros en ropa en 2015, lo que supone 146 euros menos de lo que pagaban hace 15 años por el mismo número de prendas, de 34. Esto supone que el precio que pagan los españoles por su ropa se ha reducido un promedio de cinco euros por prenda desde 2001.
Esta bajada en el gasto de cada español ha provocado que el sector textil vestir (ropa interior y exterior) facturara un 10% menos que hace 15 años, y hasta un 31% menos si se compara con las compras realizadas en 2005, "uno de los años álgidos para este mercado", según señala el informe.
Tal y como apunta Rosa Pilar López, de Kantar Worldpanel, entre 2001 y 2005 el sector se encontraba "en fase de expansión". "Pero, aunque el mercado crecía, ya se empezaba a apreciar una devaluación del mercado, con una tendencia a la baja de los precios", añade López, quien explica que el sector textil fue uno de los primeros mercados en "predecir la crisis".
"Ya entre 2005 y 2008 se comenzó a resentir con una reducción del consumo, en un mercado saturado y depreciado --continúa la experta--. A partir de 2008, conocemos bien la historia: se intensifica la caída del consumo, se desploman los precios y en 2014 el sector toca suelo".
El informe recoge que una de las principales causas de la devaluación del mercado ha sido la expansión de las cadenas de moda y su fuerte competitividad en precios. En este sentido, López señala que el abaratamiento de los precios "no se debe sólo a que las cadenas de moda parten de un índice de precios inferior que el canal tradicional, sino que, especialmente en estos últimos años de ajustes presupuestarios, han sido las que más han bajado sus precios, algo a lo que también ha contribuido la liberalización del periodo de rebajas, que ha permitido al sector ofrecer descuentos durante todo el año".
Así, el estudio determina que las cadenas de moda han ganado 25 puntos de cuota en los últimos 15 años, y en 2015 ya representan el 43,5% de todo el gasto en moda, cuando en el año 2001 apenas tenían un 18,7% de cuota. Por el contrario, el comercio independiente, que hace 15 años recibía el 45% del gasto en ropa, hoy en día reduce su cuota a un 22,4%.
Además, las propias cadenas de moda han experimentado cambios en su distribución, según se desprende del análisis, que concluye que la proliferación de nuevas enseñas ha dado lugar a un mercado más atomizado en el que los consumidores han tendido a repartirse. Esto ha permitido que se acorten las distancias entre las principales cadenas.
El informe indica que Primark se ha convertido en la primera cadena de moda en España en número de compradores, ya que 8,9 millones de españoles compraron alguna prenda de vestir en la cadena en 2015, cuando ésta ni siquiera había aterrizado en el mercado español en 2005. A corta distancia le sigue Zara, con 8,2 millones de compradores.
En tercer y cuarto lugar se encuentran H&M y C&A, respectivamente, cadenas que han registrado "un importante aumento" en su base de compradores (6,5 y 4,8 millones, respectivamente), según revela el estudio, que señala que en el top 5 permanece otra enseña Inditex, Stradivarius, que en 2015 recibió la compra de 4,7 millones de españoles.
Asimismo, otra de las conclusiones del informe es que en los últimos 15 años el consumidor también ha cambiado demográficamente, pues si mientras hace diez años el grupo de edad que más compraba ropa eran los jóvenes de 15 a 34 años, hoy en día lo son los individuos de 35 a 54 años. Igualmente, los individuos de más de 55 años son los que más han experimentado crecidas a nivel de compras, ya que realizan más del 60% del gasto del sector.
Según comenta López, 2015 "ha sido un año de inflexión" en términos de a corto plazo, pues "esa gran sensibilidad al precio que se había acentuado en los últimos años, se ha relajado este año". "El consumidor vuelve a pagar más por sus prendas, y se frena la compra de producto rebajado y en el canal 'low-price", explica la experta.
"Para el futuro, el consumidor estará más conectado, será más exigente, y estará más fragmentado en cuanto a gustos, estilos y formas de comprar moda. El consumidor de moda ya no tiene edad, su estilo de vida manda", concluye.