VALÈNCIA. Jaime Esteban, quien fuera director general de la sociedad de inversión Angels Capital –propiedad del presidente de Mercadona, Juan Roig–, ha puesto en marcha un nuevo proyecto junto a varios socios, entre los que se encuentra el cofundador de Sothis, Jorge Hilario. Como explicaba Valencia Plaza el pasado miércoles, Esteban ha creado junto a otros tres socios una nueva consultora bajo el nombre de SpeedOut con el objetivo de acompañar a los fundadores de startups y pymes durante todo su crecimiento y a inversores a encontrar propuestas a las que destinar parte de sus finanzas, entre otros servicios.
Nacido en Madrid en 1965, es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, y completó su formación en Esade y EDEM. Su trayectoria profesional pasa por más 18 años en el mundo financiero, concretamente en Bancaja, dentro de la Red de Banca de Empresas hasta que llegó al mundo emprendedor de la mano de los proyectos de Juan Roig. Además, ha formado parte durante diez años de Big Ban Angels y actualmente es miembro dela Asociación Valenciana de Startups.
- ¿Hay cada vez más family office interesados en invertir en startups?
- Sí, en ese aspecto tengo una teoría y es que en València nos falta todavía una capa de inversión en el sector startup, tanto en las fases iniciales que anclan al territorio la inversión como una capa de inversión para el desarrollo. Se han creado fórmulas como Startupxplore o Business Booster, pero no acaban de levantar grandes rondas. Ni siquiera mi queridísima Big Ban acaba de atraer a un núcleo potente de inversores. Aunque los business angels ayudan a que los proyectos puedan saltar, luego hace falta una capa de inversores. No digo que tengan que ser venture capitals, pero ahí es donde deben estar los family offices, que pueden ayudar a que un proyecto se quede en València, porque si no se van a Madrid o Barcelona, donde hay inversión.
¿Qué nos falta? Conseguir que las startups sean consideradas en las carteras de inversión como una clase de activo en el que se puede invertir. Cuando los grandes asesores financieros hacen la clasificación de los activos donde una family office invierte su cartera, pues igual que tiene una parte de Real State, de bolsa o de renta fija, que dejen un poquito para startups. ¿Esto está empezando a ocurrir? Sí. ¿Las family offices tienen cada vez más interés en ese segmento? Sí, pero hay que madurar esa clase de activo.
- ¿Deben hacer algo las startups?
- Normalizar el discurso. Uno de los errores que cometemos en el ecosistema es que no normalizamos el discurso y parece que las startups son algo de fantasía. Como dice Javier Megias, “tenemos que dejar de mear purpurina”. Quitarnos de los unicornios y de los arco iris. Somos empresas aunque con unas características especiales, que producimos una rentabilidad de una manera, que tenemos una capacidad de generar unas plusvalías en un periodo determinado y somos muy escalables.
- El CEO de Startupxplore, Javier Megias, apuntaba a la falta de diversificación en los inversores.
- Nos falta enseñarle a los inversores la clase de activo que es una startup y cómo se invierte en estos proyectos. Te puedes encontrar a gente que se gasta todo su patrimonio en una sola operación y la lía, porque tiene un 95% de posibilidades de que salga mal. Es falta de cultura. El inversor tiene que formarse porque luego, cuando invierte todo su patrimonio y sale mal, habla mal de la inversión en startups.
Tienes que tener claro la clase de activo que es, que tienes que diversificar, que tienes que co-invertir con gente que tenga más experiencia que tú, que hay un proceso de análisis como en cualquier otra inversión y que hay que hacer una política de cartera. Hay una serie de medidas que hay que tomar para que salga bien.
- A veces se resta importancia a las startups que se van fuera de València para seguir creciendo.
- Las startups suelen irse de València porque van donde hay dinero e inversión. Muchos inversores las invitan a que vayan a su plaza, sobre todo Madrid y Barcelona. Esto provoca una pérdida de talento, perdemos la generación de empleo y la oportunidad de invertir en buenos proyectos. Nosotros estamos llevando ahora operaciones de inversión de startups que están fuera. Nos han contratado desde Madrid, donde estamos llevando cinco proyectos, y estamos colocando aquí inversión, que también es algo bueno.
