Así reafirma el nuevo Bloc su giro a la izquierda: feminismo, ecologismo, más autogobierno...
Así reafirma el nuevo Bloc su giro a la izquierda: feminismo, ecologismo, más autogobierno...
VALÈNCIA. El proceso de enmiendas de cara al VIIIé Congrés del Bloc que se celebrará el 26 y 27 de junio se inició días atrás. Tal y como informó este diario, algunos militantes ya tenían intención de proponer una alternativa para que la formación nacionalista no cambiara su denominación por la de Més-Compromís, que resultó vencedora en el proceso de votación abierto a la militancia.
Además de esa iniciativa, Valencia Plaza ha tenido acceso a algunas otras de dirigentes conocidos del partido que versan sobre esa cuestión y sobre otras de interés, como los términos que acompañen a la definición del partido.
Así, el portavoz de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, ha introducido una enmienda en la que propone que se agregue a el término "antifascista" a otros novedosos que se han incluido en la ponencia política como son "ecologista" y "feminista". El diputado justifica su propuesta señalando que el nacionalismo valenciano representa "los valores necesarios para hacer frente al fascismo y sus manifestaciones actuales". "Defendemos el pluralismo democrático frente al autoritarismo, defendemos los Derechos Humanos frente al odio, defendemos la diversidad frente a la uniformidad y, sobre todo, defendemos al pueblo valenciano frente a aquellos que nos quieren anular políticamente y culturalmente", argumenta Ferri en su texto.
Así reafirma el nuevo Bloc su giro a la izquierda: feminismo, ecologismo, más autogobierno...
Una propuesta que a priori se debatirá en el cónclave dado que, según fuentes del partido consultadas por este diario, dispone ya de 140 firmas de respaldo, cuando el mínimo exigido para que se eleve la enmienda se sitúa en el centenar. Algunos de los dirigentes que ya han firmado su apoyo a la iniciativa son, entre otros, la diputada autonómica Papi Robles; los secretarios autonómicos en el Gobierno valenciano Francesc Gamero y Enric Nomdedéu; o el concejal del Ayuntamiento de València, Pere Fuset.
Precisamente este último también ha presentado una enmienda que llama la atención. El regidor propone que el nuevo nombre del Bloc pases a ser Aplec-Compromís. En la justificación redactada por Fuset, coincide en la necesidad de modificar la marca para "relanzar el proyecto" pero apuesta por el citado término al considerar que es una palabra "genuinamente valenciana, muy vinculada emotivamente al valencianismo político y libre de cualquier prejuicio", además de no despertar "ningún rechazo para el que pueda desconocer su significado y connotación". El concejal también opina que es una denominación que se diferencia "claramente" de "cualquier otra organización política de todo el Estado", algo que a su juicio sí ocurre con la marca escogida, Més-Compromís.
En esta línea, Fuset defiende que esta palabra "avanza hacia la apertura". "Si según el diccionario Bloc es una unidad compacta, Aplec es una reunión de personas, una confluencia en un espacio abierto", relata, para añadir además como valor las "lógicas referencias" a este tipo de encuentros valencianistas tradicionales que se producen en El Puig, Dénia o Betxí. Una iniciativa, la del concejal, que aunque de momento solo aglutina cerca de 50 firmas, está suscrita por otros concejales del Ayuntamiento como Isa Lozano y Alejandro Ramón, además de algunos asesores.
No es la única enmienda relacionada con el cambio de nombre. Otros militantes ya han presentado propuestas alternativas, como Lluis Calatayud, que apuesta por mantener la marca Bloc y cuenta por el momento con 40 firmas de apoyo, o la de David Ortí, que sugiere, en vez de Més-Compromís, que el Bloc pase a denominarse Més País Valencià - Compromís.
El plazo para recibir enmiendas parciales o totales concluye el 16 de mayo y las que salgan adelante se debatirán en el propio congreso de junio donde, tal y como aprobó el Consell Nacional por razones sanitarias, la participación y votaciones podrá realizarse a través de delegados -uno por cada cuatro militantes- y no de forma asamblearia.