VALÈNCIA. Con el mundo fallero todavía en shock por el aplazamiento de las fiestas josefinas, el concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana, capea el temporal animoso. Acaba de llegar al cargo y lo primero que le ha tocado hacer es afrontar una de las poquísimas e históricas cancelaciones de las Fallas desde que se tienen registros, en este caso para evitar la expansión de la epidemia de coronavirus.
"Los que somos falleros, la vicepresidenta Mónica Oltra y yo mismo, en un intento casi romántico de salvar las fiestas, planteamos anular los actos multitudinarios", relata el concejal sobre aquella reunión con altos cargos de la Generalitat valenciana en la que se tomó la decisión. "Eres concejal, pero también eres fallero", explica, "sabes lo que supone eso para el mundo fallero". Nadie se esperaba la cancelación completa de la festividad, se podía esperar una supresión de los actos multitudinarios, asegura el edil.
Pero hay nueva fecha: del 15 al 19 de julio. Una fecha anunciada tan sólo 24 horas después de conocer el aplazamiento. ¿Ha sido precipitado al desconocer cómo evolucionará el virus? "No. ¿Por qué?", se pregunta Galiana: "La gente necesitaba tener una esperanza y una fecha". Ahora bien, un mes antes de lo previsto, en 15 de junio, se tomará la determinación final, en función de la situación. "Si no hay Fallas en julio, nuestra preocupación no serán las Fallas ni cuándo se hacen; estaremos colectivamente dentro de un problema mucho más grave", asegura.
Sobre las Fallas y su futuro, la controvertida presencia del alcalde Joan Ribó en la ópera mientras se tomaba la decisión, la actitud de la oposición en estos tiempos convulsos, y otras cosas de actualidad, Galiana habla con Valencia Plaza en el salón de cristal del Ayuntamiento de València.