entrevista al director general de À PUNT, alfred costa

"Hay que sacar a À Punt de cualquier conflicto social en el que no deberíamos estar metidos"

9/06/2020 - 

VALÈNCIA. Alfred Costa (Torrent, 1969) fue elegido el pasado 6 de febrero director general de À Punt por el Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC). Su nombramiento fue ratificado por Les Corts Valencianes y puso punto final al proceso de relevo de Empar Marco al frente del ente, que se produjo el 9 de marzo.

Licenciado en Ciencias de la Información, trabajó en RTVV de 1990 a 2013, donde fue subdirector de Programación, jefe de sección de Ficción Seriada y responsable del departamento de Nuevos Proyectos y Entretenimiento. Entre 2005 y 2018 fue profesor de Creación de Formatos Televisivos en la Universidad CEU-Cardenal Herrera. Tras el cierre de Canal 9, trabajó en una distribuidora audiovisual y en mayo de 2015 fue elegido concejal por el PSPV en el Ayuntamiento de Torrent, donde ejerció dos años y medio como responsable de Cultura, Fiestas y Comunicación, hasta que obtuvo la plaza de Jefe de Emisiones de À Punt que ocupaba hasta ahora.

Este martes cumple tres meses en su nuevo cargo, en el que tendrá que solventar numerosos retos. Cuestiones como consolidar la audiencia, incrementar los ingresos publicitarios atrayendo anunciantes, convocar las oposiciones o restablecer las relaciones con el Consejo Rector de la cadena, son algunas de ellas. En su primera entrevista como director general de À Punt, Valencia Plaza se reúne con él en el Centro de Producciones de Programas de Burjassot para responder a estas y otras cuestiones, como si le ha llamado algún político para pedirle algo o quejarse.
 

-Al día siguiente de estrenarse en el cargo de director general se suspendieron las Fallas y cinco días después se decretó el estado de alarma. ¿Cómo fue el aterrizaje?
-Como el de la película Aterriza como puedas. Tenía esa misma sensación de vértigo, en el sentido de que empezaba a no darse tanta importancia a poner en marcha el proyecto como asegurarte de lo más complejo en ese momento, que era que aquí había 450 personas trabajando y teníamos que poner en marcha un procedimiento prácticamente bélico de protección, seguridad, higiene... La verdad es que tuvimos la suerte de contar con toda la colaboración del comité de empresa y los representantes de los trabajadores, porque empezamos a gestionar emociones más que la propia tele o la propia radio. Desde ese mismo jueves que se produjo la primera reunión, ya empezamos a crear un gabinete de crisis que se reunía todos los días sobre la 13:00. Se generó una comunicación vertical para ir ampliando un procedimiento, un protocolo de actuación que ha terminado siendo como un manual de estilo. Es una empresa que además tenía que prestar el servicio público y era el momento para hacernos fuertes y hacernos imprescindibles. Es decir, lo que estaba sucediendo fuera no lo iba a contar nadie si no éramos nosotros; todo el mundo entendió la responsabilidad y la reflexión interna que había que hacer, más allá de los intereses particulares que pudiese tener cada uno. El departamento tecnológico puso en manos de los trabajadores la oportunidad de sacar fuera de aquí gran parte de la infraestructura: prácticamente el 58% de la plantilla estaba con trabajo presencial y el resto teletrabajando. Eso dio un primer respiro porque enviamos a casa directamente todo el personal sensible: madres gestantes, madres lactantes, familiares con menores, con personas mayores... El informativo salió bien el primer día y eso nos dio la tranquilidad de saber que al menos la estructura se estabilizaba y podíamos ocuparnos por conseguir mascarillas, guantes, 'epis', y poner en marcha una estructura de separación interna,  generando espacios estancos con equipos estancos que no compartían absolutamente ninguna estancia; entraban a una hora, salían a otra hora, se limpiaba, desinfecta el área y entraba el turno de la tarde.

-¿Han tenido algún caso?
-No ha habido contagio, solo hubo un positivo de una persona que pidió unas vacaciones en Fallas y el 18 de marzo empezó a tener síntomas. Nos lo comunicó y no volvió. Es decir, pasó la cuarentena fuera.

