STN sigue a lo suyo para crecer: compra el Simba, activa hornos y construye nuevos centros logísticos
STN sigue a lo suyo para crecer: compra el Simba, activa hornos y construye nuevos centros logísticos
CASTELLÓ. STN tiene un funcionamiento peculiar dentro del ecosistema del azulejo. El grupo de la familia Aparici acumula años de crecimiento espectacular, enfocado en los últimos ejercicios en las operaciones orgánicas. De hecho, aunque en el pasado llevó a cabo importantes compras (la última en 2018 con los activos de la antigua Zirconio) se trataron en su mayor parte de centros productivos en decadencia que han logrado reactivar con gran éxito.
En esta idiosincrasia característica, el grupo nacido en Nules tiene también otro atributo destacado: acomete sus inversiones basado en su propia fortaleza financiera y los préstamos externos son un recurso poco habitual. Un aspecto que todavía aporta más relevancia a las extraordinarias inversiones que el conglomerado está acometiendo en la actualidad y que ha desvelado Plaza Cerámica.
STN sigue a lo suyo para crecer: compra el Simba, activa hornos y construye nuevos centros logísticos
Por ello, para cualquier otra empresa sería difícil compatibilizar la compra del Hotel Simba, la construcción de naves para atomizadoras, nuevas líneas y grupos de cogeneración, la ubicación de nuevos hornos, la materialización de centros logísticos y la urbanización del polígono Casablanca, en Moncofa, donde en un futuro acometerá asimismo nuevos proyectos, entre ellos otro centro logístico.
Para ello, el grupo, que está conformado por catorce compañías bajo la matriz Inversiones y Participaciones Rimar (entre las que destacan las factorías de Stn, Azulmed y Tesany), cuenta con un activo fundamental: los extraordinarios beneficios que ha registrado en los dos últimos años con sus cuentas depositadas.
Así, las últimas cuentas consolidadas de Rimar, las de 2020, reflejan unos beneficios de 45,6 millones de euros, mientras en el ejercicio anterior esta cifra se elevó a 44,6 millones de euros. Entre los dos suman más de 90 millones de ganancias.
Con ello, y como recogen las propias cuentas, al cierre de 2020 el grupo disponía de efectivo por más de 21 millones de euros "y un fondo de maniobra positivo de 141,3 millones de euros". Por el contrario, en aquel momento, las deudas con entidades bancarias no alcanzaban, por poco, los 100 millones de euros. Eso sí, registraba otros pasivos financieros por valor de 242 millones.
En esta situación, el grupo ha llevado a cabo en los últimos años grandes inversiones. Por ejemplo con la construcción de Tesany en Moncofa, que arrancó a mediados de 2020 con dos líneas productivas, a las que muy pronto sumó otras dos. Y ahora se encuentra ampliando esta factoría, en la que entrarán en funcionamiento dos nuevos hornos en los próximos meses. Gracias a ello, y a otras actuaciones, STN ha logrado dar, en menos de una década, un salto productivo al alcance de muy pocos.
Con ello, su facturación rozó en 2020 los 355 millones de euros, lo que supone un 8% más que en el ejercicio anterior y un crecimiento espectacular del 322% respecto de los 110 millones en ventas de 2013.
De aquellos 355 millones de 2020, el 77% procede de fuera de España, donde destacan dos mercados especialmente: Estados Unidos y Francia, recogen las cuentas consolidadas. En total, el grupo vende revestimientos y baldosas en 140 países. En esta situación, la incertidumbre que rodea al sector azulejero en los últimos meses por el incremento de los costes del gas, no parece que a STN le esté afectando demasiado.