VALÈNCIA. "La Copa América es para Barcelona un escaparate de proyectos de economía azul". Así lo apunta Anna Majó, directora de sectores estratégicos e innovación en Barcelona Activa, encargada de orquestar la estrategia de economía azul de la ciudad. Potenciada en el marco de la Copa América, que se celebrará del 22 de agosto al 27 de octubre, la compañía convertirá su marina en un polo tecnológico de referencia en el área.
"El Mediterráneo ha sido un mar muy castigado y es un muy buen campo de pruebas para la economía azul a nivel mundial", opina Majó, en un camino donde València también tiene mucho que decir. La experta anima a la ciudad a ver sus potencialidades en este área."Muchas empresas que están empezando aquí pueden tener negocios mundiales", recalca, recordando la universalidad del mar.
- ¿Por qué ha decidido Barcelona enfocarse a la economía azul?
- Desde la acción municipal tenemos una estrategia económica de la ciudad, el Barcelona Green Deal, y la economía azul aparece como uno de los sectores estratégicos en 2021. Barcelona es una ciudad mediterránea con tracción marítima, de comerciantes y navegantes, pero que no pone el mar en agenda hasta 1992, con los Juegos Olímpicos. Fue ahí cuando nos abrimos, pero más con vocación de turismo. Hasta ese momento, la ciudad no vivía conectada con el mar. Pero, con la reciente estrategia de impulso a la economía azul, el mar se incorpora como motor económico de la ciudad.
- ¿Cómo definiría este vertical económico?
- La economía azul habla de la economía ligada al agua. La que es compatible con los ecosistemas acuáticos. Nosotros, más que en agua en general, nos centramos en el mar. Al final, nos da la vida, nos da el aire que respiramos, nos da comida y por lo tanto puede ser un motor económico, pero tenemos que conservarlo. En este sentido, en la estrategia hay dos ejes muy claros, que son innovación y sostenibilidad.
"La estrategia tiene dos ejes muy claros, la innovación y la sostenibilidad"
En este marco de la economía azul, definimos 12 sectores que van desde la actividad portuaria, a transporte marítimo de personas y mercancías, pesca, construcción o naval. Sectores consolidados que queremos que incorporen la sostenibilidad como parte de su ADN. Se trata de esa parte aspiracional, de cómo hacer la economía marítima más sostenible.
Pero también hay otros sectores nuevos como la biotecnología. Cómo desde un alga se crea una vacuna para la covid o cómo una boya sirve para generar energía sostenible. Por lo tanto, es un sector muy amplio y representa un 4,3% del PIB de la ciudad, unos 15.000 puestos de trabajo. Entonces, hacemos una estrategia para que sea fuente de creación de ocupación, riqueza y competitividad.
- ¿Cómo se lidera esta estrategia desde la ciudad?
- Probablemente, las ciudades fueran el invitado no esperado en esta cena, porque no tenemos capacidad de regulación ni de gestión de nuestro mar, ya que depende de organismos internacionales, de los ministerios y de las regiones. Por lo tanto, las ciudades no tenían estrategias de economía azul. Sin embargo, nos inspiró ver que teníamos capacidad de influencia.
"Primero, nos centramos en tener impacto a corto en la ciudad, para después ver cómo podíamos impactar internacionalmente"
En 2021, lo primero que hicimos fue hablar con el ecosistema local y hacer un acuerdo con el Puerto de Barcelona, incluso antes de diseñar la estrategia. Hablamos con universidades, startups, centros de empresas y centros de investigación con la intención de que fuera un proyecto no del área de desarrollo del Ayuntamiento de Barcelona. Además, también trabajamos dentro del consistorio con el área de Medio Ambiente, de Innovación o de Infraestructuras.
Primero, nos centramos en tener impacto a corto en la ciudad, para después ver cómo podíamos impactar internacionalmente. Es una estrategia que tiene ocho ejes de actividad, 15 proyectos y 43 medidas. Lo importante es que, dos años y medio más tarde, el 95% de las acciones previstas están ejecutadas o en marcha. Esto quiere decir que teníamos claro que necesitábamos un pacto a corto y local para después poder abordar el resto de las acciones.
- ¿Qué tipo de acciones habéis ejecutado?
