VALÈNCIA. Pablo Úbeda (1978) es concejal de Promoción Económica, Comercio, Innovación y Proyectos Europeos en Ontinyent, la ciudad de la Comunitat Valenciana referente en el sector textil. Úbeda lleva cinco años en la tarea de dinamizar la economía del municipio: la primera legislatura en el PSPV y la segunda de la mano de Jorge Rodríguez en La Vall ens Uneix.
Úbeda es diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad Jaume I de Castellón con experiencia en el sector empresarial tras trabajar en las diferentes confederaciones empresariales de Coeval (Confederación Empresarial de la Vall d’Albaida) y Ateval (Asociación de Empresarios del Textil de la Comunidad Valenciana).
Como concejal de Promoción Económica, habla sobre la visión que tiene acerca de qué sectores suponen un mayor peso en la economía de su ciudad y hacia qué modelo se dirige, donde la industria, el comercio y la construcción juegan un papel fundamental para el consistorio.
-Ontinyent es un polo de referencia en la Comunitat Valenciana de empresas del sector textil. ¿Se lleva bien la deslocalización?
- El sector del textil viene encadenando diferentes crisis desde hace muchos años por problemas arancelarios, de exportación y de producción de los países terceros, ya que es más barato hacerlo en China, India o Pakistán, donde los trabajadores no cuentan con los mismos derechos que los de aquí. Somos una ciudad que continúa viviendo del textil, pero de un sector reconvertido y diversificado, porque ya no solo se dedica a hacer piezas para el hogar. Se ha dado cuenta de que se tenía que internacionalizar y así lo ha hecho. A su alrededor, se han reconvertido también empresas de maquinaria, por ejemplo, que únicamente se dedicaban al textil y que ahora se enfocan en otros sectores que están exportando a todo el mundo.
-¿Qué peso tiene el sector del textil y la reconversión hacia un nuevo modelo productivo?
- Cuando se habla de reconversión, se tiene que tener la visión de la reconversión del siglo actual, y no de los años 80. El sector textil se ha reconvertido, no es el mismo que le mismo de hace 15 años, porque ha evolucionado. A su alrededor, se crean subsectores que hacen que una economía funcione en una ciudad. El textil hogar, que concentra más del 70% de su industria en esta zona, ahora trabaja para el sector de la construcción o de la agricultura. La economía de la ciudad se ha diversificado por la reconversión, que sale de la empresa propia, por eso la Administración ha de acompañar y no poner trabas. Estamos abiertos a que se instalen nuevas empresas y trabajamos en esta línea con políticas para desarrollar más suelo industrial.
-¿Qué lugar ocupa el resto de sectores económicos de la ciudad?
- Donde hemos dado un paso importante es en el comercio. Para que un sector crezca, ha de haber un proceso largo de políticas, que se han estado haciendo para obtener un resultado. Durante la anterior legislatura del gobierno de Jorge Rodríguez apostamos por una dinamización del sector con campañas importantes de reconocimiento del comercio. Con esto, se ha conseguido llegar a un 20% de densidad comercial. Lo que ha supuesto, según datos de la Conselleria de Economía Sostenible y Comercio, un salto importante respecto a otras ciudades que eran competidoras, como Alcoy o Xàtiva.
-¿Qué planes tienen para la actual legislatura?
- Estamos evaluando las políticas que dieron buenos resultados para el desarrollo económico de la ciudad e incidiendo en ellas. Respecto al comercio, las campañas han sido muy positivas, pero ahora queremos dar un paso más allá para dinamizarlo aún más. El trabajo de la administración es sacar a la gente a la calle, con la ayuda de los comerciantes. El Ayuntamiento de Ontinyent también ha querido estar siempre al lado del sector de la construcción, que ha sufrido especialmente la crisis, apostando por la rehabilitación de viviendas. Colaboramos con programas de la Generalitat y somos pioneros en tener un presupuesto propio para rehabilitarlas. En un principio, se puso el foco en las del casco antiguo, que después se amplió al resto del núcleo urbano. El sector de la rehabilitación ha supuesto una inversión de alrededor de 2,8 millones de euros en la última legislatura, lo que es relevante, ya que la construcción de vivienda nueva estaba más ralentizada.
-¿Qué elementos se potencian más para el buen desarrollo de la economía?
- El gobierno de Ontinyent apuesta por tres sectores fundamentales: industria, comercio y construcción. Si las ciudades de costa dan más valor a sus paseos marítimos porque potencian su economía, nosotros apostamos por los polígonos industriales. Cuando gran parte de tu población va a trabajar allí, es importante que estén en condiciones óptimas de asfalto, de señalización e iluminación. La mejora de los polígonos se realiza a través de una línea propia de ayudas del gobierno municipal en colaboración público-privada. El plan de mejora recoge 38 solicitudes y englobará alrededor de 25 empresas. También contamos con los más de dos millones de euros que se han invertido en el programa. Queremos ser un referente para captar empresas. Es nuestra asignatura pendiente porque es difícil que una multinacional se instale, pero si les da facilidades, como un buen lugar donde establecerse o beneficios fiscales a través del IBI, atraes más, y damos a todas las que crean empleo estable de calidad. Jugamos con las competencias que tenemos y de impuestos que dependen exclusivamente de nosotros.
-¿Cómo evoluciona la economía de la ciudad en comparación a años anteriores?
- Estos dos últimos años han sido positivos porque ha habido una reactivación, pero la economía de las ciudades no puede desligarse de la economía a nivel global, ya que es un mundo interrelacionado. En la ciudad se han notado cambios en la industria y el comercio porque se han creado nuevos puestos de trabajo. Apostar por la industria es importante porque es el sector de más calidad y que más empleo crea, según los datos de ocupación. No obstante, ha habido una ralentización mínima. No es una cosa exclusiva de la ciudad, sino a nivel global por la incertidumbre que provoca el Brexit, entre otras cosas, porque el sector industrial está muy internacionalizado y exporta hacia Reino Unido, Estados Unidos o América Latina.