-¿Cómo ha cambiado la programación en estos casi tres meses y qué tienen previsto para la 'nueva normalidad'?
-En aquel momento todavía no estaban convocadas las plazas de direcciones de los departamentos, de tal manera que la tele estaba funcionando como un piloto automático, por usar un símil. Lo que sí hicimos fueron dos cosas: una, responsabilizarnos internamente en ir asumiendo un mayor número de horas. De hecho, el primer mes el contrato programa habla de un 30% de horas de producción propia y vamos a hacer casi 170 horas de directos durante las primeras cuatro semanas, lo que significa casi duplicar y a veces triplicar las horas que a lo largo del día tenían asignados los equipos internos. Y lo segundo fue trasladar a los equipos que están haciendo producción asociada, que son las productoras externas, que buscasen alternativas para no parar la programación. Porque no puedes abandonar los programas de entretenimiento. La gente en ese primer momento no acabó de entender que no nos fuésemos a una posición un poco más cómoda o proteccionista. Pero las productoras lo entendieron; hablo de programas como Assumptes Interns, que asumieron que el Skype era nuestro nuevo lenguaje y nos sirvió para que todo el empuje de la ola que venía a buscarnos en informativos acabara también aceptando los nuevos registros y los nuevos lenguajes de entretenimiento, lo cual nos vino bien. 

"Así como otras cadenas en verano relajan un poco su prime time, nosotros vamos a mantener las mañanas abiertas, el informativo en su duración estándar y vamos a reformatear la tarde"

-À Punt cumple dos años de emisiones este miércoles. En las últimas semanas ha aumentado el índice de audiencia, especialmente de los informativos. ¿Cómo espera consolidar la audiencia una vez acabe el estado de alarma?
-Lo importante era subirse a la ola. Es verdad que los informativos son el referente de cualquier servicio público autonómico, de televisión o de radio, y casi todo el esfuerzo y desgaste en el sentido humano lo hemos hecho en esa área. El ejercicio diario era, desde el punto de vista estructural, un auténtico ejercicio circense de 7:00 de la mañana a 22:00 horas. Había muchas horas en directo. Eso nos permitió no perdernos ninguna rueda de prensa, estar continuamente conectados con Madrid o cualquier otro centro que fuese foco de noticia y luego añadirle a eso un componente importante. Y es que nosotros hemos puesto al servicio de la información, también de carácter institucional, servicios pool por el que nosotros hemos servido la señal para que todos los medios de comunicación tuviesen acceso a ruedas de prensa. ¿Qué pasará ahora cuando llegue finales de julio? No voy a hacer un ejercicio de adivinación, pero es verdad que este no será un verano estándar. Es cierto que se ha notado una bajada del consumo porque mucha gente ha vuelto a su lugar de trabajo, pero el mercado dice que seguramente en julio y agosto no habrá una bajada como la que se producían en otros veranos. Eso implica que mucha gente que sigue viéndonos nos tendrá en su dieta mediática todos los días. Esa es la razón por la que vamos a mantener en pie gran parte de la programación. Así como otras cadenas en verano relajan un poco su prime time, nosotros vamos a mantener las mañanas abiertas, el informativo en su duración estándar y vamos a reformatear la tarde y hacer una apuesta fuerte para aprovechar que todavía los vientos soplan a nuestro favor.

-¿Se ha marcado un objetivo de audiencia para este año?
-El proyecto que se presentó firmado por mí y que se publicó con absoluta transparencia indica que el objetivo de este año es no bajar del 3 por ciento. De momento, los los tres meses del proyecto están por encima de 3. Ahora julio y agosto vamos a ver cómo va con la intención de ir compensando eso en el otoño. El último mes estuvimos en un 3,2 por ciento. 

-Enrique Soriano manifestó hace ya meses su intención de abandonar la presidencia de À Punt para volver a Les Corts Valencianes como letrado. Sin embargo, su salida ha quedado pospuesta. ¿Cómo está siendo la relación con él durante estos primeros meses? 
-La relación con él es de acompañamiento, de asesoramiento y sobre todo, mucha complicidad. Intento gestionar en vertical hacia arriba la misma transparencia que generamos hacia abajo. Esta es una empresa que mueve un sinfín de documentación y al final todo el mundo tiene que ser sabedor de ella. Creo que contamos con una sintonía lo suficientemente atractiva para que las cosas vayan fluyendo. La relación con el Consejo Rector es de acompañamiento, de asesoramiento y hasta el momento contamos con cierta complicidad. 