- Primero, como Barcelona Activa, hicimos un estudio de los nichos de educación y hemos ofrecido más de 5.000 horas de formación gratuita para que la ciudadanía pueda acceder a estos puestos de trabajo, ya fuera porque está en el paro o porque querían cambiar su carrera profesional. Hemos creado un programa de emprendimiento para ayudar a crear empresas en el sector azul y hemos acelerado más de 20 compañías. Ahora, estamos lanzando la tercera edición. Se trata de ejemplos de colaboración público-privada. No lo hacemos solos, sino con el Puerto, la universidad y Costa Cruceros, en este caso, como empresa patrocinadora.
Además, hemos intentado conseguir financiación para estas compañías. Creamos el fondo Deep Teach Fund, donde uno de los sectores estratégicos en los que invertir es economía azul. Entonces, los fondos que han optado a estos 10 millones de euros van a tener que invertir en empresas de este área.
"Con el Puerto de Barcelona también se está creando otro edificio, Blue Tech Port"
También hemos hecho otros proyectos más de infraestructuras. El Puerto Olímpico, que se hizo para los Juegos Olímpicos, estaba en manos privadas. Luego pasó a manos públicas, y hemos estado definiendo los nuevos usos. Allá donde había bares nocturnos, vamos a reconvertirlos en espacios para empresas de economía azul. El Puerto de Barcelona también se está creando otro edificio, Blue Tech Port, para tener más metros cuadrados para innovación, formación y emprendimiento para economía azul. Y con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) estamos estamos haciendo otro edificio más de formación, de másteres y posgrados, con laboratorios e infraestructuras tecnológicas para este sector.
Estos tres proyectos juntos van a poner en la ciudad más de 50.000 metros cuadrados en los próximos tres o cuatro años. También estamos haciendo otros proyectos, más de divulgación ciudadana, de cómo la ciencia del mar les puede llegar o de cómo, aprovechando Copa América, las distintas escuelas han estado formando a los niños sobre qué supone navegar, cómo el mar puede ser parte de sus vidas y crear vocaciones ligadas al mar, que tenemos al lado y a veces no somos ni conscientes.
Otro tema que también hemos trabajado ha sido el de posicionamiento. Cómo atraer entidades internacionales o grandes eventos. En mi caso, me pasé casi un año yendo a hablar de economía azul donde no se me esperaba, como el Mobile World Congress. Mientras, en el Smart City Expo World Congress, que es un evento bastante importante en Barcelona pero en el que no se hablaba del mar, ahora tenemos dos ágoras full time durante tres días que hablan de economía azul. Por lo tanto, se trata de ver cómo las ciudades pueden tener un papel en esta economía. Para nosotros era importante posicionar en el top of mind del ciudadano y de la empresa que esto es una oportunidad.
Por ejemplo, nos hemos encontrado que teníamos startups muy buenas que estaban trabajando en monitorización de los bosques, pero que no habían visto que la misma tecnología se podía aplicar al mar, y al final es un negocio mundial.
- ¿Qué oportunidad hay en el Mediterráneo?
- El Mediterráneo ha sido un mar muy castigado y es un muy buen campo de prueba para la economía azul a nivel mundial. Porque si funciona aquí, el potencial de escalar es enorme y, por lo tanto, muchas empresas que están empezando en Barcelona pueden tener negocios mundiales. Nuestra apuesta es que la innovación ligada a la sostenibilidad tenga cabida en el Mediterréneo, y por lo tanto situarnos como capital mediterránea de la economía azul.
- ¿Qué va a suponer la Copa América para ciudad?
- Copa América también nos ayuda a posicionarnos. Sobre todo, nos hace de altavoz y de espacio donde se puede poner en agenda la economía azul como oportunidad y como legado de la propia Copa América. Y, todo esto lo estamos haciendo con una gobernanza público privada, en una mesa con universidades y empresas donde cada año rendimos cuenta de la estrategia y recogemos oportunidades.
En Barcelona se estudió bien la candidatura para que realmente cuadrara a nivel de calendario e inversiones. Se ha dado una implicación público privada enorme, no solo de las instituciones, sino de otras empresas de alrededor. Se buscaba que encajara con la agenda de la ciudad. También se pidió eventos como una regata de jóvenes y otra de mujeres, con lo cual se intenta poner el ADN de Barcelona en esto. Pero hablando de economía azul, para mí es claramente un escaparate y un altavoz de proyectos. La Copa América, al igual que los Juegos Olímpicos, hicieron que el mundo mirara a Barcelona, pero no solo en deporte, sino como ciudad.
