VALÈNCIA. Luis Carretero Alcántara (1963) llegó hace unas semanas al Hospital de Dénia con la intención de tender puentes entre el centro de concesión público-privada y la Conselleria de Sanidad. El nuevo gerente de Marina Salud conoce los entresijos no solo de la sanidad privada, sino también de la pública, ya que su vida profesional le ha llevado a dar tumbos por media decena de centros.
Natural de Granada, hizo Económicas y empezó su trayectoria laboral en la Escuela Andaluza de Salud Pública tras ver un anuncio en un periódico. En 1993 realizó el plan de empresa del Hospital Costa del Sol, según explica la primera empresa pública en España. En ésta se involucró tanto que finalmente acabó como director de gestión. Después fue subdirector gerente en el Hospital Virgen de Las Nieves, donde además nació.
Tras éste llegaron muchos más como el Hospital de Alcorcón, Son Dureta y Son Espases en Mallorca, el Servicio de Salud de Baleares como director de gestión y de planificación y el Servicio de Salud de Castilla y La Mancha donde estuvo durante cuatro años. Tras lidiar en tiempo de crisis con la sanidad en tierras manchegas pasó a la parte privada, con DKV, gestora del 65% de Marina Salud junto con Ribera Salud, que tiene el otro 35%. Ahora, se enfrenta a un séquito de alcaldes de la Marina Alta que piden la reversión del departamento y con un anuncio del presidente de la Generalitat de ya hace casi dos años sobre la compra de sus acciones.
- ¿Le choca venir de la sanidad pública y recibir tantas críticas desde la misma?
- A mí lo que me gustan son las nuevas formas de gestión. Me he partido el alma por cambiar la gestión burocrática de la sanidad. En cómo le damos la vuelta al sistema público para que la burocracia no nos impida hacer las cosas mejor y eso es lo que me hace ilusión aquí. En general, hay una cosa que yo comentaba muchas veces, y es que cuando te sientas en un hospital con un modelo de gestión más flexible lo haces con el comité de gestión y planteas los problemas que se tienen y cómo solucionarlos.
"Me gustan las nuevas formas de gestión"
A veces, cuando estás en un modelo más burocrático te planteas el problema, cómo solucionarlo pero además qué norma nos lo impide y cómo solventarlo. Esa es la realidad y a mí me gustaría quitar qué norma me lo impide y ver de qué manera podemos arreglar los problemas que tenemos para dar mejor asistencia.
- Llegó hace unas semanas. ¿Cómo ha visto el funcionamiento del hospital?
- Me ha sorprendido el hospital muy positivamente. Ya conocía un poco el funcionamiento tanto del hospital como del departamento porque venía a menudo con DKV, era como la conexión. Pero cuando te mueves por dentro y hablas con la gente a mí me ha dado muy buena impresión, incluso comparando con otros hospitales de la Comunitat y de otras partes de España. Hay mucha gente buena y con mucha ilusión, con muchos proyectos, y eso es un activo.
-¿Es muy diferente un hospital de concesión de uno público?
- Me ha tocado gestionar casi todos los modelos. Empecé en sanidad con uno de empresa pública. He estado en uno de gerente con forma de fundación. Me tocó cambiar uno de modelo tradicional a modelo de concesión. Cada uno tiene sus características. A mí me gusta mucho trabajar con menos ataduras, con menos burocracia a la que tiene la gestión tradicional y eso sí que lo tenemos aquí y es muy positivo.
"El sistema sanitario necesita menos trabas burocráticas"
Luego viene la problemática que lleva la gestión de la concesión porque aquí también asumimos mucho riesgo. Cuando se gasta más que la financiación que nos dan lo paga la concesionaria y eso supone una presión muy fuerte para utilizar los recursos que tienes y esto es positivo para la administración. Lo que más se nota es el tener más flexibilidad para hacer más cosas con menos trabas burocráticas y el sistema sanitario lo necesita.
- De los modelos que ha gestionado, ¿cuál le parece más adecuado?