"Mi proyecto implicaba contar con cada una de las personas que forman parte ahora mismo de la plantilla y ese es el objetivo con el que quiero continuar"

-Toda esta situación ha paralizado varios trámites que debían resolverse en À Punt, como por ejemplo la convocatoria de oposiciones. La Dirección General de Presupuestos puso reparos recientemente a la RPT (relación de puestos de trabajo) diseñada por su predecesora y marcaba en 390 el límite de personal que debía tener la radiotelevisión pública valenciana. ¿Piensa rebajarlo a ese límite?
-Hay muchos escenarios dentro de eso que llaman el tercio [el gasto de personal no puede superar un tercio del gasto total]; de hecho, me consta que todavía no hemos recibido respuesta a cuál es el escenario presupuestario sobre el que tenemos que trabajar, y esto es fundamental. El proyecto con el que yo llegué a la Dirección General hablaba de optimizar todos los recursos e incrementar el número de horas de producción propia. Eso implicaba contar con cada una de las personas que forman parte ahora mismo de la plantilla y ese es el objetivo con el que quiero continuar. Ese es el modelo al que yo presenté un proyecto de radio, televisión y web. Si se acaba cambiando el modelo, yo mismo tendré que saber en qué escenario se moverá eso. Y ahora mismo no dispongo de esa información porque no nos la han trasladado.

-Cuando dice escenario ¿se refiere a qué gasto puede suponer la plantilla? 
-No, el gasto lo tenemos, que es el tercio. El escenario presupuestario es el que nos puede marcar eso... 

-El presupuesto total, para saber cuánto personal puede alcanzar teniendo en cuenta que no puede superar el tercio de los fondos... 
-Efectivamente. Eso es. Porque la de este año está aprobada, se hizo una moratoria para que la aplicación del tercio no fuera efectiva...

-Pero de cara a las oposiciones, ¿cuál es el escenario que se plantea? ¿Qué plantilla tendría? Porque se tendrá que convocarlo con una RPT...
-El escenario último es una oposición de empleo público que hará estructurar ese gasto, pero hay muchos contextos transitorios entre el actual y el de esa oposición. Y el actual, con la programación que tenemos pensada poner en marcha en otoño, no pasan por contar con menos personal, sino por optimizar el que tenemos, que es de 465. 

"¿Por qué un periodista de deportes, en un momento como el actual en que el deporte ha implosionado, no puede realizar otras funciones? Hay que llegar a un acuerdo verbal con ellos para que pueda realizar operativas que están fuera de sus funciones"

-Y si fuera esa la cifra final los trabajadores, ¿se plantea un cambio en el perfil profesional?
-No tanto en el perfil profesional como en las funciones que realiza ese perfil profesional. Se supone que esta aventura radio televisiva salió buscando un perfil líquido, que buscaban un perfil híbrido, transversal. La realidad ha hecho que el trabajo se vaya acomodando a las capacidades de los trabajadores. Lógicamente, si los trabajadores están ubicados en compartimentos estancos, es muy difícil hacerlos bascular. Lo que yo quiero hacer posible es que esa persona que seguro que tiene otras capacidades y no las puede explotar porque está en un espacio de corto recorrido... ¿Por qué un periodista de deportes, en un momento como el actual en que el deporte ha implosionado, no puede realizar otras funciones? Hay que llegar a un acuerdo verbal con ellos para que pueda realizar operativas que están fuera de sus funciones. La única manera es ampliar el perfil profesional. La predisposición aquí es fundamental. Hay una parte importante que tiene que ver con con el despliegue de las funciones de muchas de las categorías que ahora mismo están ancladas y que no te permiten hacer muchos ejercicios.

-Pero eso se puede hacer en la oposición, ¿no? Por ejemplo, convocando una plaza de redactor, pero sin especificar si es de deportes o de economía.
-Claro. Pero a lo mejor en ese espacio transitorio entre hoy y el escenario final de las oposiciones tú ya puedes aplicar eso. Siempre, eso sí, con el consenso y diálogo con los representantes de los trabajadores. 

