VALÈNCIA. Cuatro horas y cinco minutos. El tiempo que duró la junta general ordinaria de accionistas de CaixaBank (CABK), que estuvo marcada por las protestas de los sindicatos tanto dentro como fuera del reciento donde tuvo lugar. De los 22 turnos de palabra que se pidieron, 14 correspondieron a diferentes sindicatos -algunos por partida doble en la intervención-, que coincidieron en afirmar que la plantilla del banco no puede más. Y no solo eso sino que advirtieron que de seguir con la presión volverían a convocar paros; mientras pidieron una paga extraordinaria por el esfuerzo realizado por los trabajadores.
A lo largo de la centenaria historia de la entidad -tanto en tiempos de La Caixa como ahora de CaixaBank- nunca tuvo lugar una huelga general... y el pasado año se dieron dos. Ruth Bolaños (CC OO) recordó que "hemos tenido dos huelgas históricas y tenemos toda la plantilla agotada, sin ilusión... No podemos más, queremos trabajar en condiciones, necesitamos más medios, organización, planificación...". Así se manifestaba en el turno de ruegos y preguntas.
Por su parte, Begoña Peiró del Sindicato de Empleados de CaixaBank (SECB) señaló que los trabajadores son los "grandes olvidados y estamos detrás del beneficio, somos los que hacen que CABK funcione. Sin plantilla no hay negocio y sin negocio no hay beneficio. Devuelvan a los empleados la estrella de la entidad porque sin nosotros y sin alma el banco no es nada".
Desde UGT, David García empezó su alocución con el apoyo y la solidaridad al pueblo de Ucrania. A continuación señaló que "tenemos una sobrecarga de trabajo y una fuerte presión, que no estamos dispuestos a admitir. Somos insuficientes y estamos viviendo por y para la rentabilidad. Vuelvan a la senda que les caracterizó donde las personas estaban por encima de todo". Precisamente fue García el que pidió un pago extraordinaria para todos los trabajadores, mientras demandó "medidas concretas y perceptibles de manera urgente".
A continuación las quejas vinieron del lado de la Asociación Independiente de Cuadros y Profesionales de Servicios Financieros y Administrativos (ACCAM), a cargo de su secretario general Ángel Bartolomé. "No se puede permitir que se cierre una oficina y su responsable se entere horas antes sin saber dónde va". Asimismo, manifestó que "la plantilla procedente de Bankia se ha instalado en la decepción", mientras sacó a colación con ironía una de las palabras más utilizadas por José Ignacio Goirigolzarri en las juntas que presidió de la extinta entidad: meritocracia.
De ACCAM a SATE, Sindicato Autónomo de Trabajadores de Ahorro -históricamente el que tuvo la mayoría en Bancaja-, cuya secretaria de organización María Concepción Rivas subrayó la "caótica situación vivida en las oficinas durante el último año". Como también que "somos los 'remeros' y sin nosotros no es posible. No podemos estar en un ranking de todos contra todos". Unas palabras acompañadas por una afirmación que cada vez suena más con fuerza en el sector: "La de banquero es una profesión de alto riesgo".
Ignacio Casado (CGT) fue más allá y expuso uno los aspectos en los que la banca española se está convirtiendo: en una especie de bazar donde se venden desde móviles a coches, pasando por ordenadores y televisores. "Proponemos vender ansiolíticos y antidepresivos"; mientras preguntó al consejo si "¿quieren dirigir la mayor entidad financiera del país o Aliexpress?". Además sacó el tema de las personas mayores cuestionándose si lo que se busca es que "nuestros abuelos paguen el pan con Bizum".
Antonio Llompart del Sindicat Independent de Balears (SIB) puso en valor que los empleados de CABK "hemos estado dando el callo desde el primer día de la covid-19; mientras advirtió que el banco "no aparece en los rankings como empresa para trabajar". Asimismo demandó subidas de salarios de verdad a todos y no solo a los consejeros. A continuación, Jorge Tarrasa de la Asociación Cuadros de Banca (ACB) afirmó que "el ERE de 2021 fue un tercio más económico que el de 2019", a la vez que recordó los cuadros de ansiedad y bajas laborales por lo que "es necesaria una revisión del modelo de liderazgo El clima laboral es cada vez más espeso y rancio".
