VALÈNCIA. La pandemia de covid sigue azotando a la sociedad, entre ella, a los sanitarios, que se encuentran en primera línea tratando no solo a contagiados por la enfermedad, sino también recibiendo a decenas de personas diarias que son susceptibles de tener el virus. Un campo en el que no solo se encuentran los centros hospitalarios públicos y privados, sino también las clínicas de especialidades.
José Remohí, ginecólogo y obstetra, es cofundador y director del IVI-RMA, multinacional valenciana dedicada a los tratamientos de infertilidad. Remohí, quien se vio obligado a cerrar sus centros en la primera parte de la pandemia, define la pandemia como una "guerra" donde la solución clave en la vacuna.
Una cuestión ante la que se muestra rotundo: "No hay que perder ni una sola dosis". De ahí que considere que Europa debe insistir para conseguir más viales y que la decisión de Puig de negar la segunda puesta a los alcaldes y otros cargos que no se encontraban en los grupos de la primera fase sea "más de postureo que sanitaria".
-¿Cómo ha afrontado IVI la pandemia?
- En la segunda quincena de marzo cerramos. Teníamos claro que esto es una lucha de todos, es una guerra y no hay vacaciones ni fines de semana. Cedimos todos nuestros respiradores al Hospital Peset -un total de cinco- menos uno que nos quedamos para urgencias. También nuestros equipos de protección sanitaria y quedamos a disposición de lo que hiciera falta. Tuvimos que tomar esta decisión porque estábamos ante una situación que era un virus desconocido, crítica y que no se había vivido en 100 años.
"Desde las sociedades científicas se vio que la covid no llevaba un circuito teratógeno"
Desde las sociedades científicas y concretamente de fertilidad, en conversaciones con el Ministerio de Sanidad, vieron que la covid llevaba un circuito que no era teratógeno, que no era como el zika, que en la gestación puede causar malformaciones o pérdidas. Fue el 27 de abril cuando se permitió empezar de nuevo con los tratamientos pero estos van según los ciclos de las mujeres y para volverte a coger necesitas dos meses.
Uno de los problemas que tenemos es la edad de la mujer, que afecta sobre su capacidad reproductiva. Es una necesidad en determinada parte de la población y el tiempo es clave. Una cuestión que va acompañada con que la pareja que recurre a este tipo de tratamientos está bajo una tensión importante y si no le das salida empeoras su calidad de vida.
-¿Qué protocolo de seguridad tienen para los pacientes?
- Además de distancia, ventilación y gel de manos, que es habitual, fundamentalmente test. Muchos controles. A las parejas, en un mismo ciclo se les hacía test en varias ocasiones. Ha ido cambiando según se ha modificado la dinámica del virus.
-El Colegio de Médicos ha protestado porque el personal de la sanidad privada en la Comunitat Valenciana no ha sido incluido en los grupos de sanitarios que se tenían que vacunar en segundo y tercer lugar. ¿Lo comparte?
-En mi caso estoy a caballo entre varias instituciones. El IVI, con más de 300 sanitarios, la Facultad de Medicina, desde la fundación del IVI -ubicada en La Fe- o desde el Colegio de Médicos. Un enfermo cuando va al hospital, sea cual sea, no sabe si tiene covid. Cuando vas a una urgencia no lo sabes, y esa atención la hace la pública y la privada, pero se extiende a cualquier médico que pase consulta. Pero igual que los farmacéuticos o conductores de ambulancia.
Esto es una guerra y tenemos que ir a lo fundamental, no a lo superficial. El núcleo es la vacunación. Esto no es una crítica a los gobernantes, a mí no me gustaría estar en la piel de cualquier consejero de Sanidad, pero el problema es que el virus nos afecta a un aspecto sanitario cuanto más edad tenemos, pero nos hemos ido dando cuenta de que estas consecuencias también pueden afectar a gente fuera de ese grupo de riesgo.
Tengo conocidos de menos de 50 años que han muerto sin patología previa y eso hace que cunda el miedo, porque nadie está exento de lo que pueda ocurrir. Es verdad que hay muchos infectados, pero nos estamos acostumbrando a un número excesivo de muertos, a naturalizarlo o blanquearlo. Es impresionante.
- ¿Ha hecho la administración bien la gestión?
- No lo sé. Para mí, que soy sanitario y necesito la vacuna para incorporarme a seguir haciendo sanidad, que se hayan vacunado cuatro alcaldes es una anécdota. Eso es despistar sobre dónde está el problema. No sé cuál es el mejor orden, igual debería ser el Ejército el primero en vacunarse, no lo sé. Pero lo que sí digo es que estamos en una guerra y el esfuerzo se debe concentrar en conseguir más vacunas a nivel europeo.
"Estamos en una guerra y el esfuerzo se debe concentrar en conseguir más vacunas"
¿Por qué Reino Unido ya tiene admitida la vacuna Oxford de AstraZeneca y en Europa está previsto a final de mes la evaluación? Es que pasó lo mismo con la vacuna de Moderna. Estamos perdiendo tiempo. A mí lo que me interesa es que la gente se vaya vacunando, sean alcaldes o quien sea. Porque todo está creando inmunología y lo que necesitamos es una inmunología de rebaño, que el 70% de la población tenga protección.