-Raquel Ejerique, la nueva jefa de informativos de À Punt, era directora de investigación de eldiario.es. ¿Piensan crear una sección de investigación que les permita dar exclusivas?
-Ese es el pilar fundamental del proyecto que ella presentó al comité que acabó evaluándole. Ella viene de una redacción en la que los periodistas compiten por traer el mejor de los temas, con las mejores fuentes, para ser portada y luego, ya en ese mismo entorno, competir con otras portadas. Eso implica una especialización por departamentos y eso es lo que ella ha transmitido, pensando, además, que si no hay ningún inconveniente tengamos operativo el portal web. 

-El presidente de la CVMC dijo que las oposiciones llegarían a tiempo para no generar luego problemas legales, como la consolidación de la plaza. ¿Cuándo se van a convocar las oposiciones? 
-Yo no estoy en el día a día de estas decisiones. Me consta que las de la Corporació más o menos estarían preparadas para no tardar más de tres o cuatro meses en convocarlas. Y las otras en cuanto se negocie la RPT y el convenio colectivo, que también está bastante adelantado. No hay una fecha concreta, pero sí tenemos el objetivo de no llegar al límite que hablamos. 

-La Unió de Periodistes pidió a la televisión pública que cambiara el baremo de las oposiciones que diseñó el Consejo Rector. ¿Se va a hacer?
-A mí lo que me consta es que hay ya un informe jurídico que dice que, en comparación con otras convocatorias que se han realizado tanto en otras televisiones autonómicas como en los organismos públicos, la propuesta que ahora mismo está encima de la mesa está dentro de la legalidad.

"Hay que sacar la tele y la radio sí o sí de cualquier conflicto social en el que nosotros no deberíamos estar metidos, porque nuestra misión final es informar, entretener y poco más"

-¿Cuales las previsiones publicitarias del ente?
-Sorprendentemente durante el covid-19 fueron buenas. Es verdad que cayeron algunas campañas porque iban vinculadas a acontecimientos que no se iban a realizar, como las Fallas. Pero en ese primer mes, si no me equivoco, llegamos a crecer un 11% sobre las previsiones; en el segundo, se ha estabilizado y ahora debemos atacar con una campaña. Primero, institucional y de relaciones públicas para hacer llegar la marca a ámbitos empresariales que hasta ahora no formaban parte de nuestro entorno cercano comercial, con la intención de presentarles los valores de la marca para que se puedan adherir a ellos en las mil fórmulas que hay. Al final, se trata de convencer al empresario valenciano que este es el medio que mayor repercusión tiene a todos los efectos y que además cuenta con unos valores de territorialidad añadidos que otros medios no tienen. Hay que sacar la tele y la radio sí o sí de cualquier conflicto social en el que nosotros no deberíamos estar metidos, porque nuestra misión final es informar, entretener y poco más. No tenemos mayor compromiso social que estar al lado de los que vienen a nosotros a buscar aquello en los que se encuentran referenciados; es decir, que la sociedad valenciana se identifique a sí misma en esta tele. ¿Costará en lo comercial? Es que si no asentamos lo primero, si esas marcas no nos sienten como cercanos y empatizamos con ellos para tender esos puentes, lógicamente esas relaciones no existen. Y es muy difícil que tu puedas convencer solo con lo comercial de que eres la empresa que le va a dar un añadido especial. 