-¿Qué supondrá que la marca de cosmética china Gre-Kriti instalara un centro logístico en Ontinyent?
- Esta marca de cosméticos chinos vino a través del gerente del centro comercial de El Teler para conocer la ciudad, ya que quieren implantarse en España. Sería importante la llegada de una empresa así, por eso se le vendió la ciudad, sus polígonos, los beneficios fiscales y la importancia de la ubicación, porque está en un punto intermedio entre dos ciudades importantes, València y Alicante, y cuenta con sus dos aeropuertos y el Puerto de Valencia, que es de los más importantes de Europa. Ahora toca esperar a que decidan dónde establecerse y que consideren que Ontinyent es el lugar para hacerlo. La instalación en una ciudad de multinacionales la convierte en un elemento de atracción para otras empresas. Siempre vamos a hacer todo lo que esté dentro de la legalidad para que puedan instalarse. Cotopur es una empresa que antes estaba en una población vecina, Albaida, y que trabaja para una multinacional como Ikea, por ejemplo.
-¿Qué beneficios tendrá la unión de la zona del polígono con el resto de la ciudad?
- Cuando se apuesta por la economía, no es apostar por una economía de inversiones únicamente, sino por una economía sostenible. Pretendemos crear una conexión entre la parte norte, donde está el polígono industrial, con el resto de la ciudad, tanto para peatones como para bicicletas para potenciar que los trabajadores tengan un medio sostenible para llegar a sus trabajos. Vamos a entrar en el programa de la Unión Europea en el eje 2021-2027, donde se barajan objetivos sostenibles para ir hacia una economía verde en la ciudad.
- ¿El porcentaje que se destina a las actividades económicas es adecuado?
- El presupuesto es adecuado. La Administración ha de facilitar el desarrollo de la economía de una ciudad, no poner trabas; tiene que ir de la mano de los representantes de los trabajadores y los empresarios, porque son los que van a crear empleo y los que van a hacer que la economía se desarrolle. Recibimos muchas subvenciones y ayudas para la internacionalización de las empresas que están radicadas en Ontinyent. Nos dimos cuenta de que el Ivace, que tiene las competencias, daba ayudas y vimos que eran importantes para empresas que querían exportar por primera vez. Desde que se puso en marcha en 2016 ha dado ha ayudado a más de 70 empresas, lo que se traduce en un presupuesto de más de 75.000 euros. Si tuviéramos más, daríamos más, pero la apuesta por la internacionalización y el respaldo en ferias y misiones comerciales nacionales o internacionales es notable. Somos de los pocos ayuntamientos de una ciudad intermedia, 37.000 habitantes, de los que se puede decir que está dinamizando la economía local.
-¿Cómo es la relación con la Generalitat?
- La relación institucional con la Generalitat es perfecta. Cuando se produjo la DANA, estuvo el presidente de la Generalitat, la vicepresidenta, el concejal de Hacienda, directores generales y secretarios autonómicos. Continuamos teniendo una relación directa, ya que hemos recibido la visita de concejales y de la vicepresidenta Mónica Oltra en distintos actos. La relación es buena y se continúa trabajando como hasta el momento. No hay ninguna objeción por su parte, ni por la nuestra.
-¿Qué impacto tuvieron las repercusiones económicas de la DANA en la ciudad?
- En cuanto a las repercusiones de la DANA de septiembre, la ruptura del colector supuso 9 millones de euros aproximadamente. Los impactos económicos han sido grandes, pero también se ha de tener en cuenta que el fenómeno no había ocurrido nunca en la ciudad y ha conllevado daños personales, en los que no se ha puesto tanto el foco. Nos pusimos a disposición de la Generalitat y ella a la nuestra. La Conselleria de Agricultura destinó 5 millones a los desperfectos de las inundaciones y más de 2 millones a los daños en caminos. Además, ha venido personal de Tragsa, la empresa pública, para reparar los lugares que quedaron destrozados. Por parte de la Generalitat se han dado ayudas y se ha puesto un plan de ocupación para zonas muy afectadas, en las que se engloba Ontinyent, al cual vamos a acogernos. Trabajamos codo a codo con todas las Administraciones, también la del Estado a través del Consorcio de Aseguranzas.
-¿Cómo está el nivel de infraestructuras de la ciudad? ¿Hace falta incidir más en algún aspecto en concreto?
- En cuanto a infraestructuras de comunicación, la gran reivindicación es la línea de Ontinyent-Xátiva-Alcoy, que se ha de potenciar, pero lo único que se puede hacer es presionar para que la Administración General del Estado apueste por eso.
-¿Qué otros elementos tiene Ontinyent que fomenten la vida económica de la ciudad?
- Hay que destacar la importancia del campus de la Universidad de Valencia, porque recibe muchos alumnos de la ciudad, pero también de fuera, y les acerca la posibilidad de estudiar, que de otra manera no la hubieran tenido. Hay carreras como Enfermería o Educación Física que cuentan con mucha demanda, lo que repercute también en la economía, porque se ha dinamizado el alquiler de pisos y la hostelería. Ontinyent apuesta por la Universidad, que atrae a estudiantes, pero también otras actividades como jornadas de workshop, que traen talento, el cual va ligado al sector industrial, un sector potente, porque ya no es intensivo en mano de obra solamente, sino también supone gente cualificada. Nos enfocamos en el camino hacia la sostenibilidad medioambiental, pero también social, como con la Universidad o el programa de ayuda a mayores, Majors actius, para que su envejecimiento sea activo.