- En el que hay aquí yo le pondría más consenso. El modelo concesional es muy bueno pero necesitamos que haya un consenso social y no haya una discusión permanente de si sí o si no. Eso debe estar más por encima y ojalá en el futuro no sea un tema de polémica política. En el modelo de empresa pública o fundaciones es necesario un poco más de independencia porque si no es así tiende a absorberse por el modelo tradicional. Por otro lado, en el modelo tradicional es necesaria un poco más de flexibilidad. Un hospital y un centro sanitario tiene que ser muy dinámico y tienes que responder continuamente a muchos retos, estar a la última en tecnología y eso para hacerlo bien necesitas un marco para ser ágil, tomar decisiones dinámicas, motivar a los mejores profesionales y atraerlos.
- ¿Es mejor el sistema concesional que el público?
- En el tradicional también se pueden hacer muchas cosas y desde aquí se puede aportar al tradicional, porque al final no hay ningún modelo perfecto. Tienes que ver qué de bueno se puede sacar de cada uno.
- ¿Sienten el rechazo de parte de la sociedad de la Marina Alta?
- Más que rechazo, una institución sanitaria necesita mucho cariño, mucho apoyo. Necesita que la sociedad se vuelque con la institución. Si eso históricamente no ha pasado pues resiente. Es muy importante tratar de conseguir el apoyo al hospital. Otra cosa es que no le guste el modelo y para eso hay otros foros para discutirlo. Pero sí es necesario apoyar al hospital, a la atención primaria y a los centros de salud.
- ¿Qué cree que lo ha provocado?
- Es posible que en parte se haya confundido la polémica con el modelo con el funcionamiento del centro y porque seguramente nosotros tenemos que hacer un esfuerzo de acercarnos, de explicar, de darnos a conocer, de mejorar lo que se pueda en el servicio. De que la gente esté segura de que vamos a hacer todo lo posible para dar el mejor servicio y eso es un reto.
- De las cinco concesiones, Marina Salud ha sido la más problemática por las quejas y las manifestaciones. ¿Por qué?
- La historia tampoco me la sé para decir por qué ha sido. Posiblemente tuvo más polémica en el principio, en la puesta en marcha, al haber llegado otro hospital público previo eso generó un poco más de contestación. No sé por qué en el inicio hubo más quejas pero vamos a tratar de que no pase ahora.
-¿Este rechazo se aprecia en los profesionales del hospital?
- No, tenemos unos profesionales que están muy identificados con su departamento y encuentro mucha ilusión. Gente muy joven, con muchas ganas y que pide que le demos espacio para desarrollar proyectos o que le demos proyectos para desarrollar.
- ¿Cuánto personal es estatutario y cuanto laboral actualmente en el hospital?
- Estamos en algo más de 220 estatutarios frente a una plantilla de 1.260.
- ¿Por qué cree que se ha generado un estigma alrededor del modelo de concesión público privada?
- A veces se politizan las cosas demasiado y no solo con concesiones. Me acuerdo de cuando abríamos las empresas públicas en Andalucía también había mucha polémica con las funciones, por ejemplo. Y es que a veces se le da mucha más importancia al modelo de gestión de la que se merece porque debería ser algo más técnico, mucho más de debate a nivel de gestión porque lo que quiere el ciudadano de la calle es que le atiendan bien. Pero la sanidad en general se politiza demasiado.
"La sanidad en general se politiza demasiado"
- Todos los alcaldes de la zona se reunieron para pedirle a Ximo Puig que revirtiera la concesión.
A mí lo que me gustaría es que nos reuniéramos para ver cómo podemos mejorar, qué opinión tienen y cómo entienden las cosas y seguro, que al margen de su acción política, podremos colaborar al máximo y trabajar juntos para que todos estemos orgullosos del servicio sanitario que se da.
- ¿Pero qué cree que les motiva?
- Nosotros nos tenemos que mantener al margen de la política y si ellos políticamente entienden que lo deben de hacer seguramente sus motivos tendrán. Pero a mí me preocupa el cómo trabajar juntos al margen de lo que piensen del modelo para dar la mejor asistencia.
- Hace un año y medio Puig anunció la compra de Dénia tras la manifestación de unos vecinos de Pedreguer por un centro de Salud. ¿Se va a construir este centro de salud?
- Nosotros, en el marco de lo que es la concesión, lo que sí trabajamos es en que esté el actual centro en las mejores condiciones posibles. Si hay una demanda de inversiones trabajaremos con la conselleria para ver cómo se pueden acometer y si la conselleria entiende que se debe hacer un centro de salud en la medida que podemos ayudarle, pues ayudar. Dentro del marco de la concesión no está, pero nosotros siempre que se nos pida ayuda estamos dispuestos.
- ¿Hay algún plan de inversiones actual que suponga renovar algún centro?
- Hay un volumen de inversión que se pedía en los pliegos de la concesión y hay algunas inversiones que se establecen que deben de hacerse a lo largo de la vida de la concesión y esas se van ejecutando. En volumen de inversiones nosotros tenemos en nuestra contabilidad que ya se ha ejecutado, de hecho, más de lo que estaba previsto en el conjunto de la concesión porque hemos apostado mucho por los sistemas de información, por la tecnología asistencial, por el desarrollo de los servicios con un buen nivel tecnológico, pero eso no quita que cuando se nos pida un proyecto nuevo siempre tengamos la voluntad de ayudar en lo que se pueda.
- ¿Qué le parece la solución dada por Sanidad para el personal de La Ribera?
- Nosotros tenemos que respetar todo lo que se haga por una parte y por la otra.
- ¿Cómo es su relación con la Conselleria de Sanidad?
- La consellera pasó por aquí hace tiempo y cuanto más venga mejor porque para nosotros es un honor. Encantados y a su disposición. Por otro lado, vengo con la voluntad de que la conselleria nos vea como un departamento más de la Comunitat y como un departamento leal que pone en marcha todas las políticas que ellos crean conveniente.
- ¿Cree que el cambio de la gerencia va a beneficiar en la relación?
- Más que el cambio de la gerencia lo que sí puedo decir es que yo voy a trabajar para que esto sea así y me hace mucha ilusión.
- ¿Su interlocutora oficial es Isabel González, directora general de la Alta Inspección?
- Tenemos un comisionado -que son unas 12 personas-, que son quiénes reciben las quejas e impulsan proyectos de mejora y una comisión mixta que se reúne cada cierto tiempo donde está Isabel pero también otras direcciones generales. Pero estamos a disposición del conjunto de la conselleria.
- ¿Ha tenido la oportunidad de ir a alguna comisión mixta?
- Sí, recién llegado. Lo que yo percibí es que esa misma ilusión que yo tenía por mejorar la relación también la tenían ellos.
- ¿Siguen teniendo problemas con el ajuste de las liquidaciones?
- Es un tema pendiente y sí que nos gustaría que nos dieran una solución cuanto antes. Se nos ha manifestado desde la conselleria que la intención es empezar pronto a trabajar en eso. Se trata de unificar criterios, de ver cuáles son los referentes de los distintos puntos a liquidar pero no es un único punto.
- En alguna ocasión la Conselleria de Sanidad ha manifestado que los datos del Alumbra, el sistema general en el que se vuelcan, no son del todo fiables al ser introducido por las propias empresas. ¿Tienen justificación para ello?
- A veces puede haber alguna opinión de ese tipo pero nosotros tenemos la absoluta transparencia y cualquier persona del equipo de la conselleria que crea que debe de revisar cualquier dato va a ser bienvenida aquí. Esos resquemores yo creo que ya han pasado pero si lo hubiera en cualquier momento, encantados de abrir las puertas y de revisar criterios y bases de datos. Uno de los valores importantes que tenemos que dar desde las concesiones es la transparencia y eso quita las dudas sobre el modelo de gestión. Cuanta más transparencia demos menos dudas puede haber.
- ¿Deberían ser públicos todos los indicadores asistenciales de todos los hospitales públicos de la Comunitat Valenciana?
- No es tan fácil. A mí me ha tocado gestionar un servicio regional de salud y sí que tenía la ilusión de poder hacerlo pero hay que dar pasos antes de que se pueda hacer. Yo tengo mucho respeto por quien lo tiene que decidir pero seguramente será una tendencia del sistema sanitario en general y será lo normal dentro de unos años, pero los ritmos, hacer que los datos sean comparables, cuesta.