-Aparte de la parte comercial, está la parte social. ¿Hay todavía algunos ámbitos poblacionales o territoriales o algún estrato social donde no ha llegado a calar À Punt?
-Aquello que no se puede medir no puede saberse si tiene éxito o no. Cuando Canal 9 cerró estaba en un 4%. Nos acordamos de ella, pero nos hemos olvidado de las últimas cifras, del arraigo de la tele en sus últimas cifras. Esta radiotelevisión viene de cero y se sitúa en dos años en un 3%. Es verdad que nace en un entorno de expectativas muy referenciado en un segmento de edad y de población muy particular: cosmopolita, grandes urbes, perfil que llamamos adulto, de 14 a 45 años, que es donde se asienta el perfil específico de la cadena. En el proyecto que yo presento, lógicamente, se va a buscar a dos segmentos. Son los que están delante de la tele mayor número de horas. Ahora detectamos que efectivamente los de 45 sí que ha caído algo el consumo en esta zona por una cuestión lógica. Pero el de 65 que no ha caído es el que aporta, por ejemplo, por las tardes, mayor cantidad de posibilidades de generar audiencia. Si estamos en un 3,2% y estamos por referenciar los dos grandes espacios demoscópicos de consumo televisivo... pues la franja de crecimiento no parece pequeña. El problema sería que hubiésemos tocado techo con esos segmentos de población y tuviésemos que ir a buscar otras referencias. Eso sería lo complicado, pero estamos en el escenario contrario. Nos consta que en algunos espacios radioeléctricos puede que haya cortes. Los repetidores no son propiedad de la actual Corporació, ni tampoco el mantenimiento. Eso está fuera de nuestras manos, pero sí lo está asentar la señal en HD en Movistar de la que disponen prácticamente el 30% de los valencianos y valencianas. Digo Movistar porque es la principal, pero si sumamos a la principal plataforma el resto, significa que hay un tejido social valenciano que consume la tele por plataformas, de manera que no te ubica en un entorno de TDT que ya es de por sí complicado, sino que lo multiplica por 30. Estamos intentando asentarnos en ese espacio, que es donde hay una competencia. 

"Para las series (en grandes plataformas como Netflix) se necesita la sinergia de otros compañeros de viaje, que en este caso son el resto de televisiones públicas autonómicas y TVE. Estamos tejiendo una red con algunas de ellas"

-Una de las tendencias de consumo televisivo de los últimos años son las plataformas de contenidos, sobre todas las otras series. ¿Qué espacio puede tener À Punt en la producción o coproducción con estas grandes plataformas como HBO, Netflix, Amazon Prime...? Coprodujeron El caso Alcàsser con Netflix, pero ¿tienen más previsiones? ¿Hay dinero?
-Para entrar en eso se necesita la sinergia de otros compañeros de viaje, que en este caso son el resto de televisiones públicas autonómicas y TVE. Estamos tejiendo una red con algunas de ellas. Al final, lo que van buscando las grandes plataformas son proyectos de gran presupuesto porque buscan un acabado de factura particular. Nosotros no debemos olvidar que nuestro objetivo primordial como servicio público es cumplir con el contrato programa que nos obliga a inyectar, sí o sí, esa inversión en productoras valencianas. Así que hay que tender esa telaraña con algunas cadenas autonómicas más Televisión Española y poner proyectos valencianos encima de la mesa para multiplicar la inversión. En aquellos proyectos en que somos los principales productores, las otras televisiones ponen menos inversión y a lo mejor la plataforma acaba absorbiendo la inversión mayoritaria. Y en aquellas en las que somos socio mayoritario porque nuestro coproductor valenciano tiene un peso específico menor...al final lo que van buscando las plataformas es que la financiación de estos proyectos esté asegurada y sea lo suficientemente grande como para que con su aportación se duplique la posibilidad. Nosotros no podemos levantar una serie semanal de ficción por encima de los 90.000 euros. Si nosotros podemos aportar esa financiación, otra autonómica pone esa misma financiación y conseguimos que Televisión Española colabore... De repente, tienes encima de la mesa un proyecto que cuesta en torno a los 500.000 euros y si la plataforma pone los otros 500.000 euros, se convierte en una producción de un millón de euros.

-¿Y eso cómo se ofrece a las productoras? ¿Por concurso?
-Eso empieza a ser una estrategia en el entorno de Forta. Si analizas las grandes televisiones autonómicas, la cantidad de producción de ficción que están haciendo es prácticamente nula. Todos somos conscientes de que para levantar proyectos competitivos estamos dispuestos quizás a aprovecharnos del factor lingüístico, por ejemplo, para tener la primera ventana de estreno. ¿Eso le hace daño a la plataforma? No, porque no somos competencia para la plataforma. Otra cosa es que la inversión sea tan grande... como en el caso de Netflix, que ha pedido la ventana del primer año y medio y nosotros dispondremos ahora de la serie a final de año. Pero esto ya es una cuestión de negociación de derechos. Pero la estrategia es poner en una cesta común proyectos autonómicos a los que se van sumando diferentes televisiones. Si el proyecto acaba teniendo un compromiso económico importante, se da el salto a un tercero, que es la plataforma. 

