VALÈNCIA. Ante la repentina urgencia de dar cobijo en València a tantos menores como pudieran, la respuesta de los valencianos a las peticiones de la fundación Juntos por la Vida ha sido, en boca de su presidenta, Clara Arnal, "increíble". Ayer comunicaban que no necesitarían más familias momentáneamente, puesto que se habían ofrecido "muchísimas" a hospedar a quien lo necesitase.
Varias familias tienen experiencia en estos procesos, ya que colaboran con Juntos por la Vida desde hace tiempo en la acogida de niños de Chernóbil y del Donbás. Y ahora, en estas acogidas extraordinarias, han vuelto a tender su mano para dar la bienvenida en sus hogares a las madres y abuelas de los menores, quienes se priorizarán también tras el cambio de criterio respecto a hace unos días.
Por lo que respecta a la gestión previa a la llegada de los ucranianos, un equipo de la fundación ya está llevando a cabo las llamadas pertinentes para entrevistar a todas aquellas personas que son nuevas en esto. Aunque, dado el carácter urgente, estos trámites se verán acelerados respecto a los de acogidas ordinarias, desde Juntos por la Vida lo tienen claro y no dudan en afirmarlo: todo se llevará a cabo con la misma "rigurosidad" y "seriedad" que hubo en las gestiones previas.
Auguran que no será un "proceso rápido", pero sí el necesario para poder ubicar de la "mejor forma posible" a los núcleos familiares cuyo traslado a España se buscará acelerar con la llegada de Arnal y sus tres compañeros a Polonia hoy.
El equipo se aproximará a la frontera con Ucrania para garantizar que los núcleos familiares que consigan sortear los no pocos obstáculos que hay en el camino tengan un rostro conocido al llegar al país vecino y, como recalca Arnal, "alguien con quien hablar español". Es así dado que muchos de estos niños ya han sido parte de los programas de acogida de Juntos por la Vida, para el cual uno de los requerimientos era saber algo de español. Luego, pese a que no entendiesen polaco, al cruzar encontrarán a alguien con quien comunicarse y mantener ese "vínculo con España".
No obstante, desde la fundación alertaron que no conocen fechas exactas para los traslados ni cifras exactas de refugiados. Inicialmente se habló de 560, pero, con la decisión tomada de incluir familiares para no generar una "doble victimización" y separar a niños de sus madres, se irán "llenando vuelos charters" con toda la gente que puedan, como otras fuentes de Juntos por la Vida confirmaron a Valencia Plaza.
De igual modo, la calendarización de estos vuelos Polonia-España es toda una incógnita aún. La razón de ello se encuentra en las dificultades para dejar atrás el país, comenzando por el propio peligro que encarna el tener que salir de los refugios donde se resguardan estas familias. Tanto la presidente como otros miembros consultados ponen como ejemplo a Cruz Roja, organización que ha desistido en la construcción de puentes y rutas de escape por las constantes escaramuzas de los rusos contra dichas infraestructuras.
Junto a ellos se encuentran otras tantas organizaciones al otro lado de la frontera listas para prestar toda la ayuda posible en cuanto los ucranianos puedan cruzarla. Por lo que respecta a la acción realizada directamente en España, Arnal ha destacado los mensajes de apoyo y actitud por parte de la sociedad civil.
Aún con todo, hay gente que no quiere - o no puede - abandonar Ucrania y huir de la guerra. Estos casos los mencionan también miembros de Juntos por la Vida, ya que hay personas que querrían quedarse para estar cerca de seres queridos - hombres de entre 18 y 60 años - obligados a permanecer.
Con la imposición de la ley marcial por parte del gobierno de Zelenski, varios artículos de la carta magna ucraniana pueden ser restringidos parcial o totalmente, provocando la estancia obligada de según qué ciudadanos y reduciendo así el espectro de gente que puede ser socorrida por fundaciones y organizaciones como Juntos por la Vida.