- ¿Los pliegos que se hicieron son adecuados?¿Están bien hechos?
- Es un modelo innovador y constantemente viene gente de otros países a vernos por la fórmula. Se hizo con la mejor voluntad pero sí tienen muchos puntos a mejorar. Un modelo de este tipo no se puede quedar quieto en una foto inicial sino que debería mejorar con la experiencia, con lo que se va aprendiendo, con lo que se va viendo de puntos fuertes y débiles y estoy seguro que se podría mejorar y que incluso los que lo hicieron lo mejorarían y quiénes lo han encontrado tratan de mejorarlo. Si alguien entendiera que hay que mejorar el modelo seguro que tendría motivos suficientes para hacerlo.
- ¿Conoce el informe de la viceintervención? Hablaba de la falta de control por parte de la Conselleria. ¿Qué opina?
- Lo vi por la prensa hace tiempo porque todavía no tenía nada que ver con Marina Salud y sí sé que es un informe provisional al que se hicieron alegaciones y que habrá que esperar a ver qué dice definitivamente, pero es algo muy anterior a cuando yo estaba.
- Sanidad quitó a Sanidad la especialidad de neurocirugía a Dénia. ¿Ha tenido consecuencias?
- Ya no podemos hacer neurocirugía y estamos a 100 kilómetros de València y 100 de Alicante. Eso en muchos profesionales del hospital genera preocupación. A mí me gustaría poder retomarlo y es una de las prioridades de los próximos meses analizar cuáles fueron los motivos por el que se decidió no autorizar el servicio y tratar de llegar a un consenso en ese sentido.
- ¿Cómo va la compra de las acciones de DKV en Marina Salud por parte de la Generalitat?
- Todo ese tipo de conversaciones se mueven en otro nivel que no es el mío. Ni cuando venía de DKV siquiera. Yo creo que hay que ser respetuosos con lo que decida el Gobierno porque tiene todo el derecho a decidir lo que considere y mientras se decide o no vengo con la ilusión de estar aquí hasta 2024, cuando termina la concesión, y si es posible más tiempo. Nosotros queremos poder presumir de lo que hacemos y de alguna manera que este hospital sea el más querido por la población de aquí. Pero ahora mismo no se nos han transmitido ninguna decisión de ese tipo.
- ¿Cómo son las relaciones con su otro socio, Ribera Salud? ¿Se mantienen sinergias?
- Por supuesto. Ellos tienen una experiencia muy buena, gestionan varias concesiones, tienen un equipo de profesionales excelentes y siempre que podamos encontrar una oportunidad de sinergias estaremos ahí. Pero buscando siempre el beneficio para estar comarca.
- Es habitual ver intercambio de acusaciones entre Ribera Salud y la Conselleria. ¿Cómo se ve? ¿Perjudica?
- Todo el respeto con nuestros socios.
- ¿Ha vuelto a tener pérdidas DKV en 2016 por Marina Salud?
- No está publicado en el registro pero hasta donde sé no ha habido pérdidas sino que se ha quedado en el equilibrio. Creo que hay que resaltar que durante el tiempo de la concesión ya se han invertido en pérdidas más de 10 millones de euros. Hay un compromiso muy fuerte de los socios y antes de dejar de dar la máxima calidad se asumen pérdidas y eso hay que valorarlo.
- DKV manifestó que quería dejar el hospital.
- Más que eso, hasta donde yo sé DKV lo que siempre ha manifestado es que quiere ser leal. Que si se quiere recuperar la concesión, que lo entiende, pero nosotros queremos estar aquí el máximo tiempo posible. Lo que queremos es que se nos quiera, que se valore lo que hacemos, que podamos colaborar con el Gobierno y ser útiles para la sociedad. Nunca nos hemos querido ir pero siempre entendemos que es una potestad del Gobierno el decidirlo.
- Pero sí se negoció con Ribera Salud.
- Más que negociaciones, al ser socios el porcentaje de participación siempre se puede dialogar, pero en esas no he estado yo nunca.