VALÈNCIA. Gonzalo Gortázar trató de rebajar la tensión de los sindicatos ayer viernes en la rueda de prensa de la presentación de los resultados trimestrales de CaixaBank, que se saldaron con un beneficio de 707 millones de euros (+21,9%). El consejero delegado de la entidad manifestó ante los periodistas que "estamos en diálogo permanente con los sindicatos. Trabajamos con el mismo fin: tener una mejor CaixaBank. Ellos tienen su perspectiva y nuestra labor es escucharles para tratar de encontrar soluciones. Aprovechan las juntas para exponer sus problemas y nosotros les escuchamos. Soy muy optimista después de haber pasado una época dura en la que ha sido la mayor integración financiera en España, la más compleja y la más rápida".
Y es que todavía colean las intervenciones de la mayoría de los sindicatos con representación en CABK durante la última junta general de accionistas, celebrada hace solo tres semanas. Todavía más teniendo en cuenta que advirtieron al consejo de que o se reducía la presión comercial o volvían a la huelga. Palabras mayores de una entidad que en sus más de cien años de vida solo ha sufrido dos huelgas y han sido en los últimos mes. En este sentido, Ruth Bolaños, portavoz de CC OO en CaixaBank, recordó en su intervención que "hemos tenido dos huelgas históricas y tenemos toda la plantilla agotada, sin ilusión... No podemos más, queremos trabajar en condiciones, necesitamos más medios, organización, planificación...".
El CEO de CABK aseveró que no están contemplados nuevos recortes de personal ni tampoco de oficinas este año. Como también que el nuevo plan estratégico de la entidad será presentado el próximo 17 de mayo del que "somos muy optimistas. Dicho plan tiene que marcar la hoja de ruta para los tres próximos años".
Mención especial para el colectivo sénior donde reconoció estar "extremadamente satisfechos con los planes que tenemos para nuestros clientes mayores, pero los planes tienen que ejecutarse. No son palabras vacías sino realidades. El conjunto de las medidas que hemos adoptado representa una inversión de 50 millones de euros. Queremos dar una subida muy relevante en el nivel de atención ha este colectivo".
CABK cuenta hoy en día con unos 1.300 empleados especializados en la atención a las personas de más edad -tiene más de 4 millones de clientes de este colectivo-, cuyo objetivo marcado es llegar a los 2.000 profesionales en 2023. "Hemos hecho inversión muy importante adaptar cajeros para interactuar con las libretas". Además, volvió a reiterar que "no vamos a dejar ninguna población y tenemos una capilaridad de más de dos veces respecto a nuestro más inmediato perseguidor".
Además, el consejero delegado manifestó que las oficinas se han reforzado con 1.450 contratados temporales -"no está previsto que pasen a indefinos"- para ayudar tanto a los clientes sénior como a los procedentes de Bankia (BKIA) a familiarizarse con los servicios de CABK durante el periodo de integración de sucursales. Asimismo, se ha ampliado el horario de caja en oficinas y se han reforzado todos los canales de comunicación con los clientes de más de 65 años.
Gortázar comenzó su alocución recordando la importancia de "un trimestre relevante para nosotros porque es el primero tras la fusión con Bankia (BKIA) y doce meses desde que se cerró la operación. El proceso de integración está muy avanzado, en torno al 90%, lo que nos da una enorme satisfacción y más manteniendo una actividad muy alta a nuestros clientes". Al hilo de la integración manifestó que "habiendo recorrido tanta parte del camino podemos decir que estamos muy satisfechos y consideramos que ha sido un gran éxito, tanto en su vertiente de sinergias como en la velocidad que las estamos consiguiendo".
Por otro lado, el consejero delegado consideró "importantísimo" alcanzar un pacto de rentas para atajar la inflación en lo que afecta márgenes empresariales y sueldos y retribuciones. Lo hizo subscribiendo completamente la "muy adecuada" propuesta del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que aseguró esta semana que un pacto así minimizaría la persistencia y los costes del actual 'shock' inflacionista.
"Es muy necesario atajar la inflación. Una forma es que no se pierda la confianza en que los bancos centrales van a ser disciplinados en ese aspecto, y esa es una parte inevitable, pero sin duda atacando la raíz es evitar los efectos de segundo grado, y para eso el pacto de rentas es absolutamente clave", señaló Gortázar. El mismo que tiene claro la urgencia de contener la inflación porque "es muy negativa cuando pasa de unos determinados niveles, muy especialmente para las personas con menos medios".
Sobre la inflación, algo que preocupa y mucho en los bancos centrales, recordó que se ha visto acelerada por la invasión rusa sobre Ucrania, lo que generará una reacción del Banco Central Europeo (BCE) y una subida de tipos- lo cual les afecta directamente- de manera que esta situación impactará indirectamente en el plan estratégico.
A su juicio, y citando fuentes del mercado, de aquí a final de año se producirán tres alzas de tipos por parte de la autoridad monetaria europea a razón del 0,25% "y cuatro o cinco subidas más en 2023", que "dependerá de los datos macroeconómicos que es como tiene que hacer un organismo serio y responsable como es el BCE. La subida gradual de tipos es sana para combatir la inflación".
También comentó que la provisión de 214 millones de euros por el impacto derivado de la guerra de Ucrania incluye un impacto en familias y empresas, aunque de momento están viendo comportamientos bastante normales entre sus clientes. "Este análisis lo tenemos hecho tanto desde nuestros modelos macro como en modelos mucho más detallados micro del impacto en nuestras empresas. En este momento y estas hipótesis estamos viendo ese grado de impacto. La guerra puede ser peor o alargarse más. Cualquier previsión en este entorno tiene un componente de riesgo o volatilidad mayor".
Para terminar, y entre otros aspectos, comentó que que el 97% de los créditos ICO están al corriente de pago en CaixaBank; mientras la ratio de morosidad ha descendido al 3,5% en el último trimestre y la tasa de cobertura se ha situado en el 65% por la caída de los dudosos. Gortázar ve favorables los indicadores, lo cual les hace ser optimistas sobre el impacto que pueda tener, pero al mismo tiempo cree que deben ser cautos.
Gortazar afirmó que "caracteriza el trimestre en positivo la caída de la ratio de morosidad, del 3,6% al 3,5%, con una caída también del saldo dudoso en términos absolutos. Esto supone - porque hemos seguido provisionando de forma prudente- que nuestra cobertura se sigue incrementando, que está muy superior a nuestros niveles históricos".