"La Copa América, al igual que los Juegos Olímpicos, hicieron que el mundo mirara a Barcelona"
En este caso, la Copa América hace que el mundo más náutico mire a Barcelona, y tenemos que asegurar que la sostenibilidad y la innovación estén en esta mirada, y que la economía azul sea parte del legado de Copa América. Al final, están compitiendo con tecnología, con sostenibilidad, es una Fórmula 1 del mar. Entre los eventos importantes, tenemos un proyecto de mesa de trabajo de descarbonización de la naútica de recreo. Miramos las competencias que tenemos y cómo podemos hacer que este sector tire y Copa América ha acelerado este tipo de proyectos y les ha puesto agenda.
- ¿Hace falta una estrategia común en València en torno a la economía azul para potenciar el modelo?
- Está muy bien que València tenga su hub portuario y de innovación. Hay que construir sobre activos existentes. Para ver si puede ampliar el espectro hay que ver las capacidades de València y la ciencia que hay, el tipo de empresas y ver las oportunidades en economía azul. Lo importante es visualizar el mar como un motor económico, pero sobre todo teniendo en cuenta la sostenibilidad. Aquí estamos entrando en proyectos que regenerar la flora y la fauna, y ayudar al mar a trabajar para ofrecer el oxígeno que respiramos o absorber el exceso de temperatura.
"Estamos trabajando en la opción de que Unesco pueda tener un centro permanente en Barcelona"
Al final, es importante ir todos a la una. Proyectos que aúnen fuerza. También acogimos en abril de 2024, fruto de una candidatura de hace más de dos años, la Conferencia del Decenio de las Naciones Unidas para los Océanos 2024. Alojamos este evento con más de 1.500 investigadores de todo el mundo, que debatían sobre la ciencia necesaria para la conservación marítima, y ahora estamos trabajando en la opción de que Unesco pueda tener un centro permanente en Barcelona para trabajar temas del océano. Aquí estamos con el Puerto, el CSIC, el Instituto de Ciencias del Mar, la UPC y otras universidades.
También trabajando con la Generalitat para ver cómo sumamos. Aunar el ecosistema local para hacer proyectos más ambiciosos ha sido parte de este éxito, y también tener claro que queríamos avanzar poco a poco, pero con unas bases sólidas, a la vez que posicionábamos nuestra narrativa más política.
- ¿Se ha fijado Barcelona en otras ciudades para plantear esta estrategia?
- Eran más regiones que no ciudades, aún así hay ciudades que sí lo hacen. La estrategia difiere mucho del tipo de ciudad. En muchas, la estrategia es puramente portuaria, y por lo tanto la economía azul es la portuaria. Hay ciudades con investigación en otras áreas, y por lo tanto tienen una mirada más amplia. Hay ciudades del norte con estrategias potentes. También Portugal. Francia más en la parte náutica. Depende del ADN de cada una. Los puertos están incorporando la economía azul como parte de su actividad.
- A nivel de inversión, ¿han llegado fondos de inversión gracias a la economía azul?
- En 2010, hay uno o dos fondos que incorporan la economía azul entre sus inversiones. En los últimos tres o cuatro años, se ha dado una explosión exponencial y esto es un indicador de que hay oportunidades de inversión e innovación. Barcelona juega con la ventaja de que es una ciudad reconocida multisectorialmente. En el sector digital y de emprendimiento, con rankings muy bien posicionados y esto ayuda. Es la tercera ciudad española escogida para crear startups nuevas. Por lo tanto, esto son valores añadidos a un sector.
- ¿Qué retos se marca Barcelona en esta expansión de la economía azul?
- Tenemos un gran potencial de crecimiento en red internacional. También la colaboración con otras ciudades y ver cómo se puede potenciar. Y luego, creemos que el Mediterráneo es un espacio claro para el desarrollo de esta economía, y que proyectos concretos en un espacio fijo como el de la Unesco en Barcelona contribuiría a este posicionamiento internacional más allá de la ciudad. También queremos seguir impactando en proyectos locales, pero también aumentar el impacto internacional y el posicionamiento en España, Mediterráneo, Europa y mundo.