A juicio del subdirector de ventas globales de APAC en Saxo Bank, no hay una forma de protegerse una vez que la volatilidad se ha desatado
MADRID. Es probable que el régimen de baja volatilidad haya muerto. El comportamiento de los precios observado en bolsa en los últimos quince meses no tenía precedentes y ahora, ante el riesgo de que se acelere bruscamente la inflación en EE UU se ha desatado una ola de pánico vendedor potenciada por las ventas cuantitativas.
El factor desencadenante de la huida de los inversores ha sido el miedo a que la Reserva Federal acelere las subidas de tipos, después de que el informe mensual del mercado laboral de EE UU el viernes rompiera la narrativa con un fuerte aumento de los ingresos de los trabajadores. Parece que Jerome Powell -quien juró ayer como presidente de la Fed- tendrá un problema completamente diferente al de su predecesora: enfrentarse a la inflación en lugar de luchar contra las fuerzas deflacionistas. Hereda el mercado bursátil más volátil desde 2010, pero también una economía estadounidense que va a toda máquina.
Las caídas bursátiles estuvieron dominadas por las ventas cuantitativas, es decir, causadas por la distorsión del mercado creada por los flujos pasivos de ETFs smart beta y los llamados 'robo advisor'. Algunas plataformas web se bloquearon, los clientes no podían acceder a sus cuentas ni salir. Por supuesto, no todos los 'robo advisor' son iguales, la dificultad es separar lo bueno de lo malo. Pero, a pesar de todo, creo que han sido un componente importante para llevar a los mercados de acciones a donde están y la reversión de una tendencia tan impresionante como la de la renta variable de EE.UU. siempre será particularmente perniciosa con la participación cuantitativa.
Curiosamente, la caída de las bolsas ha tenido un contagio muy restringido en otros activos, especialmente el mercado de divisas. El yen japonés se ha fortalecido, pero el dólar/yen ni siquiera ha alcanzado un nuevo mínimo, y las monedas emergentes se han consolidado un poco más abajo de un modo completamente ordenado. Este hecho hace que haya esperanzas en que esto sea simplemente un fracaso de los inversores más apalancados en volatilidad y algunas estrategias algorítmicas. Pero hoy es un día crítico, ya que las ventas tienen que detenerse aquí si queremos etiquetar este episodio como una ola rebelde y no un tsunami. Por tanto, en respuesta a la pregunta ¿debería aprovechar el desplome para comprar?, la respuesta es "definitivamente no".
Los barómetros de riesgo claves:
Los inversores que busquen refugio seguro deberían estar atentos al yen y a las opciones de compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos a dos, cinco y 10 años. También se puede optar por posiciones largas en oro; bonos del tesoro americano, yen y franco suizo y posiciones cortas en petróleo. Son jugadas muy clásicas, pero son clásicas por una razón. De hecho, hemos visto cómo parte de las compras de oro de los últimos meses han sido impulsadas por la demanda de protección y diversificación a medida que los mercados financieros se volvían cada vez más complacientes. Pero hay que tener en cuenta que no hay una forma barata de buscar protección una vez que la volatilidad se ha desatado.
Andrew Besler es subdirector de ventas globales de APAC en Saxo Bank
El escenario recuerda a lo ocurrido en Georgia en 2008, cuando Rusia intervino en apoyo de los separatistas en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia