Una escapada a los lugares y planes imprescindibles en la comarca

Qué hacer un fin de semana en la Safor: de rutas senderistas a monumentos históricos

6/10/2022 - 

VALÈNCIA. Ha llegado la hora de despedirse del verano y, con él, se van también las tardes de playa o piscina. Pero esto no implica que debamos decir adiós a la oportunidad de descubrir nuevos rincones porque seguir disfrutando del turismo activo todavía es posible. Sobre todo, si nos adentramos en una comarca como la Safor: sus rutas, monumentos y parajes naturales nos envuelven en una atmósfera de conexión con la naturaleza y, a la misma vez, con nosotros mismos.

La Safor cuenta con 31 municipios que esconden un gran abanico de posibilidades, por lo que una escapada de fin de semana en la comarca es una apuesta segura. Supone una oportunidad de adentrarse, cada día, en un mundo distinto, de explorar la diversidad que ofrece el territorio. 

El viernes, una cita con el marjal 

La primera parada de este itinerario es el Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva, un espacio protegido de 1.290 hectáreas. Fue declarado parque natural en 1992 y destaca por la biodiversidad de la fauna, así como por el cultivo de arroz. Un paseo tranquilo por esta antigua albufera supondrá una desconexión completa de la ajetreada rutina.

Además, dispone de la opción de realizar visitas guiadas a pie o en bicicleta, así como una ruta a caballo de una duración de dos horas, organizada todos los días desde las 10 horas hasta las 20 horas.  Por otra parte, aquellas personas más concienciadas con el medio ambiente tendrán la oportunidad de participar en el plogging: un deporte nórdico que une las acciones de limpiar y correr. Así pues, este destino, con todos los planes que incluye, será el comienzo ideal para conectar con el entorno y llenarse de energía para aprovechar el resto del viaje.

El sábado, día de ruta 

Para los amantes de la naturaleza y el deporte, el sábado es la ocasión idónea para ponerse en forma a la vez que se disfruta de las vistas que las sierras ofrecen. La “Ruta de l’Assagador i les Covatelles” abarca 9,4 kilómetros y nace en el parque del cementerio de la localidad de la Font d’en Carròs. Con una dificultad media y señalización, este trayecto de carácter forestal discurre por el barranco de l’Arrullador, el paraje de la Mola y el cim del Catí, entre otros enclaves. Este último expone una vista panorámica de toda la costa mediterránea.

En el caso de preferir una ruta en bicicleta, una de las mejores opciones es la "Vía verde del Serpis". El trayecto, que supone un total de 40 kilómetros, conecta los pueblos de Gandia y el Muro de Alcoi a través del antiguo trazado ferroviario del ‘tren dels anglesos’. El tramo más conocido es el que se sitúa entre Orxa y Villalonga, donde se encuentran lugares como la sierra de la Safor o el barranco de l’Infern.

El domingo viajamos al pasado

Después de haber hecho una ruta aventurera, es momento de aprender acerca del pasado del territorio. Y es que, si en algo destaca la Safor, es en el patrimonio cultural que posee. El monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, ubicado en el municipio de Alfauir, forma parte de la denominada ‘Ruta de los Monasterios de València’.

Esta une cinco históricos monasterios de las comarcas centrales, creando un itinerario que logra trasladar a los visitantes a la época medieval. El de Alfauir está abierto al público desde el año 2005, aunque su origen se remonta al siglo XIV y fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994.

Por eso, antes de finalizar la escapada, es imprescindible pasear por sus instalaciones, al igual que lo hicieron hace siglos figuras clave en la historia, como los escritores valencianos Ausiàs March y Joanot Martorell y los reyes Felipe II y Felipe III. El claustro, el jardín, la iglesia, la cocina, la capilla, así como el resto de los espacios, reflejan una combinación del estilo gótico y renacentista.

Alfonso de Aragón -también llamado Alfons el Vell, duque de Gandia- impulsó su construcción en 1338 con el fin de que la comunidad jerónima de Xàbia tuviese un lugar donde refugiarse de los piratas berberiscos. De hecho, este monasterio fue el primero de los Jerónimos perteneciente a la antigua Corona de Aragón. Ahora, en pleno 2022, la infraestructura se utiliza para organizar visitas guiadas, conciertos, bodas, rodajes y otro tipo de eventos sociales.

A parte de los conventos, los palacios también nos transportan a épocas pasadas, haciéndonos imaginar cómo era la vida diaria de la nobleza. De esta manera, otra alternativa para explotar esa perspectiva cultural es la visita al Palau Ducal, en Gandia. En el siglo XV, Rodrigo de Borja -futuro papa Alejandro VI- adquirió el edificio en el que posteriormente llegaron a habitar 11 duques, hasta que la falta de descendencia puso fin a la dinastía de los Borja.

Así pues, durante 300 años, una de las familias más influyentes y poderosas de la localidad se hospedó en un espacio que se ha mantenido en el tiempo, que tuvo una gran relevancia en el Siglo de Oro de las Letras Valencianas y que es posible visitar.

Todos estos y más planes se pueden encontrar en la app Inventrip, una herramienta digital que da a conocer, al instante, los diferentes atractivos de la comarca. Pero, además de desplazarse a los lugares propuestos, será fundamental sumergirse en la gastronomía comarcal. La fideuà de Gandia, la "coca de dacsa" -famosa en Ròtova y Oliva-, la "coca de Mestall" -creada en la Valldigna- o el dulce de "la delicà" serán los mejores acompañamientos a las citas turísticas para volver a casa con el mejor sabor de boca.  

Sin duda, la Safor demuestra que no es necesario irse a cientos de kilómetros de distancia para disfrutar de un fin de semana de calidad y resalta la importancia de redescubrir continuamente la Comunitat Valenciana, una región oportuna en todas las estaciones.

   

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