-En 2018 Enrique Soriano solicitó un aumento de sueldo para su predecesora. ¿Usted considera que está bien remunerado?
-Voy a cumplir con la ley desde el primer minuto que entré aquí. Todos conocemos las nóminas del personal público y está publicado. No los pongo yo. Cuando se accede a estos puestos, si se accede pidiendo de primeras un incremento de sueldo parece un poco extraño, porque para empezar tendrás que demostrar que te mereces el incremento. Primero te tienes que ganar el respeto, que es en lo que estamos ahora, y una vez lo hayas hecho, quien tiene que evaluar eso desde luego no es uno mismo. Yo preferiría que ese dinero lo invirtiesen en contenidos.

"Para el proyecto que tenemos en marcha, desde luego que haría falta algo más de presupuesto. ¿Estamos en el ecosistema financiero para que eso suceda? Yo también soy una persona responsable y sé la situación en la que estamos"

-En su comparecencia en Les Corts dijo que, si se quería cumplir con el servicio público y la ley de creación del ente, el presupuesto era insuficiente… ¿Cuál es el presupuesto ideal para usted?
-El presupuesto ideal tiene que ver con el modelo. No hay un número mágico a partir del cual puedas empezar a brillar. El problema es que cuando ponen una cadena de reciente creación en comparación con otras se les olvida que tú tienes un territorio que cubrir, que es el triple que otras, y una población que es el quíntuple que otras Comunidades Autónomas. Estás dando el mismo servicio público a cinco veces mayor población y a tres veces más territorio. Eso con el mismo coste. Desde el punto de vista de eficacia resulta un poco complejo. Solo lo dejo ahí, complejo. Si tú analizas que es la televisión autonómica per cápita más barata del territorio español, sabes que para levantar proyectos tienes muy poco recorrido. A nosotros no se nos pueden pedir proyectos de gran envergadura, porque eso significaría que jugaríamos tres meses en la Champions y estaríamos renunciando el resto del año a jugar cualquier otra competición. Tú tienes que regularizar un presupuesto a lo largo del año dejando un espacio para imponderables, porque venimos de una etapa en la que, por ejemplo, esta cadena no estaba preparada para afrontar tres elecciones el año pasado. Eso rompe cualquier ratio. Y ahora mismo con el covid-19 nos ha pasado un poco lo mismo. Sabíamos que podía haber crisis de carácter meteorológico y para eso estás preparado, pero no estábamos preparados para tensionar internamente la estructura con una situación vírica como la que hemos vivido. Por eso cuando dices, ¿hace falta más presupuesto? Para el proyecto que ahora mismo tenemos en marcha, desde luego que haría falta algo más de presupuesto. ¿Estamos en el ecosistema financiero para que eso suceda? Yo también soy una persona responsable y sé la situación en la que estamos.

-La cobertura informativa de la covid-19 -conexiones en directo diarias, e informativos más amplios-, habrá alterado lo presupuestado para 2020. ¿Tendrán que reformularlo, como el Consell?
-Aquí hay varias vertientes. Y lo digo porque luego lees en algunos medios de comunicación interpretaciones presupuestarias sobre los balances de la casa. Aquí hay varios elementos importantes: uno, lo que se considera aportación para la elaboración del servicio público; dos, lo que se conoce como ingresos de explotación, entre los que se encuentra la publicidad; y tres, esos ingresos de publicidad que tú no tienes porque muchas de las campañas son de utilidad pública y no las cobras. Es decir, en algún momento alguien tendrá que evaluar en euros cuánto espacio comercial está cediendo la casa y no cobra de la Generalitat ni de consellerias porque esos espots se consideran de utilidad pública. No estoy en contra de que se considere de utilidad pública, pero están ocupando espacio comercial que no se computa. Y luego está la parte del gasto. Si entiendes que tu presupuesto es X y tú no te pasas un euro de eso, lo normal en una empresa de carácter público es que tu balance sea cero, es decir, cero pérdidas. Pero no todos lo interpretan así. Es una cuestión de interpretación, pero yo entiendo que esos medios de comunicación tienen secciones de economía con tantas capacidades como las que tenemos nosotros.