- ¿Debería replicar el actual Gobierno los fondos de co-inversión que se hiceron en gobiernos anteriores?
- Desde Big Ban impulsamos las líneas de acompañamiento y funcionaron muy bien con el Instituto Valenciano de Finanzas. Luego se trató de traer fondos de inversión internacional, pero es algo que no hace falta aunque está muy bien y se puede hacer. Ahora están intentando hacerlo con fondos Feder junto a gestoras pero el problema es que no tenemos gestoras valencianas y van a tener que llevarse los fondos gestoras de fuera.
Lo importante es conseguir que los inversores entiendan que se puede invertir en startups y darles vehículos para ello pero falta gestión profesional de la inversión. Si decimos que el inversor tiene que aprender alguien le tiene que enseñar y esos son los inversores profesionales. Lo importante es que surjan vehículos de inversión locales, que puedan ayudar a que los inversores se animen y aprendan a invertir y que, de paso, dejen los proyectos anclados a la comunidad y no se vayan fuera.
- ¿Cómo se consigue crear más gestoras en la Comunidad Valenciana?
- Soy un rabioso defensor de la iniciativa privada. Yo creo que es un tema de profesionales que decidan dar el salto y pasar a la acción. Hay varios movimientos ahora, que yo creo que saldrán en breve. Es importante la figura del gestor, que debe ser capaz de atraerles y convencerles. La iniciativa pública debe hacer algunos apoyos a que sea más atractivo invertir, pero no creo que tenga que ser la que fomente la aparición de gestoras. La iniciativa debe ser de alguien que sabe, que cree, que quiere y que puede hacerlo.
Lo que la administración puede hacer es facilitar trámites, facilitar la fiscalidad, facilitar trámites a las startups para atraer talento, que es otro problema serio, porque para traer un trabajador del extranjero es un drama. También los derechos de acciones para los trabajadores vinculados al talento, que fiscalmente son desastrosos. Que la inversión desde el punto del business ángel tenga una exención fiscal, como ocurre en muchos países.
- Os han llegado peticiones a SpeedOut para dinamizar ecosistemas en otras capitales de provincia. ¿Qué ven en València?
- En València han ocurrido varias cosas. Por una lado hay un ecosistema muy potente, activo y unido. Actuamos en bloque. Yo ya no estoy en Big Ban, pero he estado durante diez años. Estoy en la Asociación Valenciana de Startups y muchos estamos compartiendo el doble gorro, vamos como un bloque y estamos para todo lo que se nos necesita. Eso ha hecho que demos una imagen de estar muy unidos, de cohesión, y en los últimos años hemos crecido de forma exponencial, pero seguimos cojos en una pata, que es la inversión, aunque hacemos mucho ruido en otras partes. De hecho, ha venido gente de fuera de España a ver el ecosistema valenciano.
El ecosistema lo componen una serie de jugadores y, aunque hay uno que nos flojea, si que es cierto que hay una generación de talento muy buena, hay mucho emprendedor generando proyectos, algunas corporaciones hacen cosas y hay dinamizadores de instituciones que mueven el ecosistema. Tenemos muchas patas buenas pero nos faltan la parte de inversión y que las corporaciones empiecen a jugar de verdad con las startups.
- ¿Qué papel van a jugar las corporates?
- Juegan un papel brutal. Uno es, si yo busco la innovación fuera de mi casa qué mejor modelo para hacerlo que viendo los proyecto que están trabajando en las tecnologías que a futuro van a interferir en mi negocio. Si quiero crecer y ver lo que va a pasar en mi negocio dentro de cinco años qué mejor que meter una pata en las tecnologías que seguramente serán las que tendré que utilizar. Esa es una, o nuevas líneas de producto o nuevas líneas de negocio. Y ahí las corporaciones juegan un papel importante no solo invirtiendo, qué también, sino siendo clientes. La compra innovadora es una de las cosas más importantes que hay. No hay nada mejor que te compre tus productos una gran corporación porque te sirve de caso de éxito, te da facturación, además de la mejor financiación que se puede tener. Eso tiene mucho recorrido. Aquí ya empiezan a aparecer compañías como Global Omnium, Grupo Martínez o Lanzadera aunque es un buen papel que todavía está por desarrollar.