Un clima enrarecido compartido con Joan Reynés de la Unió Obrera Balear (UOB). "Miles de millones de beneficio y la plantilla cada vez lo pasa peor, con una sobrecarga de trabajo cada vez mayor y con disputas entre inTouch y las redes. Esto era algo impensable, es deshumanización". En este sentido, Alberto Martín del Sindicato de Empleados del Sector Financiero (SESFI) alentó a alcanzar "un mejor clima laboral" tras recordar que "un tercio de los trabajadores, los que proceden de BKIA, estará percibiendo una remuneración inferior al del resto de compañeros de CABK hasta 2026"; mientras Antoni Cano de la Federació d'Estalvi de Catalunya (FEC) reclamó la vuelta del domicilio social a Barcelona "de donde nunca tenían que haber salido".
Tras el turno de preguntas tomó la palabra José Ignacio Goirigolzarri, que había abierto la junta afirmando que "nuestro objetivo es liderar la transformación de la banca española". El presidente del banco respondió a los sindicatos que hay que diferencial "las retribuciones del consejo y otros temas laborales. Las remuneraciones, más allá de estar absolutamente regladas, deben ser aprobadas por la junta". Además, recordó que el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, renunció a la retribución variable de 2020 como también hizo el comité de dirección.
Goirigolzarri reconoció el "comportamiento absolutamente extraordinario" de los empleados en el último ejercicio, en el que se ha materializado la integración de Bankia. "La diferencia entre los bancos excelentes y los que no lo son residen en los equipos humanos, porque son las personas los que hacen esa diferencia. Toda la plantilla ha tenido un comportamiento extraordinario, tanto en el proceso de integración con BKIA como en la relación con los clientes".
Tesón y valentía mencionó el ejecutivo vasco para definir a los trabajadores de una empresa en un sector "tremendamente competitivo con entidades tradicionales y nuevos entrantes. Nos debemos comportar como una organización de alto rendimiento como siempre lo hemos hecho porque es la forma de mantener un proyecto sostenible en el tiempo. Queremos mantener una relación a largo plazo con nuestros clientes, por lo que necesitamos servirles con un nivel de excelencia en la calidad donde el asesoramiento y la venta de productos forma parte de esa calidad".
Por su parte, Gonzalo Gortázar, que no dudó en manifestar en su intervención inicial ante los accionistas que "nuestra situación es la mejor de los últimos años", también agradeció el buen hacer de los empleados. Y a los sindicatos no dudó en mostrarse dispuesto a buscar el diálogo con la parte social para solucionar los problemas que puedan ir surgiendo. "Agradezco las intervenciones sindicales y les digo que estamos de acuerdo en lo fundamental: el compromiso de nuestra plantilla. Tenemos excelentes perspectivas de futuro y muchos objetivos con los sindicatos, con los que buscaremos siempre el diálogo".
Finalmente, tal y como se esperaba, todos los puntos del orden del día fueron aprobados entre los que destacaron el pago del dividendo, la recompra de acciones propias y la nueva política de remuneración con la abstención de FROB. Y, mientras tenía lugar la junta, CaixaBank se erigía como el valor más en forma de todo el Ibex 35 en este 2022, cuya posición mantuvo al cierre de la sesión tras no poderlo hacer el día anterior.
El banco domiciliado en València despidió la semana con una rentabilidad anual del 34,01%, superando a Solaria (+33,82%) y PharmaMar (+31,25%). De este modo, escaló una posición en el barómetro de la renta variable española en lo que a capitalización bursátil hasta el noveno puesto, dado que alcanzó los 26.076 millones de euros batiendo a Amadeus (25.471 millones). Y con ArcelorMittal (26.507 millones) y Telefónica (26.740 millones) a tiro de piedra.