Si las vacunas llegan el lunes a las 10 de la mañana, a las 17 todas puestas. Eso el Ejército lo haría muy bien y es lo que están haciendo en otros países, desde farmacias a estadios de fútbol o desde el coche. El problema son las vacunas y hay pocas. Y encima de que tenemos pocas, tenemos tres cosas que no ayudan: que se pongan tarde, el no uso adecuado de las jeringuillas para sacar las máximas dosis del vial que hacen perder una puesta de seis a cinco dosis y que desplacemos dosis a otros lugares como Andorra. La caridad empieza en casa.
En nuestro caso, ofrecimos el IVI como centro de vacunación para terceros. En Murcia, por ejemplo, ya han empezado a llamar para vacunación. Esto va por comunidades. Pero estamos todos en el mismo frente y hay amigos que han muerto y trabajaban en la privada.
-Un juez estimaba esta misma semana la demanda del Colegio de Médicos de Alicante y obliga a Sanidad a vacunar a los médicos de la privada de primera línea sin distinción con la pública.
- Ha salido tan rápido porque hay un grito social de injusticia que lo pide, pero también porque es sumamente lógico y, como decía, hay compañeros de la privada que han muerto. Y luego es una cosa de urgencia, de ya. No sirve que la resolución salga en dos meses o dos años.
- Puig ha señalado que no se vacunará con la segunda dosis a los alcaldes y otro personal que sí se puso la primera pero no estaba entre los grupos de la primera fase.
- No es una buena decisión, que les sancionen con cualquier otra cuestión administrativa. Estamos en una guerra y necesitamos a todos los soldados. Yo no sé si son los sanitarios los primeros que nos tenemos que vacunar, o el Ejército, pero si se ha puesto la primera vacuna, que se ponga la la segunda, uno más inmunizado. Se trata de buscar inmunización de la sociedad y cuanto antes lleguemos mejor. Se puede criticar, pero yo lo miro con ojos de sanitario, no lo analizo ni social ni políticamente. Se trata de que no se tire ni una solo dosis a la basura. Y mira que a Ximo lo quiero mucho, pero creo que es una medida más de postureo que sanitaria.
- ¿Han llamado al IVI desde conselleria para la vacunación?
- No, llamé yo para decir que existíamos. Hubo buena voluntad y esperamos que sí, pero a día de hoy no nos han pedido listas. Además, desconocemos cuestiones como si gente que pasó el virus se ha de vacunar o no, o si tienen anticuerpos puede dar paso a otro.
- ¿Cree que habría medidas más idóneas?
- No sé cuáles son las mejores medidas, pero como decía Pedro Cavadas, porque lo ha manifestado públicamente, esto va a ser un abrir y cerrar la puerta. Se abre porque estamos mejor, se cierra cuando estamos peor y volvemos a empeorar y va a ser un subir y bajar constante. Si te asomas estas Navidades a la calle Colón, no cabía un alfiler. Solo con eso, ya se intuía la explosión en enero.
-¿Cómo ha ido 2020 para el IVI?
- Es como si hubiéramos tenido cinco meses de agosto. Luego sí se ha recuperado y ha cogido una curva normal por la necesidad que comentaba antes, pero es como si fueran cinco meses de vacaciones con todo lo que conlleva.
-¿Se han recuperado los tratamientos que se paralizaron en la primera oleada del virus?
- Sí, un poco menos que a niveles prepandemia porque hay determinadas clínicas como València, Madrid y Barcelona en las que somos centro de referencia no solo español, sino también europeo o internacional. Tenemos pacientes hasta de Japón o Estados Unidos y toda esa casuística internacional se ha congelado, que suponía alrededor del 20%.
-¿Se ha tenido que reforzar la telemedicina?
- Nosotros hace casi 30 años decidimos no utilizar papel y eso nos obligaba a usar mucha más informática. Ahora bien, a la fuerza sí lo hemos incrementado. Todas las pacientes del área internacional, a la fuerza es teleconferencia. Otras pacientes que vienen de otros puntos de España también.
-¿Han modificado los planes de expansión por la covid?
- No tanto. Porque los planes de expansión no son de hoy para mañana. Se puede hacer de varias formas, de forma orgánica creando tú mismo la clínica y el centro, y esto viene a tardar tres años mínimo. Mientras, las que estaban en marcha previas como Sevilla, Barcelona o Roma siguen en marcha. Porque, supuestamente, es para traslados. La otra cuestión es adquisición de clínicas, y no es tan incompatible el crecimiento con esto aunque sí con pies de plomo y más moderado. También tenemos previsto abrir en California y quizá en Hawai.
-¿Se pueden hacer una idea de cómo será 2021?
- Según la vacuna y el índice de vacunados en España. Por eso he dicho que el núcleo de todo es la vacuna. Si incluso en Europa y la Organización Mundial de la Salud se están nombrando los pasaportes inmunológicos. Y luego es un llamamiento a la coherencia, a que la gente sea consciente de que el virus está en muchas partes, que las familias actúen como burbujas.