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ANÁLISIS - días intensos ante la proximidad del 20-d

El tripartito en ebullición: las generales ponen a prueba las costuras de PSPV, Compromís y Podemos

Las tres formaciones aliadas del Pacto del Botánico atraviesan distintas turbulencias internas de cara a unas elecciones que, a medio plazo, pueden afectar a su propia relación

25/10/2015 - 

VALENCIA. Los últimos días no han sido fáciles para las fuerzas que componen el Pacto del Botánico. Distintas circunstancias, relacionadas en todo caso con las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, han generado tensiones dentro de cada una de las formaciones que, a medio plazo, pueden afectar a una relación que, conviene no olvidarlo, sostiene al Gobierno valenciano.

Sin duda el problema más grave es el que habita en Compromís. La falta de acuerdo sobre un pacto para confluir en los comicios con Podemos ha vuelto a poner de manifiesto las divergencias entre las dos almas principales de la coalición: Bloc, con Enric Morera al frente, e Iniciativa, con Mónica Oltra como líder.

El jueves, éstos últimos emitían un comunicado afeando al Bloc sus maniobras en la recta final del acuerdo. Como ya ha ocurrido en el pasado, empiezan a deslizarse amenazas -a través de los medios- sobre la posible ruptura de Compromís. Oltra, que es la que ha dado la cara en el pacto con Podemos, mantiene firme su posición a favor y ya se escuchan voces que hablan de un pacto de Iniciativa, VerdsEquo e incluso con invitación a otras formaciones con el partido de Pablo Iglesias, dejando de esta manera aislado al Bloc.

Por contra, el Bloc se encuentra maniatado por el 'no' al pacto decretado por su militancia. Es cierto que en esta ocasión la sintonía general va en esa línea, aunque no son pocos los dirigentes de la formación nacionalista que prefieren pactar con Podemos antes que poner en riesgo Compromís.  No obstante, se hace complicado para este partido tragar el 'sapo' de ceder ante Oltra y los suyos. Con este escenario, cada día que pasa es más complicado llegar a un desenlace en el que no existan vencedores y vencidos.

Posiblemente por ello, el Bloc en su Consell Nacional celebrado este sábado, abrió la puerta a un posible pacto condicionándolo a una candidatura "de amplio espectro político y social" que  "garantice legalmente la constitución de un grupo parlamentario valenciano y valencianista en el Congreso". O lo que es lo mismo, forzar la máquina para que Podemos ceda más terreno en el ámbito jurídico de la constitución de la candidatura. Una vez más, de ser así, quedaría demostrada la especialidad de la coalición en llevar al límite este tipo de negociaciones y, a última hora, estrechar manos e incluso salir airosos blandiendo la importancia de los intensos debates internos. No obstante, la temperatura ha ascendido hasta tal punto que, de no producirse el acuerdo con Podemos, las consecuencias pueden ser impredecibles.

Combinaciones que no invitan a unos meses tranquilos

Si Compromís no pacta y ello causa una división en la coalición, generará una crisis que, aunque a largo plazo podría beneficiar al PSPV por una cuestión de atomización de la competencia electoral, generaría una situación complicada de gobierno de la que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no podría evadirse. Es más, presumiblemente los problemas se trasladarían además a Les Corts Valencianes e incluso podría salpicar a acuerdos locales, lo que dejaría el pacto alcanzado hace apenas cinco meses totalmente agrietado.

Por otro lado, si Compromís no pacta con Podemos y se presenta en solitario se producirá la extraña situación de que la que la formación de Pablo Iglesias, que viene bajando en los sondeos, deberá luchar por diferenciarse de sus aliados para obtener mayor rédito electoral, lo que puede generar más problemas en Les Corts y, con ello, al Consell. "Harán más ruido", comenta un alto cargo socialista. La buena noticia para el PSPV, en este caso, es que diluirán las posibilidades de que se produzca un sorpasso en la Comunitat Valenciana por parte de Compromís.

Ahora bien, por otro lado, si finalmente hay acuerdo de la coalición con Podemos, el PSPV puede verse atacado en campaña y con cierto peligro de que pudiera producirse el citado adelantamiento, especialmente en la provincia de Valencia, una situación que puede complicar el equilibrio del Consell.

El PSPV, resaca de las listas y los cambios en la Ejecutiva

Por otro lado, tampoco los socialistas valencianos viven en un mar de tranquilidad. Al margen de observar con el rabillo del ojo lo que ocurre en Compromís, en Blanquerías han atravesado una semana de resaca sobre las listas al Congreso y los cambios en la Ejecutiva realizados por Puig.

Como suele ocurrir casi siempre -y más aún con una previsión de descenso-, las candidaturas no han contentado a todo el mundo. La elección de la cabeza de lista por Valencia, Ana Botella, que además dejó la dirección del PSPV en su momento, no ha agradado en determinados sectores del partido. De la misma manera, no entusiasma a los partidarios de la renovación que José Luis Ábalos figure como número dos o el histórico Ciprià Císcar se haya situado en el cuatro. Por contra, afines a éstos y también desde los sectores críticos muestran su malestar en privado -incluso hubo menciones indirectas en la Ejecutiva y en el Comité- a la inclusión como número tres de la abogada y secretaria comarcal de Joves Socialistes, María Such, hija del alto cargo Toni Such.

De la misma manera, y aunque muy valorados en Blanquerías y en el Palau, la inclusión de Artemi Rallo como número uno por Castellón y la de Julián López por Alicante, también han levantado ampollas en algunas familias socialistas.

En cuanto a los cambios en la Ejecutiva, una iniciativa adoptada por el presidente Puig con el ánimo de reforzar el partido y liberar de trabajo a los altos cargos, tampoco ha convencido a todo el mundo, especialmente a algunos de los relevados. Sobre este asunto también se produjeron reflexiones en la Ejecutiva de la pasada semana.

Así pues, el PSPV no ha atravesado un momento especialmente dulce en el ámbito interno en los últimos días, si bien los problemas de su socio de gobierno tapan los suyos propios. Cabe recordar que los socialistas valencianos cosecharon el resultado más pobre de su historia en las elecciones autonómicas, si bien fue suficiente para alcanzar la Presidencia de la Generalitat. Si finalmente no hay pacto entre Compromís y Podemos, están obligados a experimentar una mejoría sensible en las elecciones generales.

Por otro lado, esta semana que queda atrás ha reflejado la primera fractura de voto en Les Corts entre los socios del Consell a cuenta del TTIP. Una circunstancia que podría repetirse en las próximas semanas si, como parece lógico, se recrudece la pugna de cara a los comicios del 20-D.

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