-Eso que ha dicho respecto a la publicidad, ¿es porque considera que la Generalitat debería evaluar el espacio que se ha cedido gratuitamente, por ejemplo durante la pandemia, para compensar el sobrecoste que ha tenido À Punt?
-Ahora empezará la comisión parlamentaria a trabajar el contrato programa para 2021 y creo que hay una subcomisión abierta para analizar los posibles cambios internos de la ley. Así que ahora estamos en un período de debate abierto que yo entiendo que es muy interesante para que evalúen estas cosas en ese entorno. Es decir, cuando se crea el proyecto y se le aporta una dotación presupuestaria, la realidad hace que con tres años de perspectiva puedas analizar en qué medida todo aquello es reformateable. 

"En radio hemos pedido a los equipos de Deportes que se pongan a trabajar en un carrusel de ocho horas para los fines de semana y que tomen protagonismo dando ventanas no solo al deporte rey"

-¿Qué papel tiene reservado para la radio, que parece siempre el hermano pobre de los medios públicos?
-Entre otras cosas, va a formar parte de los cambios importantes de la temporada del año que viene. Siempre he pensado que los deportes juegan con las emociones. Y creo que la nueva radiotelevisión pública debe recuperar en parte el liderazgo en eso: hemos pedido a los equipos de Deportes que se pongan a trabajar en un carrusel de ocho horas para los fines de semana y que tomen protagonismo dando ventanas no solo al deporte rey, sino a aquellos que muy probablemente nos marca la ley que debemos hacer seguimiento y divulgación. Les he pedido que armen una franja de noche, de lunes a viernes, netamente deportiva y los fines de semana recuperen un espacio natural. Y luego recuperar las mañanas para la producción propia poniendo en marcha un magacín interno que hará de nexo entre el informativo de las mañanas y el de mediodía. Vamos a revitalizar la radio dotándola de recursos internos.

-Ha citado usted el deporte y las emociones. Una de las claves del auge de Canal 9 en los años noventa fue el fútbol, pero À Punt no tiene los derechos. ¿Cómo lo van a hacer?
-Tendremos que encontrar otros formatos y otras maneras de contar las cosas. Nosotros no estamos pasando por una situación extraordinaria, lo están pasando todas las cadenas que no han accedido a ese contrato de servicio de imágenes de fútbol. Los últimos tres meses de competición no nos fue tan mal. Es verdad que hay que acostumbrarse a contar las cosas de manera diferente y yo he pedido que echen un vistazo a cómo se están haciendo las cosas en otros entornos para que también nosotros seamos capaces de hacer ese camino de adaptación. Es verdad que hay otros muchos deportes que nosotros sí estamos obligados a darles seguimiento y visibilización, y ahora mismo no estamos llegando a la cuota que sería satisfactoria en todos esos entornos. Creo que ahora tenemos una oportunidad por ejemplo con la recuperación de la pelota valenciana, porque lamentablemente el público no podrá acudir ni a los trinquets ni a las calles a verlo. Y del mismo modo, ahora mismo hay otras disciplinas como el basket... en breve València será la catedral del basket. Es verdad que nosotros no tendremos los derechos de retransmisión, pero tenemos que ganarnos a la afición para generar esa emoción. ¿Cómo? Tenemos la radio y tenemos otros espacios. Tiene mucha complejidad pero no dejaremos de trabajar en eso. Es verdad que todos son incremento de responsabilidades y el presupuesto es el mismo, pero el objetivo es encontrar la manera de ser lo suficientemente creativos para posicionarnos en todos los entornos. 

-Uno de los primeros contratos que ha hecho la tele con usted al frente es el de renovar la página web. ¿Por qué?
-Digamos que yo firmo la última fase del procedimiento. El lanzamiento de esta licitación se hace mucho antes, porque ahora mismo de lo que disponía la SAMC era de un espacio web con muy pocas posibilidades de crecimiento. Tenía sobre todo un repositorio de video que para un espacio web, que tiene que sustentar una tele, es muy complicado porque tiene que generar muchos archivos de mucho tránsito y lo que se buscaba en el primer momento era un espacio intuitivo donde uno se preocupase más de la usabilidad. Nos faltaba una buena página web que soportarse todos los condicionantes. El diseño y planteamiento de esto venía de antes y yo entré en el proceso cuando ya quedaba licitarla. 

-¿Le ha llamado algún político para pedirle una entrevista o quejarse por alguna información?
-Ninguno.

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