Hablamos de Eulogio Pomares y su Valle del Salnés. En trabajo propio que lleva su nombre y en colaboración, desde el año 2000, con la bodega Zárate. Esta última pionera en lo del albariño y qué rebién, niño. Entre Sisán y Padrenda con sus humildes suelos que son la riqueza más austera. Con la certera mano que cuida su medio porque sabe que es el remedio a lo irremediable de la naturaleza.
Y además en su colección personal, que siempre es acierto total. La tradición más familiar que en sus suaves colinas admite variedades tan distintas como son la caíño, la loureiro o la espadeiro. Uvas que enamoran sin más demora con el Zárate 2024. Jovencillo guapetón con ese atractivo de salirse fuera del montón. Primerizo que resplandece con luz propia. Vibrante que va al volante con la soltura del que no tiene medios y que se arriesga con lo que le echen. Y ahora le echamos unos berberechos al vapor.
El Balado 2023 nos canta una balada con la mirada puesta en el sur. Surcando parcelas de dos en dos para sumar en lo bonito. Para beberse despacito, porque tiene mil años por delante para crecer en evolución continua y tan andarina que nos lleva a por unas zamburiñas.
Tras da Viña 2022 pone la pausa en el trayecto que nos conduce directos a la tranquilidad. La que da ser único en su especie. La diferencia que ahonda en su esencia. Complejidad esencial y con un ser emocional y que emociona con unas almejas de Carril sin más aderezos.
El Zárate Caíño 2023 es viaje espacial, tal cual. Por su frutal liviano y lo fluido en todo su recorrido. Que como cada cosa en esta cata tiene el tiempo a su favor mientras le dé la gana. Porque, aunque hay ganas de tomarlo ya mismito, sabemos que será ganador más adelante y con un pulpillo con su pimentón picantón.

Blancas y tintas sin medias tintas
El Penapedre 2022 arrebuja tintas y blancas en castaño que de castaña no tiene nada. Donde lo malo no tiene cabida, que está dispuesto a triunfar sin dejar que lo trasieguen más de la cuenta. Afrancesado del que dar buena cuenta sin darnos ni cuenta y que nos cuenta que le apetece una de oreja.
El Carralcoba 2023 nos da coba con su intensidad imperecedera. Lo complejo que se resuelve trago a trago. Disfrutando de cada paso dado, porque todo está colocado en su lado. Y lo sacamos a jugar porque quedará fenomenal con cualquier cosita que le quieras dar y que ahora será un plato de raxo.
El Castiñeiro 2023 es pedacito de mundo en Aldea do Monte. Cerámica de claros colores como el producto que producen. De esos que seducen aleteando unas pestañas bien gorditas que en ningún caso debilitan. Porque crean fortalezas oxidativas que son dádivas divinas con unas sardinas asadas.
Llegamos al punto final y aparte con el Eulogio Pomares maceración con pieles 2013. Perfumes intensos a añoranzas de inviernos en los que estábamos tan contentos. La rareza de un albariño que quiere convivir con sus hollejos. Genialidades de los genios que hacen la distinción. Con o sin lámpara de la que salir, pero saliéndose con un buen queso del país. Un cierre de diez para citarnos en quince, mis linces.